𝙗𝙤𝙪𝙣𝙙 2 | eddie munson

|5: steve|

Eddie tenía la sospecha de que su novia, T/n le era infiel. No tenía muchas pruebas, pero sus inseguridades aumentaban cuando la veía convivir con Steve Harrington en el almuerzo. Cada uno permanecía en su grupo de amigos, él con sus amigos y ella con Steve y Robin. Buckley parecía ser el mal tercio de ambos, pues ellos dos se llevaban tan bien que se perdían en sus anécdotas.

Él miraba a su chica reír con Steve Harrington, claro que iba a tenerle envidia, tenía un cuerpo atractivo, era guapo y muy agradable, todo lo que una chica buscaría, sin embargo Eddie era todo lo opuesto a Steve, la primera vez que sintió inseguridad fue por él.

Estaba tan metido en su propia cabeza que ignoraba a sus chicos, solo mantenía la mirada fija a Harrington viendo como hacía reír a su novia, tomaba de su mano y la abrazaba. Su sangre hervía, pero su corazón estaba roto al ver que ella aceptaba sus caricias.

T/n por su parte, jamás se había comportado diferente con él, ella lo amaba profundamente. Los celos de Eddie no veían eso, ellos solo eran amigos, claro que Steve sentía algo por ella pero sus ojos veían únicamente a Eddie.

Caminaban tomados de la mano, Eddie parecía un poco distante, T/n daba pequeños saltos intentando seguir el paso a su novio de piernas largas mientras se acercaban a la furgoneta de Eddie. Ella notó la indiferencia de su parte, sin embargo no quiso incomodarlo con preguntas estúpidas, T/n seguía actuando como siempre, lo llenaba de amor y besos. Habían pasado a comprar comida rápida, en todo el camino a casa ella observaba por la ventana el bosque, el sol golpeaba su rostro, estaba atardeciendo.

Veía el cielo tornarse de un hermoso anaranjado, bajó la ventanilla y sacó su cabeza para sentir el aire contra su rostro, su cabello volaba con junto con el viento agresivo. Una pequeña gota cayó en su mejilla, comenzaba a llover. Eddie dirigían sus ojos hacía ella, sin mover su cabeza, una pequeña sonrisa salió de él, no importaba la situación, él no podía odiarla. Quitó la gota de su mejilla con su dedo índice.

—Esta comenzando a llover—sonrió, el parabrisas ya tenía algunas gotas.

—Pude notarlo—le devolvió la sonrisa, y ella presionó su dedo contra la mejilla que aún tenía la gota—. ¡Oye!

Una risa salió de ella y volvió a sacar su cabeza observando un cielo oscuro con unos pequeños rayos de sol, las nubes eran grises y la lluvia comenzaba a aumentar, un delicioso olor a tierra húmeda inundó sus fosas nasales. Su cabello ya se estaba mojando al igual que su rostro, pero no importaba, ella amaba la lluvia.

—¡Ey, te vas a enfermar!—su novio sin apartar la vista del frente la jaló para que volviera adentro.

—Estaba disfrutando la lluvia—se cruzó de brazos.

—La disfrutarás después, hace frío y te enfermaras—la regañó, ella tomó su mejilla y la besó.

—Como digas, señor protector—rió y se reincorporó en su asiento.

El lápiz labial de la chica se quedó en su mejilla, sonrió pero su incertidumbre seguía en su cabeza, no había razones para creer eso, su única prueba sería que pasan mucho tiempo juntos en la escuela, pero ella nunca había tenido actitudes extrañas que lo hicieran sospechar. Eddie se estacionó frente a su hogar y de inmediato ella salió del vehículo y entro a su casa.

Lo mejor de pasar un viernes por la noche con su novio era que su tío no estaba en casa, tenían todo el tráiler para ellos solos, sin interrupciones de sus hermanos pequeños o él tío del chico.

—Muero de hambre—soltó cuando el chico entró con la comida en sus manos—. Adoro las hamburguesas de McDonald's.

Tomó la bolsa de color café y la colocó en la cocina, se sentó en la barra alcanzando la altura de su novio. Agarró una papa frita y la llevó a su boca.