|1: runaway|

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Ella caminaba debajo de aquella lluvia, una bastante triste. La calle era solitaria, apenas había un poco de luz gracias a la Luna llena de esa noche lluviosa. Con cada paso que daba maldecia por lo bajo repitiendo lo mismo "no debí aceptar esa cita". La brisa del viento no ayudaba para nada, sólo provocaba que temblará de frío, cruzó los brazos e intentó frotar estos para obtener un poco de calor pero era inútil, estaba empapada.

Pequeñas gotas de agua caían de su cabello y se unían con los charcos en los que estaba pisando con sus tacones blancos; a mitad del camino una gran luz llamó su atención, un auto. Observó esté e hizo señas esperando que el conductor la viera y pudiera llevarla a casa, solo quería volver a su habitación y llorar. Sus señas al parecer funcionaron, el conductor se estacionó a la par de ella, la ventanilla bajó y pudo ver al dueño de esa furgoneta, Eddie Munson.

Su mejor amigo Jason Carver, le había hablado sobre él diciéndole que se debía mantener alejada del chico, pues amaba un juego satánico. Las palabras de su amigo fueron ignoradas en ese momento, solo necesitaba llegar a casa.

-Mierda, ¿T/n Cunningham?

-Eddie, ¿podrías llevarme a casa?-su voz se escuchaba quebrada, mantenía la cabeza baja no podía verlo a los ojos.

-Cielos, si, entra-ella sin pensarlo abrió la puerta del copiloto y entró-. ¿Porque estabas en medio de la lluvia? Está lluvia es terrible.

Alzó su mirada, viéndolo con esos ojos cristalizados, no comprendía nada; ahora T/n Cunningham reina de Hawkins estaba mojada en su furgoneta rogándole que la llevará a casa.

-Eddie, sólo sácame de aquí-suplicó con lágrimas en sus ojos-. Por favor.

-De acuerdo-siguió conduciendo.

La furgoneta se llenó de un silencio, Eddie solo conducía y la chica estaba de su lado, cabizbaja mientras las lágrimas caían en su piel. No quería tener mucho contacto con él, temía sobre lo que Jason le había advertido en el pasado.

A pesar de eso, el lugar era cálido; Eddie de vez en cuando la miraba fugazmente, viendo a la chica más popular del bachillerato tan vulnerable, no podía mantener contacto visual o siquiera pronunciar algunas palabras, solo escuchaba pequeños jadeos y sorbia la nariz constantemente. Seguía con un poco de frío, miró a su alrededor cuando una chaqueta de cuero negra se cruzó por sus ojos.

-¿Puedo...?-señaló la chaqueta y seguido miró al chico-. ¿Puedo tomarla?

Su voz era débil, podía notar que hacía su esfuerzo para que sus palabras fueran legibles al oído de él, pues seguía sollozando en ocasiones.

-Claro, tómala-le regaló una sonrisa dulce, quería darle un poco más de confianza.

Una sonrisa instantánea se formó en ella, era pequeña y algo débil pero para el chico era más que suficiente, quería hacerle saber que no era malvado como todo el mundo lo señalaba. T/n envolvió su cuerpo en la chaqueta obteniendo bastante calor.

-¿En donde vives?-preguntó Eddie con la mirada fija al frente.

-Cierto, se me olvidó decírtelo-se disculpó apenada-. Calle Maple.

-No tienes que disculparte-la miró con una sonrisa bastante pronunciada-. No quisiera incomodarte, pero, ¿que sucedió?

Volvió su mirada a sus piernas y se envolvió aún más en la chaqueta del chico, era difícil de explicar que Eddie la hizo sentir un poco más cómoda.

-Salí con Billy Hargrove y...-sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente-. Él quería tener sexo conmigo pero yo me negué y me corrió de su casa en la lluvia.

𝙗𝙤𝙪𝙣𝙙 2 | eddie munson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora