—Entonces, ¿hasta aquí?—preguntó el castaño con los ojos brillantes a causa de sus lágrimas.
—Perdóname, Eddie. Pero yo busco algo diferente, cosas distintas y me parece que tu y yo tenemos metas diferentes—dijo ella, sintiendo lástima por lastimar a quien luchó tanto por regalarle sonrisas.
—Está bien—suspiró intentando no llorar—. Espero que encuentres en otro chico lo que no tengo yo, y espero te haga muy feliz, adiós, T/n.
El chico se levantó de aquel asiento de madera y caminó hasta perderse entre los árboles, ella suspiró creyendo que ya había hecho la parte más difícil, por supuesto lo seguía amando pero no podía tenerlo en su vida.
Tomó nuevos rumbos, nuevos amigos, nuevas experiencias y salió de su zona de confort, ahora era una persona totalmente nueva; igualmente tenía que seguir viendo a su amado exnovio pero ambos tenían caminos diferentes.
En cuestión de meses, era tan popular que incluso los chicos más atractivos del equipo de básquet la pretendían y ella aceptaba sus citas gustosa; tenía un montón de chicos a los cuales escoger pero siempre lo volteaba a ver él, se arrepentía rotundamente de haberlo dejado al verlo tan solo cuando caminaba hacía su furgoneta, pero no sabía como volver, en cambio cubría ese sentimiento saliendo con más chicos.
Steve Harrington logró ganar su corazón, o algo parecido, la recogía de su casa, iban juntos a la escuela, salían juntos a lugares, le compraba todo lo que quería y le demostraba todo su amor, eso le hacía recordar mucho a Eddie, ya que él hacía todo eso, así que se quedó con él.
Ahora estaba parada frente a un espejo de cuerpo completo con un vestido muy lujosos de color guinda que tenía aberturas en ambos lados dejando ver sus piernas que además, venía acompañado con unos guantes del mismo color.
—¿Estás lista, mi amor?—preguntó Steve desde fuera del probador.
Simplemente deslizó la cortina dejando que su novio la viera, deslumbrante.
—¡Te ves bellísima!—se acercó para besarla—. Me encantas, serás la reina más bella del mundo.
—Gracias—sonrió besando su mejilla.
—Señorita, nos llevamos este vestido—Steve se acercó a la empleada de la tienda.
Ella entró de vuelta al probador, sintiendo una culpa enorme por las cosas que hacía él por ella, y ella no lo amaba realmente. Suspiró, él le había comprado un vestido muy costoso solo para acompañarlo a ser coronados como reyes de primavera, tenían la votación ganada.
La noche de la fiesta de primavera no dejaba de pensar en Eddie, recordar cuando el chico la veía arreglarse para un evento parecido. Quería llorar, pero su maquillaje era demasiado bello, se veía preciosa.
—¡T/n, Steve está aquí!—gritó su hermana menor desde las escaleras.
—¡Ya voy!—respondió levantándose de la silla de su tocador para correr hacía las escaleras.
Steve al verla quedó boquiabierto, ella bajó cuidadosamente las escaleras pero él la alcanzó al medio de estás para tomarla de la cintura y besarla.
—Que bella te ves—sonrió al terminar el beso, para después depositar uno muy pequeño en su sien.
—Tu también estás muy guapo—rió—. Pero, vámonos.
Subieron al carro dirigiéndose rumbo al baile. Mientras tanto, Eddie estaba conduciendo hacía el baile molesto ya que fue influnciado por sus amigos. Ambos llegaron al mismo tiempo, Eddie el ver como Steve la ayudaba a bajar del auto quedó sorprendido con lo bella que se veía esa noche, aunque estaba oscuro por la poca iluminación del estacionamiento, ella brillaba ante sus ojos.
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𝙗𝙤𝙪𝙣𝙙 2 | eddie munson
Fanfictionone shots - eddie Munson "-dos chicos destinados a estar juntos"