Capítulo 17

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Esta de más decir que volví a sentirme muerto después del rechazo de Jimin. Quería pedirle perdón por todo, pero no tuve el valor.

Regresé a la rutina y comencé a buscar un lugar para mudarme. Lo había pospuesto con la excusa de Nara pero después de la cirugía todo había salido bastante bien. Ahora solo faltaban las quimios y Jimin estaba con ella todo el tiempo.

Tres días después de la cirugía me crucé con el novio de Jimin en el hospital. Odio admitirlo pero parecía un buen tipo.

Me sentí bastante ajeno por primera vez, cuando me di cuenta de que Jimin no me necesitaba. Tenía a su novio, su madre tenía a mi padre y a su hijo y yo, yo solo había llegado a interrumpir la vida de todos.

Una semana después, les dije que me mudaría. Lo anuncié durante la cena, estaban todos,  incluidos mi hermano y Jackson. A Jimin ni siquiera pareció importarle.

—No tienes que irte, Jungkook.—dijo mi padre.—Esta es tu casa y puedes tomarte todo el tiempo que necesites. Nos gusta que estés aquí.

—Lo sé, no estaré lejos.

—¿Vendrás a visitarme?—preguntó Nara.

—Vendré seguido a visitarlos.

—Esta bien.—sonrió mi padre.—Supongo que necesitas tu privacidad, ya eres un adulto. Espero que pronto traigas a casa a una novia formal.

Claro, después de Sunha, jamás había tenido una relación con alguien. Mi padre pensaba que me había convertido en algo así como un soltero alocado y codiciado.

Quería decirle que no había tenido una relación formal porque estaba enamorado de mi hermano que por cierto, me odia y ahora es feliz con un tipo genial. En vez de eso me quedé callado.

Durante el tiempo que me tomó mudarme, Jimin me evitaba. Volvió  a hacer el Jimin que me despreciaba después de ser un idiota egoísta.

—¿Aún sientes algo por el? —preguntó repentinamente Nara, una tarde en la que nos quedamos solos un par de horas.

Yo solo asentí.

—¿Has hablado con él?

—Él me odia.—murmuré.

—No te odia, Jungkook. Jimin no tiene la capacidad de odiar, sobre todo a ti. Solo está enojado.

—Jamás va a perdonarme...Jackson parece un buen tipo. Me dijo que está enamorado de él. No tengo derecho a interrumpir su vida. A veces pienso que no debí volver.

—No digas eso, Kookie. Dale tiempo.

—Jimin ya me superó. Tiene que continuar con su vida.—sonreí.—Yo intentaré hacer lo mismo. Le diré a mi padre que soy bisexual. No quiero que se haga falsas esperanzas esperando a que traiga una esposa. Creo que podría comenzar por ahí.

—Eso estaría bien. Sabes que voy a apoyarte en todo.

—Gracias.

Así lo hice, le confesé a mi padre mi sexualidad y aunque su expresión al escucharlo no fue la mejor. Me agradeció que se lo hubiera contado y se molestó cuando le dije que Nara lo había sabido antes que él.

Le conté que había estado enamorado de un hombre hacía años. Le dije casi todo menos quien era ese hombre. Ya no tenía caso.

Jimin estaba tan fuera de mi alcance y feliz.

Mi padre no pudo evitar sentir pena porque me había guardado tantos años lo que era. Sintió pena porque había estado enamorado y por miedo al que dirán, renuncié a él...a Jimin.

Me mudé dos semanas después a mi nuevo apartamento. Se encontraba a diez minutos en auto de la casa de mis padres.

Los domingos comíamos juntos. Incluido el novio de mi hermano. No la pasaba nada bien. Jackson amaba a Jimin como se merecía y eso me hacía hervir en celos.

Debería de ser yo el que lo proteja. Debería de ser yo el que lo abrace y lo llene de amor. Pero era él.

Una tarde después del trabajo, mi padre me había pedido que comprara unas medicinas para Nara. Las quimios la hacían sentir bastante mal y las necesitaba.

En cuanto baje del auto para dirigirme a la entrada, la puerta se abrió. Jackson salió de la casa y parecía enojado. Me miró con molestia antes de subir a su auto.

Cuando entré a casa, Jimin estaba llorando. Sentado en el mueble de la sala, escondía su rostro entre sus manos mientras sollozaba.

—¿Estas bien?—pregunté sentándome a su lado.—¿Te hizo algo?

El llanto se intensificó.

—Jimin si te hizo algo, dímelo. Te juro que lo mataré...

—¡No!—Se giró a mi.—No me hizo nada. Esto es tu culpa. Todo lo que está pasando es tu culpa.

—¿Mi culpa?—murmuré frunciendo el ceño. No entendía qué demonios estaba pasando.

—Jackson terminó conmigo. ¿Sabes por qué?—sorbió su nariz.—Porque desde que volviste no he podido amarlo como se merece. Desde esa noche en la que tú y yo estuvimos juntos. No lo he dejado tocarme. Me siento como una mierda por haberlo engañado. Le tuve que confesar que le fui infiel. Espero que estes contento. Te odio, Jungkook. No debiste volver.

—Jimin, yo...—lo abracé. Lo abracé tan fuerte temiendo que me rechazara pero no lo hizo. Jimin lloró por un largo rato y yo permanecí en silencio. No sabía qué decirle. Las palabras se quedaron atascadas en mi boca.

Después de unos minutos, se calmó. Limpió su rostro con el dorso de su mano y me miró. Supongo que esperaba que dijera algo.

—¿Le dijiste que fui yo?—fue lo primero que salió de mi boca.

Jimin asintió.

—Yo, lo siento mucho. Haría lo que fuera por ti. Si quieres que me vaya de Seúl, solo tienes que pedírmelo.

—Eres un grandísimo imbécil. ¿Eso es lo mejor que se te ha podido ocurrir?

—Me siento como una mierda, Jimin. Tienes razón, no debí volver. Tú vida estaba bien y solo vine a arruinarlo todo.—puse dos dedos en el puente de mi nariz.

—Lo hiciste. Lo arruinaste todo.

—Estoy seguro de que él te ama. Va a perdonarte.

—No lo creo, no será así de fácil.—negó con la cabeza y sorbió su nariz.

—Solo tienes que pedírmelo y volveré a Busan. Hablaré con él. No tengo nada aquí y creo que esta es la señal.

—¿Tienes a alguien en Busan?—preguntó.

—No. No he tenido a alguien en mucho tiempo.—confesé. Tal vez que Jimin supiera lo verdaderamente patético que era, lo haría sentir mejor.

—Entonces no tienes que regresar. Tienes que quedarte. Aquí está tu familia. Tu padre está feliz de tenerte de vuelta. Si las cosas van a funcionar con Jackson no importa si estás tú o no.

Mi hermosa tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora