Kojiro Hyuga hace unos días estando en la selección perdió a su familia, debido a un desastre natural.
el Equipo de la selección junto a su entrenador intentando animar a Kojiro hicieron una excursión a un lugar lleno de inventos revolucionarios. Un...
Me desperté en un lugar no muy común. Todo era blanco con algunos tonos celestes.
....
Al parecer estaba en el hospital.
Trate de sentarme en la camilla, pero tan pronto como intenté esa acción sentí una punzada en mí cabeza. Así que me volví a recostar. Me lleve mí mano sobre está, notando que tenía un vendaje. Lo cual me preocupo, pues no recordaba que había pasado como para tenerlo. Ya me estaba comenzando a preocupar, cuando de repente se me vino a la mente
- ( ahh, me caí de las bancas) - por fin lo recordé.
Ya no estaba tan alterado. Así que con más tranquilidad me puse a mirar los alrededores, sin levantarme de la camilla obviamente. Parecía que no había nadie, hasta que en una esquina visualice a Misugi. Quería hablarle para saber exactamente que pasó, pues solo recuerdo caer no mucho más, pero se encontraba mirando el teléfono con mucha seriedad, tanta que hasta parecía estar enfadado
- (¿Está mirando la hora?) - Me pregunte internamente - (Seguro y se molestó porque le hice perder el entrenamiento) - pensé afligido
Narra la narradora:
Kojiro miraba el techo con tristeza. Pues se estaba cuestionando todo lo que le había pasado en el día. El mal ambiente que había en el almuerzo. Lo distante de sus compañeros. Las miradas frías de algunos. Y otras cosas más que lo hacían deprimirse.
-(quizás si fue todo mí culpa) - pensó el pequeño. Pues en definitiva el había sido la razón por la que cual fueron a ese lugar lleno de experimentos, también fue el primer causante de su encogimiento
Hyuga volvió a echarle una rápida mirada al peli-castaño. Notando que estaba mucho más serio y con el ceño fruncido.
Kojiro bastante entristecido volvió a su posición inicial y cerro los ojos para volver a dormir. Luego vería que haría con toda esta situación.
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Narra Misugi:
Me encontraba cargando a Hyuga mientras nos dirigimos en el auto del entrenador al hospital. Estaba muy preocupado porque el todavía no despertaba, además de que estaba sangrando mucho.
Tan pronto como llegamos al lugar, bajamos, y corrimos a la guardia. Que por suerte en cuanto entro enseguida lo atendieron y le asignaron una habitación.
Por lo que nos explico la enfermera no era para tanto la herida, solo tuvieron que pegarsela con la gotita y ya, y sobre que todavía no despertaba todo era a causa del golpe, y no tardaría más que una media hora en abrir los ojos
