Capítulo 9

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—¿Por qué no le dices a tu padre lo que de verdad quieres?—soltó Jimin apenas entramos a la habitación.

—No sé de qué hablas.

—Kook, tú no quieres ser abogado.

—Si, si quiero.—me giré para tomar mi pijama pero Jimin me detuvo tomando mi brazo.

—Es tu vida, Jungkook. El ya ha vivido la suya, no puedes todo el tiempo hacer lo que él quiera.

—Jimin...—apreté los ojos.—Ya está decidido, no es tan malo ser abogado.

—Pero eso no te hará feliz.

—Por supuesto que lo hará.

—¿Hasta cuando vas a dejar de vivir tu vida de acuerdo a lo que crees que hace feliz a tu padre? El ya tiene su vida...

—Me hace feliz, que este feliz.—me encogí de hombros.

—Estoy seguro de que si él supiera que es lo que de verdad quieres, te apoyaría...yo también te amo, Kook y quiero que seas feliz. Así es como funciona esto del amor, te alegras por ver a la persona que amas, alcanzar sus sueños y tú sueño es estudiar pintura.

—No estoy seguro de que ese sea mi sueño.—me encogí de hombros.—Es mi cumpleaños ¿podríamos cambiar de tema?

—Solo porque es tu cumpleaños.—sonrió.—Pero no me daré por vencido con esto...

—Lo sé, tú nunca te das por vencido.

Esa era la gran diferencia entre Jimin y yo.

Él siempre hacía lo que quería, era un alma libre al que nunca le importaba lo que los demás pensaran. Yo era todo lo contrario, tenía que vivir de acuerdo a las reglas, haciendo lo correcto. Ser el hijo perfecto.

A Jimin, jamás le importó que en la escuela todos especularan acerca de su sexualidad. Si reprobaba alguna materia, se lo decía con toda confianza a su madre y ella lo consolaba. Desde muy joven le dijo a nuestros padres que estudiaría danza y su madre lo apoyó sin pensar.

Una parte de mí lo envidiaba. Otra, lo admiraba.

Yo evitaba bajar mis calificaciones, si por algún motivo me iba mal, temblaba tan solo de pensar decírselo a mi padre. Cuando eso sucedía, Jimin lo notaba. Así que llegaba y comentaba cosas como "Esta vez a Kookie, no le fue tan bien, pero ya le dije que el mundo no se acaba" y de esa manera me libraba de la carga de tener que confesarlo. Mi padre me daba un pequeño recordatorio de lo importante que era mejorar mis notas y eso era todo.

Si alguien en la escuela se burlaba de la sexualidad de mi hermano o lo llamaba "maricón" lo golpeaba sin dudar y Jimin me recordaba que no era necesario, "Déjalos, no están tan equivocados."

Varias veces nos metimos en problemas por sus imprudencias, pero nunca me dejó solo.

Y sabía que esta vez, sería insistente en qué yo estudiara pintura. Eso no era lo que me preocupaba...

Lo que me preocupaba, es que tuviéramos una atracción sexual, eso me tenía estresado. ¿Que iba a decir su madre de esto? Yo, su hermano menor el que siempre hace lo correcto, que lo protegía y consolaba. Y ni siquiera pensar en mi padre, estoy seguro de que me mataría si se enterara. Jimin estaba siendo inconsciente. Estudiar Derecho era lo mejor para estar alejados, si decidía estudiar pintura tendría que ir a la misma escuela. En cambio si iba a Derecho, nos alejarían algunos Kilómetros para bien.

Me metí al baño para ponerme la pijama, no era seguro desnudarme enfrente de mi hermano. Antes lo hacía con toda confianza, pero todo cambio desde que ambos supimos de la atracción que existía.

Salí de la habitación y ¡maldita sea! Ahí estaba Jimin otra vez recostado con una mano detrás de su cabeza, en la otra su celular y una pierna flexionada. ¡Parecía un maldito modelo sacado de una revista! Trague saliva y pase mi mirada de su entrepierna abultada a su perfecto abdomen marcado. Jimin se percató de mi incomodidad y sabía que estaba en problemas.

