Capítulo 7

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¿Recuerdan que les dije que Jimin siempre se salía con la suya? Bueno, pues no es ninguna broma. Para mi maldita suerte, Sunha no iba a poder acompañarnos a ese viaje. Su abuela había enfermado y sus padres decidieron pasar las vacaciones en casa con ella.

¡Fantástico! Tenía dos opciones...la primera, esconderle a Jimin que Sunha no iría y permitir que el idiota de su novio fuera con nosotros para mantenerlo alejado. La segunda, decírselo y dejar todo a la suerte, o a mi autocontrol.

Le di bastante vueltas en mi cabeza, Jimin había vuelto a ganar y eso me tenía molesto. Por supuesto que por ningún motivo pensaba decírselo directamente para que interpretara eso como una invitación a coquetearme descaradamente.

Aún no tomaba la decisión. Pero como si el universo estuviera a favor de mi sexy hermano, termine diciéndolo.

—Chicos, necesito confirmar los vuelos de todos.—dijo su madre.—¿Ya han hablado con sus parejas?

Me quedé en silencio meditando que decir, podía hacer que compraran el vuelo de Sunha y cancelar a ultimo momento para que mi hermano llevara a su imbécil novio.

—Taehyung, está hablando con sus padres.—respondió Jimin.—Tenían vacaciones planeadas pero estoy seguro de que se decidirá por ir con nosotros.Puedes comprar su boleto.

¡Maldita sea!

Sunha no vendrá.—escupí y Jimin me miró con esa maldita sonrisa en sus ojos.—Su abuela está enferma y tienen que pasar el verano con ella.

—¡Oh es una pena, Kookie!— Jimin hizo un puchero hipócrita.

Está bien. Me alegra que Taehyung si pueda venir con nosotros.—murmuré arrepentido de haberlo dicho.

—Creo que eso no sería justo, mamá.—dijo Jimin con el tono infantil que siempre usaba con su madre.—Supongo que habrá otros viajes en los que Taehyung pueda acompañarnos. Dejemos este solo para nosotros, así Jungkook y yo podemos compartir habitación y pasarla bien.

Pequeña mierda inteligente.

Una parte de mí estaba conforme con que el idiota de Taehyung no viniera, la otra estaba preocupada porque sabía lo que eso significaba.
Una semana entera durmiendo en la misma habitación con mi caliente hermano.

Trate de que los pensamientos de lo que podía pasar en ese viaje, no me mantuvieran disperso. Ahora tenía otras cosas importantes en qué pensar...Faltaba poco para decidir qué carrera estudiaría y aunque deseaba desde hace mucho estudiar pintura, mi padre siempre quiso que estudiara para abogado.

Y yo siempre le daba gusto a mi padre.  Desde que mi madre nos dejó, sentí pena por él. El hombre era bueno y amaba a su familia pero mi madre no pensaba igual y se fue con un tipo más joven  que conoció quien sabe donde cuando tenía 4 años.

Sentí que era mi responsabilidad apoyarlo y lo único que me quedaba era ser un buen hijo y obedecerlo siempre. Tal vez, ahora por eso me costaba tanto trabajo pensar en Jimin de otra forma. Mi padre se desilusionaría de mi, su hijo enamorado de su hermanastro. Eso suena fuerte. Y no quería imaginarme la cara de mi padre si se llegara a enterar que Jimin y yo teníamos algo.

Yo era el hijo perfecto, desde que llegó Jimin, me dediqué a proteger a mi hermano  y hacer siempre lo correcto. Mi padre siempre se sentía orgulloso de ello. El hombre amaba a la mamá de Jimin y ella a él, así que no dude en aceptarla cuando me dijo que se casarían. Por lo que supe, con Jimin no había sido igual, habían tenido que llevarlo a terapia porque el mocoso no tomó bien el divorcio de sus padres. Los culpaba por no haber podido luchar por su matrimonio y lloraba por todo.

Su madre se sentía culpable, sobre todo por haber tenido que alejarlo de su padre. El Sr. Park también  se había vuelto a casar pero la mujer con la que lo había hecho no toleraba mucho los caprichos de Jimin. Así que lo trajeron a vivir con nosotros y su madre lo mimaba todo el tiempo que podía para compensar su culpa.

De vez en cuando hacía rabietas en casa y se portaba grosero con su madre cuando no obtenía lo que quería. Le echaba en cara que no pudiera ver a su padre y a su abuela tan seguido,  porque había decidido volver a casarse.

Yo iba a buscarlo a su habitación y le hacía entender que no era correcto ser grosero con su madre y decirle todas esas cosas.

No estaríamos juntos, si tus padres no se hubieran separado y mi madre no nos hubiera abandonado. Le decía para que entendiera que a veces el destino juega de manera extrañas y que no es bueno culpar a nadie de lo que sucede.

Jimin me abrazaba y luego lo convencía de que fuera pedirle disculpas a su madre...lo hacía a regañadientes y con ese puchero infantil en su boca.

Nuestros padres creyeron que yo era una buena influencia para Jimin y que siempre lo protegería y así era...el problema es que ahora tenía que protegerlo de mí y Jimin no estaba ayudando.

Mi hermosa tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora