Mi corazón robado por un pirata

Capítulo 48

Boggs me acompaña hasta la cubierta, allí están reunidos todos los hombres de este barco y parte de la tripulación de la capitana Swan.
-Compañeros, Katherine es nuestra nueva capitana, ya sabéis que es la hija de Isabel, así que por derecho le pertenece este puesto,también la han elegido el resto de capitanes de esta "liga de piratas". ¿ Estáis todos de acuerdo?- Pregunto Boggs.
-Sí.-Respondieron al unísono.
-Muy bien caballeros, pues cada uno a su puesto, iré a buscaros uno por uno para conoceros y saber sobre vuestras necesidades. Espero ser una buena capitana. Nuestro primer destino será Singapur, así que a trabajar, tenemos un par de días por delante hasta llegar a nuestro destino.
Todos se pusieron manos a la obra. Mientras iba a la cubierta más alta pude ver como el resto de los participantes de la reunión se marchaban cada uno a su navío.

Me pase gran parte de la tarde hablando con Boggs sobre las cartas de navegación de mi madre, las rutas que normalmente hacían, la cantidad de ingresos que tenían con cada transacción comercial o pirata, y la cantidad de puertos donde teníamos contactos o poder. La otra parte de la tarde la utilice para a saber un poco más sobre mis subordinados, por sus familias, el tiempo que llevaban trabajando para mi madre...

Al anochecer estaba agotada y aun tenia que cenar con Eric, lo que seguramente acabará en una discusión. Pero primero pasaría a ver a mi madre.

Fui al camarote donde Daniela estaba cuidando a mi madre, entre sin llamar, ya que no serviría de mucho, cuando Daniela está trabajando se concentra tanto que no se da cuenta que hay alguien más en la estancia.
-Buenas noches Dani, ¿cómo está mi madre?
-Hola Katherine, de momento está bien. Solo se ha despertado tres veces, las dos primeras parecía muy desorientada y preguntaba por tu hermano y por ti, la tercera en cambio ha preguntado cuando la dejaríamos campar a sus anchas por el barco.
-¿Y qué le has dicho?
-Le he dicho que el barco está en buenas manos, y que se tenia que recuperar.
-Bueno, tendremos que ir contándole todo lo que pasa pero con calma. Dani te dejo tranquila, buenas noches.
-Que vaya bien tu cena con Eric. Hoy se os veía muy tensos a los dos, y la verdad me imagino el motivo, pero no dejes que estas cosas os afecten.
-No es tan sencillo Dani, tiene que ver que somos iguales, ninguno está por encima del otro.
-Buena suerte Katherine.
-Adiós Daniela. Si alguien me necesita estaré en el Sinsajo.

