CAPITULO VEINTIDÓS

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Narra narradora:

-¿que?¿¡QUEEE!?

Fue lo primero de que dijo Wakabayashi al enterarse de la noticia de su nuevo "hijo", Kojiro Hyuga. No es que le desagradara la idea de adoptarlo, no, él estaba dispuesto a hacerlo desde antes que se lo digan, pero no podía evitar sorprenderse. Todo su equipo alemán se había enterado. Y, conociendo lo chismosos que eran, esto llegaría hasta oídos de la prensa, lo que reactivaria el interés por el suceso del moreno, lo cual no era nada bueno en estos momentos.

-¿no podrían haber dicho que estaba en manos de la Selección u otra cosa? ¡O por lo menos algo que concordara con lo dicho hace 16 días!
-se quejo el guardametas, bastante alterado por lo anunciado.

-tarde
-solto gracioso Shun recibiendo una mala cara por parte de la mayoría de sus compañeros.

-tiene razón
-acompaño Liam.
-lo dicho, dicho esta. Por lo que ahora solo nos queda conseguir los papeles de adopción de Hyuga y hacer todo esto legal

-además de mantener a los periodistas a raya
-se unió el entrenador mientras se sobaba la sien, este asunto se estaba volviendo cada vez más difícil.
-tan pronto como se corra la noticia hay que organizar una rueda de prensa para aclararlo. Por lo que tenemos que movernos ya!
-afirmo poniéndose serio, todos asintieron rápidamente y empezaron lo suyo.

Liam comenzó a hacer uso de sus contactos.
El entrenador a diseñar lo que próximamente iba e ibamos a decir a la chusma.
Y los jugadores japoneses trataron de ponerse de acuerdo en una historia, para que así no surja de nuevo este inconveniente.

Y los jugadores japoneses trataron de ponerse de acuerdo en una historia, para que así no surja de nuevo este inconveniente

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Narra Wakabayashi:

Hace pocas horas había recibido un mensaje de Karl para que le presentará correctamente a mi "retoño". Por lo que ahora me estaba alistando a mí, y a Kojiro, para marchar.

Yo la verdad no me encontraba de ánimos para salir, pues todo el viaje de Japón hasta Alemania me había agotado, y largarme ese mismo día a cenar me era totalmente fatigante. Y más lo era cuando Hyuga no colaboraba, hace media hora estoy tratando de vestirlo adecuadamente, con un lindo smokin y corbata a juego con sus ojos.

-vamos Kojiro, ya tenemos que irnos
-comente bastante desesperado, si seguíamos a este ritmo llegaríamos tarde.

-no me gusta usar trajes, y menos que TÚ me vistas
-solto caprichoso el ahora menor. Lo cual no hizo más que fastidiarme.

-¡o te pones el smokin o sales en ropa interior!
-exclame ya cansado de la situación. El moreno arrugó el ceño, tratando de mostrar su inconformidad, y lenta y silenciosamente se comenzó poner la ropa formal elegida.
-gracias
-solte recuperado la compostura de vuelta. Era muy difícil lidiar con ese mosoco.

Después de que estuvimos listos nos dirigimos, en un auto rentado, hacia uno de los mejores restaurantes que hay en esta parte de Alemania.
Hyuga estuvo todo el camino de mal humor, no le había gustado mi falsa amenaza. Al ver su ánimo traté de animarlo, pero como no quería ni responderme, decidí que por la paciencia de los dos guardar silencio hasta llegar a nuestro destino.

Cuando estuvimos cerca del lugar estacione, saque a Kojiro del auto, y camine junto a él al mencionado edificio.

-¡Por aquí!
-dijo Schneider alzando la mano tan pronto nos vio.

Me senté al lado de él dejando al moreno en la silla a mi costado. Pedimos unos tragos, y luego comenzamos a hablar de cosas triviales, hasta que salio el tema de "mí hijo". Y no me quedó más que responder sus dudas. Aunque mintiendo al respecto.

-me sorprendió al saber que lo habías adoptado
-comento el rubio con una cara un poco extrañada, él sabía que yo no era el más comedido a hacer eso.

-es hijo de un compañero mío, y además puedo mantenerlo, por eso lo hice
-explique tratando de no sonar nervioso. No podía arruinar esto.

-entiendo, aunque pensé que ese muchacho, el que murio, no te caía tan bien

-y no lo hacía!
-afirme.
-pero debo admitir que era determinado, y, aunque no me guste admitirlo, en el fondo lo admiraba. Su forma de jugar y su aspiración por ser mejor, era algo que lo distinguía. Y por eso creo que esto es lo mejor que puedo hacer por él.
-hable bajando la mirada. Buena parte de mi mentira estaba disfrazando la verdad. Y se ve que Kojiro noto esto ya que me miraba con los ojos más abiertos de lo normal, denotando su sorpresa.

-un resoplido se escucho de mi amigo.
-este niño estará muy bien contigo
-declaró con una sonrisa, la cual correspondí.


{...}

Nos devolviamos de vuelta al hotel en silencio. Kojiro se veía muy pensativo, seguramente por lo anterior dicho, se nota que no esperaba oirlo. Y yo quería aclararle la situación, decirle que lo que escucho era cierto, pero no sabía como comenzar a hablar.

-casi me la creo
-solto el moreno sin siquiera dirigirme la mirada. Dándome la oportunidad que esperaba.

-lo que dije fue verdadero
-kojiro río sarcástico. No me creía.
-lo digo en serio. Puede que haya exagerado un poco, yo no te lo hubiera expresado así, pero a pesar de eso es verdad. Yo si creo que eres alguien admirable. Y también pienso que mereces una buena vida. Por eso acepte adoptarte
-explique con una ligera sonrisa. El más pequeño aun seguía sin mirarme, pero por el reflejo del vidrio podía apreciar como se aguantaba una sonrisa.

Narra Kojiro:

Quizás las cosas mejoren a partir de ahora.

Quizás las cosas mejoren a partir de ahora

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pequeño viaje en el tiempo~CTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora