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Los siguientes días definitivamente fueron igual de tranquilos y solitarios, viviendo en la choza de Min todo el día y toda la noche.

Con el tobillo adolorido le fue complicado salir libremente por la aldea, dado que no solo se lastimó el tobillo cuando se hundió su pie sino que eso provocó un dolor aún más grande en su rodilla que desde mucho tiempo atrás ya tenía molestia pero que lo fue dejando de lado porque desde el accidente de su rodilla no tuvo molestia alguna, no le importó hasta ahora.

Ahora la molestia era evidente, impidiéndole movilizarse con facilidad y como le hubiese gustado para hacer sus quehaceres.

Así que, por más que intentará alejarse demasiado no podía, avanzaba lo necesario y requerido solamente.. procurando no ejercer demasiado peso y fuerza en su pie.

Al menos debía empezar a cuidarlo desde ese día para evitar problemas futuros.

Ir dentro y fuera de la choza lo estaba haciendo que se familiarizara con cada objeto dentro y fuera de la misma, con cada detalle y madera dentro de la choza que antes no lo había hecho.

Haciendo sus quehaceres domésticos como si realmente se hubiera convertido en un Omega enlazado con una buena familia.

De salir fuera de la aldea ya se había hecho a la idea de que no lo haría en mucho tiempo.

Así que simplemente estaba ahí, haciendo sus actividades con lentitud y cuidado durante el día, dejando que el tiempo pasará rápido para irse a dormir. Actividad que amaba hacer últimamente.

El alfa Min salía a hacer sus respectivas actitudes dejándole solo y tranquilo para ser él mismo en su ausencia, al menos se sentía seguro y mejor estando sólo que con la compañía del alfa Min.

Desde su posición era fácil observar la mayoría de las chozas, ver con mayor detalle cada una de las cosas que antes jamás logro ver.

Poco a poco le estaba gustando la vista que estaba construyendo en su choza y la posición que tenía dentro de la aldea; apesar de estar alejada era lo suficientemente cercana a la choza del alfa líder y la de la curandera.

Pero alejada del resto de las demás chozas para comodidad de algunos que no estaban acostumbrados a escuchar el llanto de cachorros pequeños o peleas de los más pequeños.

Quizás, esa era la razón por la que construyó su choza lo más alejada posible de todos.

Se sentó sobre el tronco de madera suspirando con cansancio al sentir lo fresco de la brisa de la tarde y lo silencioso que podía ser el día, algo completamente inusual al recordar que nunca antes había tenido tanto silencio en su vida, tener hermanos pequeños y más grandes que él hizo su hogar lleno de ruido, risas, peleas, llantos, platicas y más vida de la que nunca se quejo.

Ahora mismo sentir el silencio se sentía agradable hasta cierto punto, pero no familiar ni cálido como cuando estaba con su familia.

Suspiró con añoranza esperando no demorar más tiempo en recuperar la movilidad completa de su pie, y regresar a las tardes en familia..

El murmullo de voces era inentendible para sus oídos pero si perceptible, lograba escuchar el murmullo del escándalo a la lejanía pero no el motivo ni la razón de la disputa a la distancia.

Curioso se fue acercando, era poco inusual que una pelea de desatará en la aldea, está debía ser una razón demasiado fuerte para que alguien dentro de la aldea discutiera de la esa forma.

En cada paso dado era más fuerte y perceptible las voces de aquella dos mujeres que peleaban.

Asustandose inmediatamente al reconocer la voz de su madre y la de señora Choi, por más que deseará llegar rápidamente no podía hacerlo por el dolor en su rodilla y tobillo.

Bestia 🔗Yoontae🔗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora