Mi corazón robado por un pirata

Capítulo 3

Al final Annie no me hizo el moño cosa que agradecí, pero no me libre ni del corsé ni de los zapatos, y encima me hizo ponerme pendientes. El resultado final: yo con un vestido que marcaba mucho mi pecho (demasiado para mi gusto), unos pendientes que eran de mi abuela, lo bueno era que no cuelgan y por lo tanto no me hacen daño y los zapatos de tacón que aprietan.

-Katherine, enserio, Lord Odair te va a amar - otra vez esa tristeza en sus ojos cada vez que lo mencionaba.

-Annie, ¿que te pasa con Lord Odair? Cada vez que lo mencionas o tus ojos echan chispas o están muy tristes.

-Kate, creo que estoy enamorada de él.-me dijo toda seria, yo no pude evitar soltar una carcajada, no podía parar de reír- vale, muy bien, tu ríete- dice Annie enfadada.

-Lo siento Annie, pensaba que era una broma. ¿En serio te gusta Finncik? Es muy narcisista, creído, egoísta...

-Guapo, educado...-dice Annie.

-Espera, creo que no hablamos del mismo Finnick.

- Kate, Finnick es un chico bueno, si que es un poco...egocéntrico, pero es muy inteligente- me dice con cara soñadora.

-¿Como lo conoces tan bien?¿ Qué no me has contado?-le pregunto, veo que se pone nerviosa y se ruboriza.

-Bueno... A veces hablamos...- está muy roja.

- ¡¡No me lo habías contado, mala amiga!!!

-Fue ha hablar la que se escapa de casa cuando hay una batalla entre soldados y piratas- me reprocha.

-Touche.

-Kate ya hablaremos de esto después que se nos hace tarde y no quiero escuchar a Clara.

-Vale, pero luego me lo cuentas todo, no seré muy femenina, pero me gusta estar al tanto de lo que pasa.- Ella se ríe por mi comentario, sabe que me encanta saberlo todo de todo el mundo, aunque yo soy la primera que no cuenta nada.

Salimos de mi habitación y bajamos al gran salón. Es un salón con grandes ventales, las vistas son preciosas, unas dan al mar abierto, y las otras a las montañas. Las paredes están decoradas con dibujos florales en colores pastel, la mesa es larga, por lo tanto seremos bastantes para cenar, unos diez o doce. La mesa está decorada con flores tropicales de diversos colores pero la vajilla es sencilla, es blanca y con el borde dorado, las copas también tienen los bordes dorados y los cubiertos son los de plata, el mantel también es blanco con bordados florales en dorado y sus servilletas a conjunto.

Veo un grupo de personas en una de las esquinas del salón y puedo reconocer a John y a Finnick, así que nos dirigimos hacía allí.

-...nos han pillado desprevenidos- decía John.

-Si pero hemos logrado que se retirarán - dice Finnick.

Annie tose para que se den cuenta de nuestra presencia. En el grupo veo a un joven alto musculado, rubio con ojos azules, pero no como los del chico de la plaza, era un azul apagado. Me imagino que es uno de nuestros invitados.

-Perdón por el retraso- dice Annie.

-Oh tranquilas, les estabamos contando nuestra pequeña batalla contra los piratas de esta mañana- dice Finnick observando más de lo necesario a Annie.

- Katherine, Annie, él es Peter Hadley, hijo del gobernador de Florida.- dice John presentándonos.

-Peter ella es mi hermana Katherine - dice John cogiéndome la mano.

-Un gusto señorita Everdeen- Peter besa mi mano a modo de saludo.

-El gusto es mío señor Hadley.

-Por favor llamame Peter, el señor Hadley es mi padre- dice riendo.

Finnick le presenta a Annie pero observo que la mantiene cogida de la cintura como sino quisiera que se la robasen... Se lo tendré que decir a Annie.