—¿Te gusta?—dijo con una sonrisa lasciva.

—¿De qué hablas?—desvíe mi mirada de su cuerpo.

—Del hotel, por supuesto.—se burló.

—Si, es lindo.—fingí.

Que patético eres Jungkook.

—¿Quieres ver una película Kookie o tal vez podríamos divertirnos juntos y celebrar que eres mayor de edad?—ahí estaba otra vez esa maldita sonrisa, Jimin estaba divirtiéndose a lo grande conmigo. Me sentía patético.

—¿A qué te refieres con divertirnos?—pregunté, algo dentro de mi me obligó a no dejarme intimidar.

—Lo que tú quieras hacer, Kookie. Es tu cumpleaños y hoy me siento complaciente.—Jimin flexionó las dos piernas sugestivamente.

—¿Eso te encantaría , verdad?—Mire su entrepierna sin disimular. Jimin se veía demasiado caliente con su torso desnudó y esa mirada que me desnudaba. Me estaba aferrando con todas mis fuerzas a mi autocontrol pero Jimin ya me tenía duro con la simple imagen.

—Estoy seguro de que nos encantaría a los dos.—mordió su labio inferior sonriendo.

—Jimin, no hagas las cosas más difíciles.—murmuré cuando regresó un poco de mi consciencia.

—El único difícil aquí eres tú, Jungkook...No puedes negar que también me deseas.—Jimin comenzó a acariciar su entrepierna y ¡joder! Mi erección comenzó a doler.—Que mueres por saber que se siente estar dentro de mi y estás lleno de frustración por ello.

Jimin pudo ver un cambio en mi expresión, como si pudiera leer mis pensamientos.

—Entonces has pensando en ello.—sonrió con la mirada pesada. Su erección empujaba sus bóxers. Decidió arriesgarse más y metió su mano dentro para seguir tocándose.

No imagino la cara que tenía en ese momento pero por la expresión de Jimin, supuse que él ya sabía que estaba acabado.

—Yo también te deseo Jungkook, más de lo que te imaginas. Muero por tenerte dentro de mi, que me folles duro.

Y eso fue todo, gemí en respuesta ante la imagen caliente de Jimin tocándose, deseoso de tenerme y él se levantó para jalar de mi mano y sentarme junto a él.

Comenzó a besar mi cuello y por alguna maldita razón mi cerebro estaba congelado. Sabía que estaba mal pero me hacía sentir tan excitado que no pude reaccionar de otra forma que no fuera gemir cuando sentía su aliento pararse por mi piel.

Jimin se aventuró más, puso su mano en mi polla y comenzó a acariciarla por encima de mis pantalones de pijama. Se sentía tan bien, incluso con la tela de mi ropa entre nosotros.

—Estás duro para mi y yo para ti, Kookie.—susurró en mi oído.—Deja de pensar en lo que está mal y disfruta por ahora.

Jimin me besó y entonces, supe que ya no había vuelta atrás. Lo quería, quería follarlo hasta cansarme. Lo había deseado desde hace mucho y aunque luché para no caer ante la maldita tentación, era demasiado tarde.



Les dejo otro capítulo, por alguna razón estoy avanzando mucho cada día. No tengo hora ni día para hacerlo pero sé lo que se siente quedarte con las ganas de seguir leyendo. Me he sentido un poco desganada pero estoy trabajando en ello. Otro de los hobbies que tengo es la música y esta semana tengo un evento aquí en mi pueblo y tengo que ensayar, así que trataré de adelantar lo más que pueda para ir dejándoles capítulos y no estar toda la semana sin actualizar.

Gracias a todos los que han gustado de esta historia medio loca. Había leído algunas en donde Jimin y JK son hermanos pero dejaba de leerlas cuando me daba cuenta de que en verdad lo eran y eso se me hacía creepy jajaja así que ahí las dejaba. En esta NO SON HERMANOS afortunadamente así que se pueden dar amor y más 😏😏😏

Mi hermosa tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora