Capítulo 6

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-¿Mi niña pero que te han hecho?¿Quién ha sido?- me pregunta Clara super preocupada.
-Clara tranquila, esta ropa es mía, bueno los pantalones son de John de hace unos años, pero es mía, y esto -señalo el labio- me lo ha hecho Peter al besarme.
-¡¡¡¡Será bruto!!!! Así no se debe tratar a una señorita- buenooooo ya empezamos con los modales.
-Clara no es nada, ya estoy bien. ¿Ha que has venido?- le pregunto.
-Pues, venia a llamar a John, vuestro padre lo ha llamado por un altercado en el patio de armas...- Finnick, John y yo nos miramos-¿Qué saben que yo no sé?- nos pregunta Clara.
- El altercado es entre Peter y Katherine.
-Bueno, vuestro padre te ha llamado a ti. Ves a su gabinete. Y Katherine hoy cenamos con los señores Hadley, así que hay que elegir un precioso vestido, ya que ayer fue de muy mala educación lo que hiciste.
-Vale, de acuerdo, haced lo que queráis me ibais a obligar igual.
-¿Te podemos poner  el vestido que queramos?- preguntan Clara y Annie a la vez.
-Si- les contesto yo.
Y en cuanto digo eso ya tengo a las dos empujándome hacia mi habitación.

 Me bañan, me desenredan el pelo, me lo dejan con olor a jazmín, y me lo peinan dejando que se seque al aire libre para que se formen mis ondas naturales. Clara sale escopeteada al armario - vestidor que tengo, y coge el vestido más sexy que tengo.

-¿Clara no crees que eso es demasiado para una cena? - le pregunto yo.
- Cariño tienes que alegrale la vista a tu prometido y al resto de invitados.- Ann y ella se ríen, pero yo sigo sin verle la gracia.
-Prefiero ponerme el amarillo.
-No, no. Ese te lo pusiste ayer.- me dice Ann.
-¿Me lo vais hacer poner sin mi consentimiento?-les pregunto.
Ellas se miran, sonríen pícara mente y me miran a mí.
-Si. -dicen las dos a la vez con un tono autoritario aun que se que se están riendo.
El vestido básicamente es un corsé con falda pero bueno, ellas lo llaman vestido. No tiene tirantes y el escote es en forma corazón, lleva los remaches (serian nuestros botones de ahora) delante, todo de color negro, el corsé se corta justo donde empieza mi cadera, en el borde que da a la cadera hay una encaje negro brillante igual que en la parte superior de mi pecho, la falda es con un poco de cola, sencilla y también de color negro. El vestido se amolda perfectamente a mí cuerpo.
No me re cogen el pelo sino que lo dejan suelto, ahora me fijo que lo llevo muy largo, me pasa de la cintura por la parte de atrás. Me obligan a ponerme unos zapatos de tacón negro, que no se porque pero estos no me aprietan, creo que estos me los tendré que poner más a menudo, se han convertido en mis zapatos de tacón favoritos.
-Katherine, cualquier hombre que te vea te bajaría la luna si se lo pidieras- me dice Clara secándose una lagrimilla.
- Kate pareces una diosa.- me dice Ann dando vueltas alrededor de mi.- me lo tendrás que prestar algún día que me cite con Finnick.
- Si, por mi encantada, a ver si se declaran el uno al otro.
-¿De que hablas Kate?- me pregunta Annie.
- De nada- le sonrió disimulando.
- Ya, bueno, lo dejaré pasar. Mirate en el espejo.- me acompaña al espejo de cuerpo entero.

AY-MADRE-DE-DIOS!!! Vaya vestido... Si ya me parecía sexy en una percha puesto en mi... No parezco yo, pero al ser negro concuerda mucho con mi personalidad.
-Chicas, estoy demasiado arreglada, no puedo bajar así.
- Y tanto que si- me dice Clara.- ayudame con Annie, también la vamos a poner guapísima para que a Finnick se le caiga la baba.
Y nos ponemos manos a la obra. Annie se pone un vestido menos llamativo pero también muy bonito. Es de color azul fuerte, con mangas tres cuartos (manga francesa), con un escote recto hasta el canalillo donde hace un poco de "V", el borde del escote lleva pedrería. Le hacemos un semirecogido, dejando sus ondas bailar por la parte de atrás.
Está guapísima.
-Ann, estás increíble. -le digo, ella se ruboriza.
-Gracias...-dice en un susurro con timidez.
-Sencillamente preciosa.- dice Clara, observando el trabajo que hemos hecho.- Bueno, ahora ayudarme a mí que yo os he ayudado.

Clara decide ponerse un vestido bastante más discreto que los nuestros ya que ella es mi "tutora" y no debe llamar la atención con su vestuario pero le cuesta un poco...
Al final se pone un vestido con cuello alto, con el corsé en color negro, sin mangas, y con la falda blanca con bordados negros, para ella eso es ir muy discreta aunque no lo parezca, y se recoge el pelo en un momento alto, dejando ver los pendientes con azabache que le llegan casi hasta la base del cuello.
Yo casi no llevo joyas, solo llevo un anillo de plata de mi abuela, y un collar negro y dorado. Annie lleva unos pendientes que cuelgan un poco y llevan perlas ovaladas (en forma de lágrima).

-Niñas, están guapísimas, se nos va ha hacer tarde, y eso no puede ser.- nos dice Clara.
-Clara tu también estas muy guapa- le digo.
- Gracias cariño. Pero va, bajemos.

Ya hemos bajado, estamos en la puerta que da al salón de fiestas. Esta vez son muchos invitados, así que los presentan cada vez que entran. Primero entra Annie.
-Katherine- me llama Clara- vas a entrar sola. Hay que bajar unas escaleras, así que por favor no te caigas como la última vez- esa vez que menciona Clara en mi cumpleaños, me tropecé con la falda de mi vestido y acabe bajando las escaleras rodando, fue divertido, pero luego me dolió el cuerpo durante unos cuantos días.
-Tendré cuidado.
-Por favor, se educada, ¿vale? Recuerda, estas guapísima, si por mi fuera, no te casarias porque se que serias muy desdichada, pero yo no le puedo hacer frente a tu padre porque trabajo para él. Te quiero mi niña.- se acerca y me da un beso en la frente y enseguida pasa dentro de la sala.
Al cabo de dos minutos dicen mi nombre y abren las puertas. Cuando veo la cantidad de gente que hay lo primero que me pasa por la cabeza es dar media vuelta y salir huyendo, pero no, me tengo que comportar.
Todo el mundo se ha girado para verme, las reacciones de la gente son de sorpresa. La gran parte de hombres me miran embobados y las mujeres cuchichean.
Voy bajando las escaleras con cuidado ya que no me siento las piernas de lo nerviosa que me están poniendo al mirarme así, no me gusta que me miren, aunque con este vestido parece que diga lo contrario.
John al verme bajar por la escalera viene rápido para tomar mi mano y que no me desplome.
-Katherine... Estas muy guapa. Sino fuera tu hermano te pediría que te casaras conmigo enseguida- me dice tomándome el pelo.
-Gracias- me ruborizo por el cumplido- es culpa de Annie y de Clara.
-Tendré que hablar con ellas de como visten a mí hermanita.
-Déjalas, les he dado permiso para que me pusieran el vestido que quisieran pero el resultado ha sido esto.
-Cuando te vea Peter va a pedir que adelanteis la boda- eso lo dice Finnick que llega por detrás mio cogiéndo la mano de Annie- estas muy guapa, pero yo solo tengo ojos para mi dulce Annie- en cuanto Annie oye eso se pone roja.
-No digas esas cosas Finncik- le pide Ann.

De repente entre la gente veo a Peter acercarse a nosotros. No tengo ganas de hablar con él, así que empujó a John a la zona de baile.
Empezamos a bailar, intentamos no pisarnos mutuamente los pies ya que los dos somos un desastre con esto del baile, la gente nos va mirando, y para no hacerlo, conmigo así vestida y lo guapo que esta John vestido con el traje de gala de capitán de la armada...
El baile vez se está complicando más, y ahora hay que ir intercambiando las parejas segun el baile avanza. Ya he bailado, con John, con el padre de Annie, que por cierto, baila mejor que yo, con Finnick, que se reía de mi, mientras yo intentaba no pisarlo, y luego con algún que otro comerciante, lo que más rabia me daba era el hecho de que todos los hombres se les caía la baba con mirarme, algunos casi no podían apartar la mirada de mi escote hasta mi cara...
Ya me estaba cansando, y eso no es bueno, aún había tenido suerte porque no me había encontrado con Peter.
Antes lo pienso antes aparece el reí de Roma...
Se está acercando con una sonrisa en la cara de autosuficiencia, como si supiera que me he vestido así para él, pero antes de que me de cuenta un joven rubio se pone delante de él.

Es el chico de los ojos azules.
-¿Ves preciosa como no eres de los barrios bajos de la ciudad? - me dice cogiéndome mi mano y llevándosela a la boca para darme un ligero beso en los nudillos.
- Yo nunca dije que fuera de un barrio o de otro.
Él me observa lentamente, des de abajo hasta llegar a mis ojos. Y mientras por detrás veo a Peter borrar la sonrisa de la cara lo que provoca que yo sonría.
-Vaya, preciosa, te he sacado una sonrisa -me dice el chico.
-Deja de llamarme preciosa, llamame por mi nombre, que ya sé que lo sabes, aunque yo no sé el tuyo- le digo de forma coqueta, estoy viendo a Peter llegar hasta nosotros cada vez más enfadado, lo que hace que yo todavía sonría más.
-Estás preciosa- me dice el desviando el tema.
- Dime tu nombre- me acerco más a él.
- No te lo diré.
Ahora si que me acerco a su oído y le susurro de la manera más seductora que puedo:
-¿Seguro?- y dejo que sienta mi presencia más de lo necesario.
El se gira y me dice:
- Mellark, Eric Mellark, y voy ha hacerte mi esposa- y delante de Peter que justo ha llegado cuando ha dicho eso me besa como sino hubiera un mañana.

Mi corazón robado por un pirataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora