️⚠️️ESTE CAPÍTULO CONTIENE CONTENIDO SEXUAL, LEER BAJO VUESTRA RESPONSABILIDAD⚠️
Eren
Ni siquiera sabía por qué le había escrito en primer lugar. Fue una acción que mi cuerpo hizo sin consentimiento alguno. Simplemente cuando me quise dar cuenta ya estábamos hablando sobre esa tal Annie. No sé por qué comencé a hablar sobre su novia(que no era su novia al final) ni por qué mi cuerpo quería jugar con aquel niño de cabellos dorados. No era normal, además me había dicho Erwin estudiar y eso era la que iba a hacer por mucho que odiara acatar órdenes. Él era un hombre pero quería explorar su cuerpo. Era como una atracción incomprensible. Siempre imaginé cómo sería hacerlo con un hombre e incluso llegué a intentarlo con un tío en una fiesta, la verdad es que iba bastante borracho y un poco fumado, pero al final no hicimos nada. No me acuerdo muy bien, creo que me quedé dormido o que le aparté, tampoco me acordaba de su cara y no es que me importara. Desde entonces no he vuelto a intentarlo por el mero hecho de que me daba muchísimo pereza.
Pero con Armin era diferente, su inocencia me hacía querer volverlo demonio, y su cuerpo en un juguete sexual en donde podía experimentar con él, darme placer con él. Y la simple imagen de Armin debajo mía, gimiendo mi nombre entre jadeos, arañando mi espalda por puro placer, arqueando la suya, abriendo sus húmedos labios para que mi lengua los penetrara. Su cuerpo bañada en sudor mientras se movía al vaivén de mis estocadas. Su pelo despeinado sus ojos en blanco al llegar a su éxtasis. Dios mío, solo el puto pensamiento me ponía duro. Y estaba muy pero que muy mal, porque solo lo conocía de hacía unas horas y nada más. Pero es que su imagen para mí era como un ángel caído del infierno, que había venido solo por mi, para volverme loco. Y al pensar ese mismo pensamiento y empalmarme decidí que ya era hora de dejar de escribirle.
Le respondí de la manera más cortante que pude para que no siguiera escribiéndome, ya que entre las piernas tenía un miembro duro por su culpa que palpitaba y pedía atención. Y el pensamiento de ir a una fiesta cruzó mi mente, desquitarme con alguna chica de allí y fin. Pero por pereza no quise salir de casa, así que decidí remediar mi problema de la manera tradicional.
Me introduje en el cuarto de baño y cerré la puerta con pestillo, ya que no quería que Mikasa entrara y me viera de esa manera. Bajé mis pantalones de chándal y me los dejé por un poco más abajo de las rodillas, junto a mis bóxers grises y negros que delineaban mi erección.
Me senté en la tapadera del inodoro y todo mis pelos se elevaron al sentir el frío material contra mis nalgas y mis calientes muslos, pero no le di importancia. Miré hacia abajo y vi lo dura que estaba solamente por un pensamiento. Me permití cerrar los ojos e imaginar que Armin estaba ahí conmigo, en ese mismo baño, sentado sobre mis muslos y mi gorda y caliente erección. Su redondo culo moviéndose sobre mi, sus pequeñas manos en mi cuello ayudando a que se impulsara.
—Te gusta así ¿Verdad?—. Incluso si llevaba una pregunta al final de la frase había sido una afirmación.
Su voz estaba tan gravada en mi mente que había conseguido incluso recordarla en mi fantasía sexual.
Sentí su lengua humedeciendo mi lóbulo de la oreja derecha con lujuria y no pude evitar gruñir. Mis manos viajaron a sus caderas, pequeñas y curvas. Tan sexy.
—A mi también me gusta—susurró con deseo sin dejar de moverse.
Sentí su mano viajar hacia mi erección, acariciándola con suavidad, sus fríos dedos en envolviéndola con determinación. Dejé caer mi cabeza hacia atrás y abrí mis labios dejando que todo mi cuerpo se llenara de todas esas sensaciones.
—¿Quieres que te la chupe?—preguntó con inocencia, juntando un poco sus hombros para que sus apetecibles pezones, rosados y endurecidos, quedarán más cerca de mi cara.
Joder que caliente, y era una puta fantasía sexual, pero me dejé llevar por mi imaginación.
—¿Quieres que me meta en la boca tu dura polla?—comentó suciamente mientras se llevaba a la boca su mano para chuparla y continuar moviendo esta sombre mi erecto pene.—¿Quieres follarme la boca?—Su respiración en mi cuello mandó corrientes eléctricas por toda mi complexión física y un cosquilleo se instaló en mi estómago al escuchar las guarradas que Armin me decía mientras me masturbaba.
Asentí rápidamente, queriendo sentir sus húmedos labios en mi polla y su lengua chupándola como si fuera lo más rico del mundo entero.
Mi imaginario Armin se agachó delante mía y tomó mi pene entre sus dos manos. Sus ojos centelleaban con deseo y pasó con hambre la lengua por sus labios rosados y gruesos.
Su lengua recorrió toda mi longitud, desde el glande hasta los testículos, que los succionó con más deseo del que pensaba. Y me hubiese gustado durar más, pero mi autocontrol tenía un límite y cuando sus ojos se unieron con los míos, con su lengua echando saliva por todo mi falo, con una media sonrisa, le agarré se su imaginario cabello rubio y metí de una toda mi polla en su boca, permitiendo que un gran gemido se escapara de mis labios. De entre los suyos solo se escapó un sonido de ahogo, con sus ojos cristalizados y su boca totalmente abierta. Comencé a moverme escuchando los suaves jadeos de Armin y sintiendo como una de sus manos masajeaba mis testículos y otra la parte que no cabía en su cavidad bucal.
Sentía que cada vez estaba más cerca de llegar al éxtasis, con el fuerte nudo de mi vientre a punto de explotar, pero, antes de que eso pasara, Armin se sacó mi longitud de su boca para hablar.
—Córrete en mi boca—suplicó—quiero probarte—susurró otra vez con una inocencia irreal. Si no lo estuviera viendo chupando mi polla pensaría que era un maldito ángel.
Y así hice, y con unas últimas estocadas me vine en su boca, que quedó llena de mi esperma. Se lo tragó del tirón y me miró con una sonrisa bailando de entre sus labios. Le agarré de la barbilla y me acerqué a él.
—¿Lo hice bien?—su inocencia me mataba.
Abrí los ojos cuando alguien llamo a la puerta.
—Eren sal ya que quiero ducharme—se quejó Mikasa.
—Tienes un baño en tú habitación—me quejé escondiendo mis jadeos por la anterior acción.
—Ya pero aquí me gusta más, el agua sale más caliente—aseguró.
Yo gruñi por lo bajo sin ganas de discutir.
—Dame unos minutos, ahora salgo.
Escuché sus pasos alejándose y pude respirar con normalidad otra vez.
Estaba bien jodido. Armin era algo prohibido, no podía tener y tampoco quería tenerlo, eso había sido un error.
Me propuse no hablar de esto con nadie y no hablarle más al chico de cabellos dorados, solo en las tutorías y si era estrictamente necesario.
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⚠️LEER. IMPORTANTE⚠️En este fic los hombres pueden tener hijos/as con otros hombres, pero NO es un Omegaverse, simplemente me pareció lindo que este fic existiera un hijito entre Jean y Marco❤️ (y puede que entre otros personajes, pero no estoy segura y no quiero hacer spoilers 😏).
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Lo prohibido || Eremin ✓
RomanceEren es un estudiante de instituto con una personalidad un tanto irascible, gran fama con las chicas, frío y con un aura un tanto terrorífica...vamos, el típico fuckboy. Pero ¿qué pasará cuando le digan que no se graduará con aquellas notas tan medi...