Cuando llego al Sinsajo casi toda la tripulación está en la bodega, solo algún que otro vigilando los cabos y al timón, si me ven no dicen nada. Bajo a la zona de camarotes y me dirijo al de Eric. Pico en la puerta para ver si está.
-Adelante.- La voz de Eric suena cansada.
Abro la puerta y lo veo sentado el la hamaca de espaldas a la puerta, la mesa está preparada con la cena, y el camarote está medianamente recogido.
-Eric- solo hace falta decir su nombre para que salte de la hamaca y se gire hacía mi- tenemos que hablar.
-Ya lo creo, ¿pero podemos sentarnos a la mesa? Para una vez que la cena la he hecho yo me gustaría que no se pusiera mala.
Me siento mirando a la ventana y Peeta en frente mío.
-Kate, yo... a ver....
-Has interrogado a mi padre- le digo seria.
-Si, para averiguar los planes para su armada...
-No. Lo has interrogado también para saber más cosas de mi.
-¿Y eso que tiene de malo?
-Qué no le has preguntado sobre como soy, sino como me ha educado, sobre el tratado con el gobernador de Florida, mi boda, los beneficios...
-Sí, se lo he preguntado. Era necesario- dice subiendo el tono de voz- tú habrías hecho lo mismo. No lo torturé, y eso ya es mucho, porque prácticamente le he sacado la información con sacacorchos. Quería averiguar los tratados que tiene con Florida, sí, pero también es verdad, que quería saber sobre lo tuyo con Peter, el hijo del gobernador de Florida. Quería ver que había visto tu padre en él, que tan buenos beneficios le podía aportar ver a su hija infeliz, casada con ese monstruo que se hace llamar Lord Peter. Por lo visto no me puedo preocupar por mi prometida, o ex prometida, porque no sé como vamos a ser marido y mujer viviendo cada uno por su lado, sin vernos y pasando semanas, inclusos meses sin vernos, sin tener un momento para disfrutar de nosotros, de nuestra vida juntos.- Según hablaba, Eric ha ido subiendo el tono, ahora mismo estaba fuera de si, gritándome.
-Eric, no me grites, eso lo primero. Lo segundo, creo que antes de compartir la información que te dio mi padre con el resto de capitanes tendrías que haberla compartido conmigo. Tercero, no tendrías que interesarte sobre la relación que podríamos haber tenido Peter y yo, porque dudo que se hubiera dado, me habría escapado, como ya hice en su momento, o habría montado un numerito o cualquier otra cosa. Y por último, podemos casarnos y estar juntos en mi navío hasta que tu tengas que ocupar el puesto de Andrew, que por cierto, parece que va a durar unos cuantos años en el cargo.
-A mí, eso no me sirve, no me sirven unos cuantos años, yo quiero toda la vida.
-Eric, no seas irracional...
-No soy irracional. Si en esos años que tú dices que estamos juntos en tu navío, tenemos un hijo o varios, ¿qué hacemos? ¿cada uno se queda con uno, o uno los tienes tantos meses y el otro el resto, o no los vuelve a ver hasta que un día, en un puerto de ha saber donde nos reencontramos? No, me niego.
-Peeta encontremos una solución, pero tienes que entender que soy la capitana de ese barco, también lo soy del de la capitana Swan, tengo dos navíos en mi poder, luego tú serás capitán del Sinsajo, tendremos tres navíos bajo nuestro mando, y a parte soy Señora de la Piratería del Mediterráneo y de los mares de China gracias a mi madre y a la Capitana Swan. No puedo dejar de ser capitana.
-Sí que puedes, pero no quieres. Ese es el problema. Tu poder aumenta y tus ansias de él, más - Eric se levanta de la mesa, no hemos probado bocado, y se pone a caminar por toda la estancia.- Kate, llevo preparándome años para ser capitán de un solo navío, ¿cómo quieres serlo tú de dos y sin experiencia? Lo siento, aunque te quiera como lo hago no apruebo está decisión.
-Lo que te molesta es que no la haya tomado contigo, ¿verdad?- lo sigo con la a mirada.
-Sí, esa es una de las razones, pero hay más- no sabe que hacer con las manos, no las deja quietas, está muy nervioso, me oculta algo más..
-Eric ¿ qué más me ocultas?
-¿Yo? Nada. Eres tú la que es un misterio, no consultas, no piensas, tomas decisiones por impulso, nunca me dejas que te dé mi opinión. Primero fue con lo de hacer de supuesto marido, luego con lo ser la portadora de Calispo, más tarde con lo de ir al Limbo, me pase días, meses pensando que estaba muerta, y ahora tampoco me dejas opinar sobre si es bueno que seas capitana o no. ¿Cómo crees que me sienta? No contestes- levanta la mano y coge aire profundamente al yo abrir la boca- me sienta como si me atravesasen con una daga en diferentes puntos de mi cuerpo pero que no me dejaran morir.
-Eric estás siendo melodramático. Si que te he dejado expresar tu opinión...
-Pero te ha importado una mierda- masculla enfurecido.
-No es verdad- le digo yo alzando mi tono, que hasta ahora había controlado- todo lo que dices que no te he dejado opinar ha sido para poder cuidarte, protegerte, que siguieras con vida. Si te hubieras presentado en la casa de mi padre siendo un pirata te habría mandado ahorcar. Lo de ser la portadora tenia que ser una mujer, y tu no lo eres, eso lo sé muy bien; fui hasta el Limbo sin tu consentimiento, no te lo voy a negar, pero era por lo de se portadora, no pensé que la diferencia del espacio-tiempo fuera tan distinta, para mi solo pasaron unas semanas, no meses. Y si ahora no te dejo dar tu opinión es por que ya la sé, sé que no quieres que sea capitana, sé que nadie de mi familia es de tu santa devoción, pero tienes que entender que tengo que serlo. Podemos llegar un acuerdo.
-¿Cómo que un acuerdo?¿Pretendes que nuestra relación sea un acuerdo?
-No me refiero a eso, me refiero a que podemos pasar tantos meses en un barco juntos, luego unos tantos en el otro y luego alguno, solos, cada uno en el suyo.
-No, Katherine, no. Es que sigues sin entenderlo. No quiero separarme de ti, no quiero estar pensando, que dentro de tres meses me tengo que trasladar de barco o que hasta dentro de seis no veré a mi mujer, no quiero pensar que los hombres de tu barco pueden querer algo contigo, no quiero pensar en que te puedes enamorar de otro, o que tal vez yo estoy en la otra punta del mundo sin saber que estás entre la vida o la muerte.
-Eric yo...- no sé que decirle, ninguno ve el punto de vista del otro,o tal vez si pero no quiere admitirlo- Eric yo también te quiero siempre a mi lado, pero no siempre podemos hacer lo que queremos. No es que quiera ser una cosa o la otra, es que tengo que ser capitana de esos barcos que han dejado a mi cargo...
-Eso no es así- me interrumpe - podrías haber dicho que el capitán fuera Boggs, tu misma has dicho que es el que más sabe sobre el navío de tu madre, y podrías escoger a otro para que fuera el capitán del de la capitana Swan.

