Capítulo 38

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Estoy sentada en el suelo de la habitación mientras leo un libro para aplacar los impulsos asesinos que siento ahora mismo contra Khalan. Oigo que se abre la puerta. No me giro, ni me levanto, por la hora sé que es Khalan.
- Mi dulce flor del caribe- Si es Khalan. -esta noche te tengo una sorpresa.
Ve que no le contesto y que ni siquiera me he levantado del suelo.
- Mi dulce flor, una diosa como tú no debería de sentarse en el suelo, tienes una cama, un escritorio...
-Estoy en el suelo porque me apetece.
Viene donde estoy y me levanta, no le gusta que lo mire des de abajo, dice que su diosa siempre tiene que mirar por encima del hombro
- Esta noche cenaras conmigo- lo voy a interrumpir pero no me deja- cenar as conmigo y con el resto de mis esposas, quiero que las conozcas, ellas tienen que saber que ahora tu eres mi futura mujer y que estarás por encima de ellas en la jerarquía, aunque seas la más reciente.
Voy a contestarle cuando justo me acuerdo de lo que le ha a hecho a Eric y quiero vengarme, y lo haré en la cena.
- De acuerdo,- le digo con el intento de una sonrisa, pero que es más falsa...
-Qué bien que ya empieces a colaborar, pensaba que me costaría más convencerte. Ahora mandaré a alguien a que te ayude a vestirte, el traje te lo traerán, es un vestido que he pedido expresamente para ti, es único en el mundo.
Me coge la cara y me da un beso en la frente.
- Me encantas cuando eres así de sumisa dulce flor del caribe. Nos vemos en la cena.
Se separa de mi y se va. Dios cada vez lo soporto menos, pero bueno a ver si Lucrecia me trae la información que le pedí y así me puedo comunicar con Andrew o con Cuatro.

A los cinco minutos de irse Khalan llegan dos chicos con una bañera de agua y detrás de ellos las chicas que siempre me ayudan a cambiarme. Me desvisto y me meto en la bañera, el agua está perfecta, la chica peliroja me lava el pelo mientras que la morena está preparando el vestido exclusivo de Khalan y todos sus complementos. A los veinte minutos salgo de la bañera y me ayudan a secarme. Me empiezan a poner el vestido. Primero me ponen unos pantaloncitos cortos de encaje, que me tapan mi parte íntima, luego me empiezan a poner capas y capas de faldas, creo que llevo un cancan, una falda de tul y por último una de seda, al menos es por lo que parece por el tacto, luego me ponen el corpiño, se cierra atrás con cordones, me llega hasta el culo, me lo apretan y siento como se me escapa el aire de lo fuerte que lo aprietan.
-Aflojarlo por favor- ellas niegan- No podre sentarme y tampoco respirar, aflojarlo un poco.
Se miran entre ellas y me lo aflojan un poco. A mí me dirán lo que quieran de las torturas del calabozo, pero no hay peor tortura que llevar puesto un corpiño.
Ellas siguen con el resto del vestido, y cuando do acaban me llevan delante del espejo para que me mire.

La verdad es que el vestido es precioso, es de color marfil con bordados hechos con hilo de oro y plata, el corpiño es de palabra de honor, y con lo que me lo han apretado hace que mi pecho se vea aun más, la tela de la falda por lo que veo es de seda salvaje, ya que tiene un brillo especial y espectacular. Me ayudan a ponerme los zapatos, también de color marfil. De joyas me ponen unos pendientes largos de los cuales cuelgan pequeños diamantes y un brazalete de oro con pequeñas piedras preciosas incrustadas. Todo esto debe valer una fortuna, no sé cómo es capaz de pagar todo esto si tiene otra siete esposas más.

Oigo unos golpes en la puerta y al momento entra el general Collins.
- Señorita Everdeen, la están esperando. Khalan quiere que se ponga esta capa.- Me muestra una capa de terciopelo azul noche con un broche de plata.
-¿ No es en el palacio la cena? - le pregunto.
-No mi señora. La cena se celebra en el otro palacio, este es el de las dependencias. El otro es mucho más lujoso y más impresionante, y Khalan siempre que puede se lo recuerda a sus aliados. Supongo que la quiere impresionar.
-¿ Por qué dices "supongo"?
- Porque sé que usted no se impresiona con cualquier cosa, su manera de comportarse y su vocabulario es el de una mujer culta, ha conocido el mundo a través de los libros, así que sé que será difícil que se impresione.
No le contesto. Las chicas me delinean los ojos para que se me vean más, y me ponen la capa.

Collins me espera fuera de la habitación, hacia tiempo que no salía de entre esas cuatro paredes. Nos montamos en un carruaje y en menos de 15 minutos llegamos al otro palacio.
La verdad es que el palacio es increíble, es todo de color blanco, el material debe de ser mármol, los tejados de las cúpulas son de oro, y hay un millón de esculturas de marfil, de mármol... Hay retablos, y muchas puertas de madera con filigranas preciosas. Me llevan por varios pasillos hasta llegar a una puerta enorme que supongo dará al comedor. El general entra dejándome a mí con dos guardias, a los dos minutos vuelve a entrar. Cuando me voy a quitar la capa el no me deja.
-Tiene que entrar con la capa y que la tape completamente, se tiene que poner también la capucha.
-¿ Por qué?
-Son órdenes de Khalan- en cuanto dice eso las puertas se abren pero no oigo nada, todo está en absoluto silencio.
Entro. Todo el mundo esta de pie en su sitio para cenar, las mesas están puestas en forma de "U" , la mesa del fondo es muy larga, veo a muchas mujeres, y a Khalan en el medio, me imagino que son todas sus esposas. Según me acerco puedo distinguir mejor las caras, a la izquierda de Khalan está Lucrecia, no sonríe, pero esta impresionante, va con un traje negro y azul,y a su lado hay un chico joven, de mi edad, debe ser el único hijo que tubo con él.
Paro de andar cuando llego delante de la mesa larga, todos me miran. Khalan se acerca a mi y coge mi mano.
- Mi dulce flor del caribe, te presentaré a mí esposas y a mis hijos y a toda la corte de Singapur. Esposas mías, está es Katniss Everdeen, Calipso, la diosa de los mares y de los vientos. Será mi futura esposa, y será mi primera esposa, estará por encima en la jerarquía- veo que ninguna pone mala cara, no lo deben de querer mucho o actúan muy bien- Calipso, muestrate.
Me imagino que se refiere a que me quite la capucha y la capa. Separo mi mano de la de él y me quito la capucha, luego desabrocho el broche y dejo que la capa caiga, y es en ese momento cuando oigo a varios hombres suspirar y veo como Khalan se enorgullece, cuando sepa la mala víbora que soy cuando quiero, dejará de estarlo.
- Señores, ella es vuestra futura señora- me muestra como si fuera un objeto, de verdad, quiero matarlo- sentemonos.

Todos se sientan, Khalan me sienta a su derecha.
- Katherine- me llama Lucrecia- soy Lucrecia- está actuando- y el es mi hijo Nuño es el heredero del imperio de mi marido- eso último se lo tenia muy callado.
- Lucrecia, ella a partir de pasado mañana será mi primera mujer y sus hijos serán los herederos.- le regaña Khalan.
-Katherine, mi padre no mentía sobre tu belleza, es un honor conocerte, pero me resulta extraño que tu vayas a ser esposa de mi padre siendo más joven que yo. Padre creo que seria mejor que fuera mi primera esposa, tu ya tienes siete, para mi seria la primera y la única, la trataría como la diosa que es.
Nuño me ha dejado sin palabras. Sólo lo puedo mirar, no pensaba que fuera a plantarle cara a su padre, y menos por una mujer.
- Nuño, no.- esa es la contestación de Khalan.- Mi dulce flor, tengo una sorpresa para ti, se que esto te va a encantar. Traed mi regalo- les ordena a los guardias.
Al minuto entra el general Collins con un látigo, una espada y varios artilugios que no tengo ni idea. Detrás de él entran dos guardias y tras estos otro dos con un joven que arrastran. ¿ Qué le habrán hecho a ese pobre chico?
- Calipso, mi regalo es que puedas liberar tu furia contra los mortales que te encerraron. Quitadle los grilletes, y que se postre.
Los guardias hacen lo que les ordena. El chico va con unos pantalones blancos impolutos igual que la camisa, pero lleva la cabeza tapada por un capuchón.
- Mi dulce flor, ven conmigo- me toma de la mano y me lleva delante del muchacho- quitadle el capuchón. Espero que lo disfrutes, Calipso.
Le quitan el capuchón y le levantan la cabeza al joven.

No.

No puede ser.

Esos labios...

Ese pelo rubio ceniza...

Esos ojos azules como el mar...

La piel golpeada, morada, con sangre....

Eric.

La foto del multimedia es para que os hagáis una idea del aspecto de Eric.
Espero que os haya gustado. ¿ No os entran ganas de matar a Khalan? Porque a mí si y eso que soy la que lo escribe jajajaja.
Saludos =D

Mi corazón robado por un pirataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora