𝙗𝙤𝙪𝙣𝙙 2 | eddie munson

|17: makeup|

Sábado 7:00 p.m., T/n estaba recostada en el regazo del chico mientras el acariciaba su cabello. Ambos veían una película de terror que habían rentado en un local, hasta que el estómago de la menor rugió.

—Ouh, tengo hambre—soltó sin pensar llamando la atención de su pareja.

—¿Quieres ir a cenar?—preguntó de inmediato sabiendo la respuesta, sabía cuando adoraba salir a pasear.

Se levantó agresivamente del regazo de su novio, con un rostro lleno de emoción y felicidad.

—¡Si!—se acercó a él para besar su rostro.

T/n corrió a la habitación mientras tanto el mayor recogería el desastre que habían causado esa tarde, llevaban más de tres horas viendo películas juntos. Dobló algunas sábanas y acomodó en el sofá los pequeños cojines de colores.

Cuando por fin había terminado con su labor entró nuevamente a su habitación encontrando a su novia frente al espejo colocando lápiz negro en la línea de agua de su ojo, a él le pareció el acto más grotesco sacado de una película de asesinos.

—¿Que haces?—exclamó confundido espantando a la chica.

—¡Eddie, necesito concentración!—reprochó limpiando su piel manchada.

—¿Que estás haciendo?—se acercó a ella viendo detenidamente su acción.

Era su naturaleza ser curioso, no le gustaba quedarse con la duda y más cuando pasaba un lápiz en sus ojos, el juraba que era el que usaba para escribir en clases.

—Me maquillo, mi amor—respondió como si fuera la respuesta más obvia del mundo, y lo era.

—Eso se ve doloroso—hizo una expresión de disgusto.

—¡No lo es! ¿quieres probar?—lo miró con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡No, me sacarás un ojo!—se negó haciendo puchero.

—¡Ándale, vas a parecer Ozzy Osbourne!—sonrió cambiando la expresión del chico.

—Está bien—aceptó, no le quedaba de otra.

En cuestión de segundos el mayor estaba sentado sobre la cama y su novia encima de él, tomándolo del mentón para asegurarse que no se moviera mientras pasaba el lápiz por su ojo. En ocasiones depositaba pequeños besos en su rostro, cosa que le gustaba.

—¡Ya quedaste!—exclamó bajando de su regazo.

El chico corrió al espejo, donde no podía dejar de verse en él por su asombrosa apariencia.

—¡Mierda, enserio se ve genial!—él sonrió—. Nena, tienes que hacerme esto cuando vaya a dar una presentación.

—Lo haré—lo miró desde la cama sentada, sonriendo ante su adorable reacción.

Cada fin de semana el chico le pedía a su novia que maquillará su ojos para lucir como un verdadero artista de metal e incluso también le pedía maquillar a los otros integrantes, cosa que no le molestaba en absoluto. Ella veía a su novio presentarse en el escenario ante el pequeño público, pero ella siempre estaba en primera fila; intercambiaban miradas y sonrisas. Siempre era la que más gritaba y al terminar una canción aplaudía contagiando al pequeño público haciendo que todo el bar se llenará de aplausos.

Le lanzó un beso, cosa que Eddie respondió con una gran sonrisa, estaba feliz de ver a su novia en cada presentación, la amaba. Cuando se termina la presentación el chico siempre va en busca de su novia. Ella corrió hasta él a lo cual el la abrazó y la elevó.

—¿Me viste, amor?—preguntó besando fugazmente los labios de su novia.

—¡Lo hiciste genial, cielo!—exclamó ella—. Te ves asombroso, muy guapo.

—Todo gracias a tí—la dejó en el suelo, volviendo a estar más pequeña que él—. Me encantas, preciosa.

La tomó de la cintura apegando su cuerpo al suyo y depósito un beso en su frente.

—Y tu a mí, guapo—apretó una de sus mejillas manchada por el delineador en lápiz—. Vayamos a cenar, muero de hambre.

—Solo piensas en comida—él rodó los ojos bromeando.

—Y en tí—abrazó su brazo—. Me gustas mucho, Eddie.

—Tu me gustas más—siguió Eddie.

Miraba su maquillaje, la pequeña línea negra debajo de sus ojos, lucía realmente atractivo. Él sonreía y mientras lo hacía solo podía pensar en lo enamorada que estaba de ese talentoso metalero.