Me quedo callada, no había barajado esa opción, no soy muy dada a confiar en todo el mundo.
-Eso no lo habías pensado. No lo niegues, lo veo en tu cara, sabes que conozco tu cuerpo mejor que el mío - al oírlo decir eso me ruborizo - reconozco tu movimientos, tus gestos, te he pillado con la guardia baja, te he sorprendido, y ahora sabes que tengo razón, estás frunciendo el entrecejo, no te gusta que te diga una verdad no deseada.
No solo conoce mi cuerpo mejor que yo, prácticamente me conoce mejor que yo misma. No soy capaz de contestarle, si le miento él lo sabrá. Está justo delante mío. Lo miro fijamente.
-Tienes razón, no he pensado esa posibilidad. Sabes que no confío mucho en el resto de la gente.
-Pero tienes que confiar, sino no vamos a llegar a ningún lado - me pasa sus manos por mis brazos, y con cariño me habla- Kate, mi amor, por favor, piensa en esa posibilidad. Sabes que es la mejor.
-La pensaré, pero la decisión que tome la diré después de llegar a Singapur.
-Me parece bien.
-Eric, tengo que recoger mis cosas y llevarlas a mi barco.
-¿No te puedes quedar aquí?
-Tengo que estar con mi tripulación.
-No, tienes que estar conmigo. Me debes meses de besos, abrazos, caricias, susurros a media noche y cosas más indecentes- esto último lo dice de una manera más pícara, y poniendo su sonrisa de medio lado que me vuelve loca.
Me acerco mucho a él, prácticamente no hay espacio de separación entre los dos. Estoy tan cerca que si hablo mis labios rozaran los suyos.
-Pues tendrás que venir conmigo, yo no me puedo quedar aquí.
Con cada roce de nuestros labios siento como Eric se estremece, y como sus manos, que antes se paseaban por mis brazos ahora buscan el cierre de mi corpiño. Pero en cuanto lo encuentra yo me separo de él, dejándolo con los ojos cerrados, la boca entre abierta y las manos suspendidas en el aire mostrando donde estaba yo segundos antes.
Voy hacía la cama a toda velocidad, cojo el blusón que utilizo para dormir, alguna que otra cosa más y salgo escopeteada del camarote. Oigo como Eric se pone en marcha detrás de mi, supongo que está yendo lo más rápido posible para alcanzarme, pero esos segundos de aturdimiento le pasan factura y no llega a pillarme. Cuando el llega a la cubierta yo ya estoy en un bote en dirección a mi navío.
Lo veo en la barandilla de la cubierta cogido a la red que sube hasta al mástil. La luz de la luna y de las lámparas de aceite lo iluminan, su postura es prepotente y su gesto es serio, pero sé que por dentro está feliz. Antes de que yo lo supiera él ya sabia que me había hecho cambiar de opinión.