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Se removió incómodo en su lugar sintiendo dolor en la parte del cuello y hombro derecho, la posición en la que durmió no fue la más favorable y podía decirse que el haberse quedado dormido de lado y sentado con la espalda pegada a la pared de la choza había sido mala idea dadas las molestias que ahora presentaba.

El dolor en su cuello y lo molesto de las voces que se escuchaban de fondo lo pusieron de mal humor, no sabía a qué hora de la mañana era o si ya era más tarde pero el sueño que tenía su cuerpo era demasiado como para no dormir por más tiempo.

Quería seguir durmiendo otro rato más después de la dura y complicada noche que vivió, misma que quería olvidar de su memoria para siempre. Olvidar todo lo que tenía que ver con el culpable de su cruel destino, mucho antes de ese noche.

— .. es probable que no sobreviva, la curandera advirtió que las heridas en su cuerpo son profundas apesar de ser un alfa solitario. Las probabilidades de que se recupere son mínimas.. esto está de nuestro lado, si no sobrevive, que es lo más probable, todo volverá a ser como antes, Taehyung podrá enlazarse con el alfa Jeon como ya se tenía planeado y esto solo será un mal recuerdo.

Abrió los ojos con pesadez entendiendo  reconociendo perfectamente la voz de quién hablo y lo que comentó.

— Pero mientras llegué ese día, debemos guardar las apariencias para no arruinar nuestros planes. — se levantó con cuidado de su lugar esperando que se dieran cuenta de su presencia.

— Taehyung hijo, que bueno que ya estás despierto, ¿Cómo te sientes? — se acercó a su madre con cuidado de no hacer ruido apesar de que estaba con su familia pero muy en el fondo no se sentía seguro en ese lugar. No se sentía capaz de expresarse con la verdad teniendo el cuerpo moribundo de ese hombre a unos cuentos pasos de distancia.

— Bien, me siento mejor.— mintió un poco evitando mirarlos a la cara.

— Hablamos sobre esto y tal vez ya lo sabes, es muy probable que muera ¿Lo sabes? — asintió con la cabeza a lo dicho por su padre sintiendo su cuello más tenso que cuando estaba sentando. — Pensamos en dejar que llegue el día y después te enlazas con Jungkook como se tenía previsto.

— Tu padre y yo creemos que lo mejor, para evitar problemas con el alfa líder es que te quedes aquí como su Omega..

— Pero mamá..— protesto inmediatamente a lo que su madre dijo.

— Serán tal vez un par de días mientras se llega el día, después regresas con nosotros.. arreglaremos todo para que te enlaces con Jungkook como quedamos y todo vuelve a ser como antes ¿Te parece?

No quería quedarse en ese lugar, quería irse y no volver a saber nada de ese temible hombre jamás en su vida, pero expresarlo a sus padres no podía, de sus labios no lograban salir las palabras que quería decir.

— Es lo mejor Taehyung, después de lo ocurrido perteneces a su lado mientras viva.. lo que más queremos es que no lo hagas y la curandera no dio esperanzas de que sobreviva más de una semana. Después de eso serás libre.

Asintió a lo dicho por su padre aferrándose a lo dicho, ¿Podía ser posible que no despertara? ¿Podría hacerlo?  Rogaba a los dioses que no lo hiciera.

No estaba convencido de quedarse ahí y fingir ser un buen Omega que atendía a su alfa moribundo para guardar las apariencias, no quería y no deseaba hacerlo pero como sus padres dijeron debía estar ahí el tiempo que ese durará postrado en esa cama, una semana. Solo una semana podía aguantar, podía soportar ese tiempo y ser libre.

— .. es imposible que sobreviva.— apoyo su hermano dejando sobre su hombro un suave apretón en signo de apoyo.

Si, era imposible que sobreviviera después de lo grave que fueron sus heridas, ninguna persona sobrevivía a esa pelea tan brutal.

Nadie.

El recuerdo fresco de lo sucedido rebobino en su mente con fuerza provocandole escalofríos en todo su cuerpo y un extraño picor en su cuello, en donde se encontraba la marca, momentáneo pero que le pareció extraño y muy preocupante dado que solo podía significar dos cosas; la primera de ellas es que el alfa estuviera muriendo por dentro y la marca lo estuviera resintiendo o en el peor de los casos que se estuviera recuperando, pensamiento que desecho inmediatamente.

— Te tráere algunas cosas para que comas y te vistas mientras estás aquí..— comentó su madre en un susurro bajo mirando en dirección al cuerpo moribundo de ese hombre.

Su Omega se removió inquieto en su interior al mirar en dirección a ese hombre; demacrado y muribundo cubierto de hojas y vendas en todo su cuerpo, postrado sobre las mantas como si jamás fuese a despertar, dejando ver a un hombre completamente diferente al que lo marco esa noche y el mismo que lo amenazó con hacerle daño a él y a su familia la noche anterior.

— Después regresaré a casa ¿Verdad? — inquirió con temor a la respuesta, había algo en lo profundo de su corazón que se negaba a aceptar el diagnóstico de la curandera.

— Claro que sí, es cuestión de días para que regreses a casa.. después todo esto quedará como una pesadilla. Jamás sabremos de él, lo aseguro.— pequeñas lágrimas salieron de sus ojos al verse envuelto por los brazos fuertes y cálidos de su madre.

No sabía cuánto necesitaba un abrazo hasta que se sentío reconfortado por el calor y cariño de su madre, nada inigualable a esa sensación.

Quería irse con sus padres y hermanos en el momento en que ellos se fueron de la choza dejándolo solo con la promesa de que regresarian más tarde para dejarle algo de comer y telas con las que cubrirse.

Trataba de entender que su lugar era ahí, en esa choza pero su Omega y corazón se negaban a aceptar ese lecho, no podía sentirse seguro o en calma estando en el mismo lugar que ese hombre, hombre que estaba a nada de morir.

La choza se sentía grande, demasiado vacía y fría apesar de no era tan espaciosa porque toda ella se encontraba vacía. No había más muebles que los necesarios para una persona; dos sillas, un mesa pobre y vieja, contadas vasijas en una esquina, carne seca y semillas sí había en grandes cantidades pero era lo único basto en esa choza.

¿Cómo sobrevivió ese hombre en ese lugar?

¿Por qué si quiera pensaba en él?

Negó con su cabeza alejando todos los pensamientos que lo llevaban a ese hombre, no debía preocuparse por él ni por nada que tuviera que ver con ese hombre.

Al menos, por esos días debía tratar de tranquilizarse y dejar de preocuparse por cosas que realmente no debían de importarle, por qué en una semana solo sería una mala experiencia.

Nada más.

Bestia 🔗Yoontae🔗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora