Capítulo 36

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Miro como Eric se va moviendo hasta llegar delante nuestro.


-No es tu futura esposa. Ella es mi mujer- dice alto y claro, sé que no es verdad, pero nadie lo sabe, aunque me sorprende que diga esto.


- Qué yo sepa ella no lleva anillo- dice mostrando mi mano, me coge la mano fuertemente, como si fuera de su propiedad.


-No es necesario llevar un anillo para decir que estas casado- la que habla es Elvira.


Veo que Cuatro se inclina hacia ella y le dice algo.


-Mellark, no estáis casados, mis espías hacen muy bien su trabajo , además ya pude comprobar cómo se comporta Katherine - su mirada es pícara y tiene malicia- es toda una fierecilla- estoy apunto de levantarme de la mesa pero lo único que veo es como Eric se abalanza sobre Khalan dándole un puñetazo en la mandíbula de deja bastante sorprendido a Khalan


Y es entonces cuando Khalan responde lanzando un puñetazo que Eric esquiva. Y así se están un rato. Yo no sé qué hacer, estoy en stock. Estoy en este estado por culpa de mi rapto, por culpa de lo que me dijo Khalan de ser su esposa, de ver como Eric le pega... Se ha armado un alboroto, cada uno dice quien va a ganar pero nadie los separa.


- Por favor que alguien me ayude a separarlos.- digo yo.


Nadie viene excepto dos soldados de Khalan.


- Separar a vuestro señor de Eric.- les pido.


- Señorita Everdeen no los podemos separar. - me dice uno de ellos


-¡¡SEPARADLOS!! ¡ YA! ES UNA ORDEN- mi voz sale de mi boca alta y clara.


Veo estupefacción en la cara de los soldados de Khalan.


- Señorita...


-Haz lo que te ordeno- sisieo al soldado.


La sala se ha quedado en silencio, Eric y Khalan siguen peleándose, no son conscientes del mundo a su alrededor. Miro con mi mejor cara asesina a los soldados y ellos inmediatamente acatan mi orden. Separan a Eric y a Khalan llevándose algún golpe, pero los separan. Los ponen ante mi, Eric me mira extrañado y Khalan sonríe con malicie.


-NO-SOY-UN-OBJETO. ¿ HA QUEDADO CLARO?- ya me canso de que los hombres me traten como un objeto con el que jugar a su antojo. Se qué Eric me quiere y que está haciendo todo lo posible por protegerme y que regrese al barco, pero las cosas no se hacen así.


La sala esta en un absoluto silencio, se podría oír caer una aguja.


-Señores- me refiero a Eric y a Khalan- no seré ni la octava esposa de uno, ni la primera del otro.


- Estás hecha para gobernar esta ciudad. Si mis soldados han acatado tu orden es que te consideran su señora, si te consideran su señora es que eres mi esposa, la regente de esta ciudad.- dice Khalan mirándome fijamente a los ojos.


- Ella no es tu nada- le brama Eric, tiene los nudillos blancos de la fuerza con la que aprieta sus puños.


Khalan se suelta de sus soldados, se pasea por la sala, observando a todo el mundo, observando a Eric, observandome, observa el mínimo movimiento que hago.


-Señores, señoras. El banquete se ha terminado. Pueden marcharse. - se acerca a mi e intenta acariciarme la mejilla.


- No me toques- le digo apartandome.


- No la toques- le dice Eric a la vez que yo lo decia.


- Qué graciosos si hasta hablan al mismo tiempo, que compenetración más buena- se esta riendo de nosotros- llévala a mi cuarto- le dice Khalan al general Collins.

Mi corazón robado por un pirataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora