Armin
¿Por qué de todas las personas en este mundo tenía que ser Eren quien se encontrara con la maldita pulsera? Además, no lo entendía, la había escondido demasiado bien para ser encontrada, bajo unos libros de biología ¿Quién querría mirar debajo de unos libros de biología? Obviamente que tenía que ser Eren que querría mirar debajo de los libros, pero lo ocurrido ya no se puede cambiar. Y lo peor de todo era que después de esto tendríamos que vernos todos los días al finalizar el colegio para estudiar, hasta que llegara la graduación y, con ella, el final del curso. Y para que ese final llegara todavía quedaban unos ocho meses aproximadamente.
Cerré y abrí las manos seguidamente, ya que sentí como, por culpa de la ansiedad, comenzaba a sentir los dedos entumecidos. Intenté pensar lo bueno de la situación, como el tío Erwin me había recomendado, para poder calmar mi caótica respiración.
A ver...lo bueno era que sabía la verdad pero, ¿Era eso realmente algo bueno, o malo?
Justo cuando estaba a punto de entrar en absoluto pánico, escuché la puerta de mi habitación chirriar y mi cabeza salió disparada hacia el sonido.
Mi abuelo no sabía nada me mi sexualidad.
Pero me tranquilicé notoriamente cuando me percaté de que quién descansaba en el marco de la puerta era el tío Levi, con una ceja alzada y con la mano derecha apoyada aún en el picaporte de la puerta.
Sus ojos escrutaron mi habitación hasta caer sobre la mano con la que Eren estaba sujetando la pulsera que tantos problemas estaba trayendo. Sus ojos pasaron de esta a mí y de mi a la pulsera.
Suspiró pesadamente y se aclaró la garganta.
-No me puedo creer que vaya a hacer esto...-dijo en un susurro casi inaudible, pero como yo estaba más cerca de él que Eren, pude escucharlo. Se acomodó un poco el cuello de la camisa y se apartó el cabello de la cara para seguidamente hablar, sin ningún tipo de expresión en su rostro, simplemente con sus frívolos ojos posados sobre la pulsera-¡Oh, no! Mi pulsera ¿Dónde estaba? La había perdido-exclamó con voz monótona. Eren lo miró confundido y yo enrojecí al instante.
-Tío Levi-susurré para llamar su atención, que estaba totalmente puesta en el trozo de tela de diferentes colores, los colores de la bandera gay. Sus gélidos ojos se posaron en los míos al instante y supe que si no lo conociera desde antes de nacer, un escalofrío hubiese recorrido mi espalda.-ya lo sabe-informé, aún susurrando, con miedo a que si levantara la voz esta temblara y terminaría rompiéndose.
Su mirada se posó sobre el de ojos turquesa, que se tensó al instante, y pude ver como comenzaba a sudar nerviosamente. En otras circunstancias me hubiese reído.
-¿Te insultó o algo...? Tranquilo, Armin, puedes decírmelo, solo le romperé las piernas-informó con una sádica sonrisa de medio lado que me dio escalofríos incluso a mi. Levi nunca sonreía, al menos no enfrente de nadie, y, cuando lo hacía, daba verdadero miedo.
Mi corazón saltó con miedo al ver como se acercaba lentamente a Eren.
-¿Qué? ¡No! ¡Claro que no me ha insultado-La mirada que me echó me dejó que no se lo creía por lo que tuve que añadir algunas palabras más-No me ha hecho nada, tío, te lo prometo. Si lo hubiera hecho te lo hubiese dicho-mentí, seguramente no se lo hubiese dicho pero eso en ese momento daba igual.
Nos quedamos un momento mirando a los ojos del otro. Mi tío buscaba algún indicio de mentira en mi mirada, cosa que no iba a encontrar. Me costó un poco sostenerle la mirada pero con esfuerzo al final lo conseguí.
Levi finalmente retrocedió algo insatisfecho y pude permitirme respirar con normalidad. Justo en ese momento una cabeza salió de detrás de el marco de la puerta. El tío Erwin, que traía en sus manos un vaso de cristal totalmente vacío, paró en seco cuando se percató de la atmósfera que había en el lugar. Se percató también de la pulsera que sostenía Eren entre sus dedos y arrugó las cejas con confusión. Miró a su marido buscando una explicación pero Levi simplemente se encogió de hombros y apartó la mirada algo enfadado. Uhh seguían peleados.
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Lo prohibido || Eremin ✓
RomanceEren es un estudiante de instituto con una personalidad un tanto irascible, gran fama con las chicas, frío y con un aura un tanto terrorífica...vamos, el típico fuckboy. Pero ¿qué pasará cuando le digan que no se graduará con aquellas notas tan medi...