Por la puerta del salón aparecen mi padre y el que supongo que es el Gobernador de Florida y su esposa.

-¿Jóvenes nos sentamos?-pregunta mi padre.

Antes de sentarse viene a saludarme.

-Katherine cuando he llegado de la plaza no te he visto, ¿donde estabas?-mi padre se va a dar cuenta que le miento seguro, pero por intentarlo...

-Estaba durmiendo papá...

-Katherine ambos sabemos que estás mintiendo, ¿donde estabas?- me conoce demasiado bien.

-Estaba con Flecha, ya sabes que me gusta mimarla...

-Veo que no me lo vas a contar, ya hablaremos mañana de tu comportamiento, ahora vamos a sentarnos.

Nos sentamoss cada uno en su sitio, papá en la cabecera de la mesa, John a su izquierda y yo a su derecha, Annie se sienta a mí derecha, a su lado Clara, y al lado la señora Hadley, al lado de John se sienta el señor Hadley y al lado de este su hijo dejando al lado de este a Finnick y junto a él los padres de Annie.

La cena transcurre tranquila hasta el momento que mi padre anuncia que tiene algo importante que decir, se gira a mirar al señor Hadley y este asiente.

-Bueno lo que tengo que decir es que Katherine te vas casar con Peter para así tener aliados y para comercializar- dice mi padre todo sonriente.

Creo q mi cara lo dice todo, porque le he escupido el agua que había en mi boca a mí hermano. Finnick ha empezado a reírse por lo bajo, Annie me ha mirado y se ha tapado la boca porque se estaba riendo, John ahora mismo se está riendo de mi, lógicamente, aun que no le ha hecho mucha gracia que le haya escupido. Mi padre me mira esperando mi respuesta.

-Pe...¿Perdón? Creo que no entendí bien.- le digo sorprendida.

-Lo has oído perfectamente eres la prometida de Peter Hadley - me dice mi padre con un tono de enfado.

- ¡¡¡Me niego!!!- digo levantandome de un salto - yo no me voy a casar con nadie, y si me caso, que lo dudo, será con quién yo elija no con quién a ti te vaya bien.- estoy muy enfadada, creo que todo esto lo he dicho gritando pero me da igual, no tiene derecho hacerme esto. El resto de la mesa está en silencio hasta que el señor Hadley habla.

- Katherine, no es tan malo que se casen, nos favorece ambos estados, y mira el lado bueno, Peter es de tu edad, te puede proteger, podrás tener todas las joyas y vestidos que quieras...-Lo dice con calma, relajado.

-Lo siento, no me casaré. Puede que Peter sea un buen partido para mi, pero me niego a casarme.- y sin más me marcho del salón.

Oigo a mí padre llamarme por mi nombre completo, a Clara recriminandome mis modales, a Annie llamándome...pero yo no les hago caso voy a mí habitación y me quito por segunda vez en este día este dichoso vestido y me cambio para salir o al bosque o la playa.

Voy hacia el establo intentando no cruzarme con nadie, cuando llego le pongo la silla de montar a Flecha, cojo mis armas y salgo a todo galope hacia la playa, necesito relajarme, olvidarme de todo, de todos, y de esta noticia.

Paso por las calles silenciosas y alumbradas por pequeños farolillos. Cuando llego a la playa desmonto y me quito las botas. Voy caminando con Flecha por la orilla cuando una sombra aparece de detrás de unas rocas que hay al final de la playa, no puedo distinguir que o quién es por culpa de la oscuridad y la lejanía, así que poco a poco me voy acercando, desenvaino mi espada por si caso es alguien buscando pelea,¿pero a estas horas quién puede estar aquí? Cuando me acerco puedo distinguir quién es. El también me ha reconocido, sus ojos azules se encienden con una chispa de diversión, vuelve a mirarme de pies a cabeza como esta mañana. 

-Vaya, vaya lo que ha traído la marea. ¿Qué hacés por aquí, preciosa?