Armin
Cuatro años después
—¡Perla ven aquí! —grité mientras corría detrás de la pequeña. Su cabello rubio como el mío brillaba bajo la iluminación del sol que penetraba los enormes ventanales de casa de mis tíos.
Si os lo estabais preguntando, no, aún no no habíamos mudado de aquella casa y tampoco habíamos comprado una cama de matrimonio, es decir, una cama enorme que suelen utilizar los matrimonios y que por eso de le llama cama de matrimonio. Seguíamos con ambas camas pegadas las unas a las otras y, con el que antes era el de Eren, habíamos construido la habitación de Perla y Carl. Habíamos tenido otro hijo a los dos años de haber concebido a Perla, ya que no aprendimos la lección y volvimos a hacerlo sin protección. Eren le había querido llamar Carla, como su madre, pero había resultado ser hombre, por lo que decidió ponerle Carl, que en alemán aquel nombre significaba "Hombre libre".
Eren se había hecho muy famoso gracias a su voz y, cuando se graduó, decidió no ir a la universidad y dedicar su vida a la música. Había tenido bastantes conciertos que le habían dado mucho dinero, más la venta de sus discos, que había llegado a ser el disco más vendido del año. Sus redes sociales también aportaban una muy buena cantidad de efectivo. Muchas empresas le querían como modelo principal para sus marcas. Los primeros años de fama los pasé un poco mal. Apenas podíamos salir de casa sin ser bombardeados con gente y preguntas y yo, al ser el novio de la persona famosa, fui el que más odio me llevé. Decían que estaba con el moreno solo por su dinero y si me veían salir con Marco o algunos de mis amigos me acusaban de estar engañando a Eren. Pero toda esa tensión disminuyó cuando el moreno habló seriamente con los medios. El odio no cesó, pero disminuyó considerablemente. Los fans del moreno solían defenderme en las redes sociales y Eren y mis amigos también.
Hoy era mi cumpleaños y Eren estaba fuera, haciendo una entrevista en un programa de televisión, seguramente volvería tarde, pero tenía a los niños para distraerme, ya que mis tíos se habían ido con Hange una semana a España, concretamente a Andalucía, Sevilla. Me estaban mandando constantemente fotos del lugar.
Corría detrás de Perla ya que había salido corriendo mientras le ponía el pijama, gritando que quería ver a su padre. Suspiré pesadamente. Yo también quería ver a Eren, apenas lo había visto en toda la semana y me fastidiaba que tuviera que faltar el día de mi cumpleaños. Me sentía muy egoísta por pensar de esa manera.
—¡Quiedo ved a papá! —chilló con voz aguda la pequeña rubia. Sus verdosos ojos se habían llenado de lágrimas mientras corría desnuda por toda la casa.
—Perla, si quieres ver a papá primero tienes que ponerte el pijama —ordené firmemente, intentando que mi seriedad no se esfumara con los jadeos cansados por perseguir a la de orbes turquesa, como los de su padre.
Perla podría tener el mismo cabello que yo y la misma nariz abotonada, pero era idéntica a su padre. Era igual de cabezota e intensa con todo; gritaba, pataleaba cuando se enrabietaba...También tenía dislexia y , por supuesto, hiperactividad. Era imposible gastar su energía. No lo gustaba leer y le encantaban los juegos en los que había que matar y su padre, como era igual que ella, le había comprado juegos de justo eso.
—¿Si me pongo ed mijama veo a papá? —preguntó dejando caer su cabecita hacia un lado, haciendo que sus despeinados cabellos cayeran hacia allí.
—'Pijama', Perla, se dice pijama —corregí suavemente. Tenía problemas para hablar y leer, pero yo le ayudaba con eso cada vez que podía. Ella asintió y hundió sus cejas en concentración.
—Pi- pi- pimama —Sonrió triunfante y me miró buscando una respuesta. Yo no pude decirle que estaba mal pronunciado mientras esos ojitos me miraban con aquella esperanza, así que asentí con una risita y me agaché mientras abría mis brazos para que se acercara mi bebé.
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Lo prohibido || Eremin ✓
RomanceEren es un estudiante de instituto con una personalidad un tanto irascible, gran fama con las chicas, frío y con un aura un tanto terrorífica...vamos, el típico fuckboy. Pero ¿qué pasará cuando le digan que no se graduará con aquellas notas tan medi...