Gaara le había mandado un ultimatum a Naruto sobre sus hijos, donde le pedía al rubio que tenía veinticuatro horas para trasladarse a su propia mansión junto a sus hermosos hijos. De lo contrario pasaría a quitarles a los gemelos reclamando así sus derechos.
Ésto al rubio le provocó un ataque de histeria total, recurrió a sus abogados quienes le decían que nada podría hacer al respecto.
Sin poder contenerse ni controlarse más, empezó a llorar amargamente. Sasuke le aconsejaba mantener la calma y recordar que ahora no estaba solo.
Tenía su propia fortuna y profesión, eso ni siquiera Gaara podría quitarle.
Pero lo peor que le podría haber pasado a Naruto fue saber que Boruto, no solo hubo perdonado a ese traidor de Gaara sino además amaba al hijo del pelirojo. No era que tenga algo contra Shinki, pero no veía con buenos ojos esa relación.
Esa tarde, tras prepararlo todo, tuvo que trasladarse a la mansión de aquel que tanto dolor le provocó. Boruto intentaba animar a su papá, hacerle ver que tenía una nueva oportunidad para recuperar a Gaara.
Pero nada lograba debido a que Naruto estaba cerrado a Gaara y a cualquier posibilidad sobre una relación mutua. Sus gemelos, por primera vez sentían temor al ir a un lugar desconocido debido a que su papá padecía visiblemente.
Cuando llegaron fueron recibidos por Gaara y sus sirvientes, quienes bajaron las pertenecias de los nuevos inquilinos. Cuando Gaara se les acercó, Naruto colocó a los gemelos detrás suyo mirando al pelirojo con el ceño fruncido.
No obstante Shinki y Boruto se abrazaron con amor intenso. El rubio llevó a sus hermanitos junto a Shinki al interior de la mansión para mostrarles sus nuevas habitaciones.
Los niños miraron a Shinki y sonrieron como solían hacerlo.
— Neji, Denki no tengan miedo — les dijo Boruto — Él es Shinki....
—¿Es tu novio? — preguntaron a coro los gemelos provocando que Boruto enrojesca hasta la raíz de sus cabellos. Shinki rió divertido
— Vengan chicos, les mostraremos sus nuevas habitaciones — prosiguió el pelinegro.Los cuatro se perdieron en el interior de la mansión dejando a sus padres solos para darles privacidad. Naruto apretó los labios con furia al ver cómo Gaara se hizo con el perdón y el cariño de Boruto, imaginando que en un futuro muy cercano los gemelos también se encariñarían con el traidor de Gaara.
— Naruto entra
— ¿Es una orden?
— No, pero tomalo como quieras.El rubio suspiró apesadumbrado, sin poder creer lo que le estaba pasando. Gaara no pensaba perderlo en ésta ocasión. Aquello fue un recurso muy duro, pero necesario a su vez.
— Tus pertenencias serán llevadas a mi habitación Naruto, que a partir de hoy será la tuya también.
Ante semejantes palabras Naruto abrió los ojos más que asombrado. No era posible aquello, el rubio no podría soportar compartir la misma cama con Gaara.
No de momento, no así. No soportaría estar en la intimidad con él, no mientras no se hable sobre lo sucedido años atrás. Además él seguía sangrando debido a su maldita traición.
— No Gaara, no pienso aceptar tal cosa. Suficiente fue obligarme a trasladarme aquí.
— Debemos estar juntos, después de todo tenemos hijos en común que debiste decirme....
—¡Maldito hipócrita! ¡Me traicionaste! ¡Siempre fuiste un enemigo! ¡Solo me engañabas con tus mentiras! ¡¿Debí decirte que estaba embarazado dices?! ¡¿Cómo demonios iba a hacerlo si esa mañana viniste con nuestro enemigo!
Naruto empezaba a llorar y aunque Gaara quiso abrazarlo, el rubio no se lo permitió. No iba a ponerle las cosas fáciles. No a Gaara a quien seguía amando con locura.
—Déjame Gaara, tal como lo hiciste hace trece años sin importarte nuestro dolor. Boruto te adoraba, al punto de desear haber sido tu hijo y no el de Neji. Maldito....¡Maldito!
— Naruto yo....no tuve otra opción. La vida de Shinki estaba en juego.
— Siempre hay opciones Gaara, siempre. Y tú jamás mencionaste a Shinki. No lo uses de excusa ahora.— Es la verdad, él había sido secuestrado por ese maldito sujeto. Me paralizaba la sola idea de perder a mi niño. Por dios Naruto, eres padre también. Deberías entenderme.
— Arrojaste a mi hijo a la calle en pleno invierno, así que no....no lo entiendo ni quiero hacerlo.
Gaara lo abrazó con fuerza soportando el fuerte rechazo de su amado rubio, quien anhelaba besarlo hasta perder el sentido. Pero su dolor era muchisimo mayor.
— Dormiras conmigo Naruto — el rubio negó con la cabeza — No te dejaré otra opción mi amor — la furia se notaba en el rostro del rubio — Recuperaré tu amor cueste lo que me cueste.
— Dejame Gaara — El pelirrojo practicamente lo arrastró escaleras arriba, rumbo a su dormitorio que a partir de ese momento sería de los dos por igual, donde estarían en privacidad — ¡No! — cuando vio cómo cerraba con llave la puerta se desesperó — ¿Estás loco?
— Loco de amor por tí y nuestros hijos. Tienes razón mi amor.
—¡Es tarde! ¡No quiero nada de tí!—Te amo
—¡No!
—Nunca dejé de amarte Naruto—¡Mentira!
— Ahora podremos ser una familia mi amor—¡Nunca! ¡¿Cómo podría volver a confiar en alguien que me traicionó de la peor manera?!
— Jamás te habría dañado si no hubiese estado en peligro la vida de Shinki.
—¡Mentira! ¡Ahora déjame salir!
— No
—¿Acaso me tendrás encerrado para siempre?
— Si es necesario, síNaruto en verdad no daba crédito a lo que escuchaba, no podía ser cierto. Al rubio no le gustaba aquello pero desearía ver otra vez el romance en Gaara. Sin embargo nada dijo al respecto. Nada.
— No conseguirás nada tratandome así, nada de nada — la voz del rubio se le quebró.
— Logré traerte a mi casa, más precisamente a mi habitación. Eso es un gran avance mi amor.
Naruto estaba cerca de la ventana, alejado de la puerta donde se encontraba Gaara.
— Acercate a mí y te araño, maldita sea.Como respuesta el pelirojo sonrió divertido.
— Te amo Naruto y lo sabes— Si claro, y me lo creo y todo.
— Boruto lo entendió— ¡No soy él! Además, no permitiré que te acerques a mis hijos. No quiero que los lastimes.
— Nunca lo haría
— Ya lo hiciste maldito.
— Los amo a los cuatro y voy a cuidarlos.Naruto cerró los ojos con pesar desviando el rostro. Tanto dolor le provocaban sus palabras que le costaba contener las lágrimas.
— Nunca tuviste la intención de cuidarnos. Nunca.
— Neji me pidió que los cuidara....—¡Y nos traicionaste! ¡Maldito!
— Te amo
—¡No!Gaara fue más veloz y consiguió acercarse a su terco amor abrazándolo con intensidad.
Podía sentir su dolor que trece años después seguía quemándolo por dentro. Pero se lo compensaría con creces.
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Terco Corazón ~ GaaNaru ~ BoruShin ~
FanfictionSe amaban con locura pero una cruel amenaza los separó. Once años después el destino los vuelve a reunir, sin embargo el peso de una traición se interpone entre ellos. Gaara no pudo evitar alejarse de su dorado amor debido a una oscura amenaza. Naru...