Capítulo 4

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Extrañaba a Jimin, realmente extrañaba a mi hermano mayor, pero tuve que alejarme de él.
La relación no iba a ser igual que antes después de lo que había sucedido entre nosotros.

Sabía que lo había lastimado y podía notarlo porque no se acercaba a mi como antes, ahora lo hacía con mucha cautela.

¡Gracias al cielo!

En esos días, me pasaba más tiempo con Sunha para huir de la incomodidad de estar con él. Procuraba que Jimin nos escuchara follar cuando estábamos en casa para sacarlo más del error en el que se encontraba.

Afortunadamente Jimin iba a la academia de baile todos los días así que no teníamos tanto tiempo para estar a solas.

En los momentos que coincidíamos solos en casa, Jimin me preguntaba si quería jugar o ver una película y yo me negaba. Me metía a mi habitación y no salía.

Cuando estábamos con mis padres, no dejaba de mirarme y ambos fingíamos que todo estaba bien, excepto que yo, como el jodido idiota que era, le lanzaba insultos para alejarlo de mi todo lo que pudiera.

Hoy te ves del carajo. Hoy tus cachetes se ven enormes. Creo que estás engordando. Hueles terrible. Toda clase de idioteces de las que me reía y él intentaba fingir que le hacían gracia, que solo era parte de una relación entre hermanos.

En el fondo sabía que le dolían, pero era necesario alejarlo y hacerle saber que de ninguna manera lo veía atractivo.

Pero ese estúpido teatro se vino abajo...

Un día en el que Sunha tuvo que salir con sus padres el fin de semana. Fue a un viaje familiar y no pude acompañarla.

Después de todo, necesitaba un respiro. Me la pasaba diario con ella y llegando a casa me hacía llamarla, comenzó a hacerme sentir asfixiado. El sexo era bueno, no podía quejarme pero era demasiado agobiante cumplir sus exigencias, solo porque sus amigas le aconsejaban que era lo correcto.

El sábado me levanté tarde y Jimin ya se había ido, afortunadamente. Me pase todo el día jugando videojuegos en la sala, no era lo mismo sin mi hermano pero era parte de estar alejados por el bien de ambos.

Por la tarde Jimin regresó a casa, acompañado. Estaba tomando una siesta en la sala cuando las risas de ambos me despertaron.

—Hola Kook, perdón si te desperté.—dijo Jimin. —Te presento a Taehyung.
El chico me extendió la mano.—Él es mi hermano, Jungkook.

—Taehyung y yo vamos a pedir comida. ¿Quieres algo?—preguntó Jimin.

—No, gracias.— fue lo único que respondí.

Me encerré en mi habitación, incluso con Taehyung ahí, el ambiente era incómodo entre nosotros, pero el hecho de que Jimin trajera a alguien a casa, me molestó.

Así que más tarde, bajé con la excusa de ir por agua a la cocina y lo que vi no me gustó nada, por primera vez sentí celos.

Taehyung y Jimin estaban acurrucados y riendo, era obvio que coqueteando entre ellos. Por unos minutos me quedé en silencio observándolos. Jimin no me había hablado de él antes, jamás había traído a nadie a casa, supuse que era especial.

El estómago se me revolvió solo de pensar que esos dos estaban teniendo algo.

Y como lo mencioné, soy un idiota. Cuando vi que Jimin se puso a horcajadas sobre él y lo rodeó por el cuello, enfurecí.

—¡Jimin!—levante la voz haciéndolo sobresaltar.—¿!Podrías venir un minuto!?

Jimin le susurró algo en el oído a Taehyung antes de levantarse y venir hacia mi, y maldita sea si eso no me afectó más.

—¿Qué necesitas?—dijo cruzando los brazos.

—No deberías de estar haciendo esto en nuestra sala.—fue lo único que se me ocurrió decir.

—No estábamos haciendo nada malo.—dijo rodando los ojos.

—Prácticamente estabas encima de él.—regañé.—Es incómodo tener que bajar y ver eso.

—Lo siento, iremos a mi habitación.—sonrió.

¡Genial! Eso empeoró todo.

¿Es tú novio o algo así?—solté con un poco de desesperación.—Porque no me gusta para nada.

Eso no sonó muy bien, Jungkook.

Jimin se encogió de hombros.—A mí tampoco me gusta la tonta de tu novia, supongo que entiendo como te sientes, pero que se le va a hacer. Subiremos a mi habitación para no molestarte.—espetó dándose la vuelta.

—Jimin, no puedes hacer eso en casa.—Lo tomé del brazo para detenerlo.

—¿Por qué no? No hay nadie más en casa y tú follas con tu novia en tu habitación siempre.

Esa respuesta me hizo hervir la sangre, el descarado estaba diciendo que pensaba follar con el idiota que había traído a casa. Quise controlarme pero el hecho de imaginar a Jimin desnudo con ese tipo se llevó mi autocontrol.

—¿Tanto te gusta que lo traes aquí para follar?—gruñí.—Y decías que yo era el que te gustaba.

¡Maldición! Eso último no debí decirlo , ahora sonaba como un verdadero idiota celoso.

—¿Estás celoso?—Jimin estaba comenzando a disfrutar el momento.

Miré por encima de su hombro hacia donde estaba Taehyung para ver si nos había escuchado, afortunadamente estaba metido en su celular.

—Por supuesto que no. Ya te dije que no me gustas.

—Kook, solo tienes que pedírmelo. Si te molesta que Taehyung esté aquí, solo dilo y haré que se vaya.—murmuró con un tono meloso haciendo que mi polla se retorciera.

Jalé aire apretando los párpados. Tenía la respuesta, pero no era la correcta. Quería que el tipo que había traído a casa se largara y no lo tocara más, pero no podía decirlo. No era lo correcto.

—Entonces Taehyung y yo subiremos a mi habitación.

—Sé lo que estás tratando de hacer, Jimin.—murmuré apretando la mandíbula, Jimin me conocía perfectamente y sabía cuando estaba conteniéndome.

—¡Solo dilo, Kook! Deja esta actitud de mierda y dilo.

—¡Dile que se largue!.—gruñí sin pensarlo y giré para meterme a mi habitación.

Finalmente había dicho lo que realmente quería. Ahogue un gritó y pateé mi cama. Estaba jodido,
Jimin tenía ese efecto sobre mí y yo no pude evitarlo. Comencé a tratar de idear una explicación, sabía que Jimin vendría a mi y no iba a librarme tan fácilmente de él.
Esa pequeña y sexy criatura era obstinada y siempre se salía con la suya.

Mi hermosa tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora