Ella vivía en una fantasía, ningún hombre nunca había sido bueno con ella, era fácil para ellos aprovecharse de su dulzura y la disponibilidad que ella les brindaba. A menudo era tomada como un juego, era llamada infantil por su personalidad tan femenina y tierna, amaba ver películas románticas cada noche en su habitación, tomando una taza de té deseando que le tocará vivir su propia película de romance.
Siempre era el objeto de los retos de los chicos, la dejaban plantada en lugares, le mandaban cartas diciéndole que la amaban y luego rompían su corazón, a ellos no les interesaba verla llorar con su alma rota en pedazos, ella solo deseaba ser amada por alguien.
Una tarde abrió su casillero llena de libros, cuando descendió un sobre con una estampa de corazón. Dejó los libros en el casillero y miró el pequeño sobre, escuchó risas burlescas provenientes detrás de ella, furiosa volteó viendo a Steve y sus amigos riendo a carcajadas.
—¡Muy gracioso, Steve!—se acercó furiosa a ellos lanzando la carta—. ¡Al menos no seas tan cínico con la carta!
—¿De que hablas, niñita?—se burló el chico de lentes de sol—. Mejor ve a tu castillo de arcoiris con tu unicornio parlante, tanto hongo mágico te afecta el cerebro.
Todos rieron, se sintió avergonzada pero manteniendo su carácter tomó la carta y huyó del lugar.
Abrió la carta; "Que hermosa te veías hoy, me encanta tu cabello:) <3".
Esta carta era diferente, normalmente las de broma la citaban en alguna parte para después reírse de lo ingenua que era, pero ahora, era un cumplido, nunca había tenido uno así.
Cada día que pasaba eran más cartas, incluso eran dos o tres por día, ella estaba encantada; cada carta elogiaba algo distinto de ella. Contaba los segundos para que se acabará la clase y correr a ver la nueva carta, justo ese día decidió dejarle una carta citandolo a conocerse. En plena clase comenzó a sentir nervios y decidió ir al baño.
Mojó su rostro y acomodó su cabello para verse linda al momento de conocer a su admirador; salió antes de que sonará el timbre avisando la salida al almuerzo, pasó por su casillero viendo una escena sorprendente, Eddie Munson metiendo por las rendijas del casillero una carta.
—¿Eddie?—corrió de inmediato hacía él, paralizando al chico—. ¿Eras tu?
—Uh, sí—respondió apenado—. Lo siento si te molesté.
—No, no, en absoluto, solo que...—lo miró con un pequeño brillo en los ojos—. No pensé que fueras tú, te veías tan impotente y rudo que, la verdad me imaginaba alguien más tímido.
—Es que soy tímido para el amor—rió avergonzado
Ella sonrió, muy contenta. Estaba feliz de que ahora no era una broma, era un chico real quien estaba nervioso por su amor.
—¿No- no te molesta que sea yo?—preguntó sacándola de su mente—. Digo, quizá imaginaste a alguien más atractivo.
—No—negó acercándose a él, jugaba con sus manos—. Estoy feliz que seas tu.
—¿De verdad?—preguntó teniendo una sonrisa ladeada, estaba sorprendido.
T/n respondió con un abrazo, envolviendo sus brazos alrededor del cuerpo del gran chico, rodeando su cintura y escondido su rostro en su pecho.
—Si, mucho—subió su rostro hacía él, besando fugazme su mejilla.
Se enamoró de su forma de escribir y de expresarse, próximamente se enamoraría de sus besos, caricias y abrazos, estaba sumamente feliz. La manera en que llegaba y la tomaba por la cintura para después llenarla de besos.
—Eddie—lo llamó sacando su cabeza de las cobijas, él estaba casi dormido.
—Dime, amor—sonrió abrazándola, sintiendo su piel desnuda.
—Nunca había sido tan feliz—tenia una gran sonrisa—. Te amo mucho.
—Yo te amo muchísimo más, hermosa—besó su frente y ella escondió su rostro en el cuello del mayor.
Sonriendo, finalmente era amada, y de la mejor manera.
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𝙗𝙤𝙪𝙣𝙙 2 | eddie munson
Fanficone shots - eddie Munson "-dos chicos destinados a estar juntos"