Bestia 🔗Yoontae🔗

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El frío durante las noches incremento considerablemente haciendo que los días fueran más largos y las noches interminables, llenas de soledad y silencio que era difícil mantenerse cuerdo tanto tiempo. Las salidas a la aldea eran nulas con el incremento de la nieve y el frío del crudo invierno que, esn está ocasión, fue más frío que los pasados, según sus recuerdos. La altura de la nieve era tanta que impedía el abrir las puertas, y las antorchas incrementaban en número con la funsion de no morir congelados, las pieles y telas no le brindaban el calor que su cuerpo requería para dejar de tiritar frente a la pequeña chimenea.

Las llamas brindaban calor pero no el suficiente para poder moverse libremente por la choza, hace días que la nieve cubrio cada espacio de la aldea y que la comunicación con sus padres fuera nula, la localización de la choza los dejaba en un difícil situación por estar más alejada de los demás y con menos posibilidades de tener ayuda de los demás miembros, si la nieve seguía por más tiempo los alimentos que raciona durante el día para su comida no sería el suficiente para subsistir, los leños también se estaban acabando con rapidez apesar de que mantenía el fuego bajo y lento para evitar quemar todos y morir antes de que el invierno llegará a su fin.

Sus dedos congelados por el frío impedían que avanzara con las prendas que tejia en busca de más calor, la única actividad que podía realizar con la nieve impidiendo el salir de la choza. No entendía cómo iba a sobrevivir el alfa Min con el frío calador de huesos durante las noches, procuraba mantener la antorcha encendida toda la noche para, quizás de esa forma, no sentirse culpable de que en algún momento muriera de frío por su culpa. Al menos haría lo posible para culparse del deceso del alfa Min.

Hasta ese momento no había signo alguno de que quisiera despertar, la esperanza de que no lo hiciera incrementaban en su pecho cada día que pasaba y con ella la calma de saber que no compartiría su vida con ese hombre, y que tendría la posibilidad de ser feliz con Jungkook una vez que terminara la nieve. Quería creer que así sucedería dadas las circunstancias.

Tiritando de frío avanzó como era costumbre durante los últimos días hacia el alfa Min, era la hora de cambiar los vendajes y las hojas de plantas sobre las heridas visibles que cerraron con el tiempo y cambiaron de color dejando cicatriz de lo profundas que fueron.

El cuerpo del alfa seguía con vendajes y plantas medicinales en busca de cerrar sin complicaciones las heridas hechas en la pelea, las manchas de sangres dejaron de ser visibles conforme fueron cerrando y las infecciones fueron pocas, a simple vista se podía ver que estaba bien, tal vez dormido, pero no sabía que no era si. La posibilidad de despertar eran bastante bajas dado el tiempo que llegaba así y que no consumiera ningún alimento, apenas y lograba tragar un poco de agua que lo obligaba a ingerir después de que cambian los bendajes.

Cambio las vendas con cuidado y tranquilidad, la calma al hacerlo le daba cierta valentía para hacerse saber una y otra vez que no corría peligro al hacerlo dado que el alfa no despertaría y a su Omega le daba cierto poder sobre él, saber tener control de una persona tan imponente y peligrosa le regocijaba un poco no del todo porque seguía teniendo miedo.

Le confundía cada día más el sentir la piel contraria tomar calor; sentir la temperatura bajo su tacto al cambiar los vendajes, sentir con sus propias manos el calor corporal del alfa Min cada que cambiaba las plantas medicinales y lo limpiaba con paños de tela y agua, le asustaba saber que podría despertar en cualquier momento.

Aún no se hacía a la idea y deseaba con toda el alma que no sucediera, se negaba a aceptarlo.

Después, terminó de acomodar cada vendaje y hoja seca en el lugar correspondiente cubrió con una manta el cuerpo grande del alfa evitando que el aire frío del invierno tocará su cuerpo. Su instinto de Omega le instaba a ello, a procurar por el y cuidarlo, apesar de todo.