Capitulo 10.

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— Eso fue incómodo Kore. — comenta Konohamaru removiéndose en su asiento.

Itachi se levanta y va detrás de Sasuke. Al salir, deja la puerta semi-abierta.

— ¿Quién es el siguiente? — pregunta Samira sin preocupación. Pero una vez más, no comentamos nada — ¿Tanto miedo les da?

— Ponte en nuestro lugar, dattebayo — defiendo —. Lo único que se a mostrado son cosas tristes y trágicas ¿qué tal si me muestra mi muerte?

— No exageres — me contesta —. La esfera siempre muestra lo que uno quiere ver. ¿Quieres ver tu muerte? Te lo mostrara, ¿quieres ver si lograste tus sueños? Eso hará. Todo depende de ti.

Dudando un poco me levanto y me dirijo al centro del círculo. De reojo veo a Sakura-Chan, ella me sonríe de medio lado dándome apoyo.

"Tengo que saber si seré Hokage" — pienso para darme valor.

Llego al centro y toco la esfera. El naranja, morado, rosa y azul se mezclan en ella.

Rápidamente regreso a mi asiento. El recuerdo futuro inicia.

Un niño rubio estaba en lo que parecía ser la oficina del Kokage, junto con otros chicos de nuestra edad, en frente a ellos, sentado en la silla del Kokage se encontraba un rubio rapado con expresión enfermiza y deprimente.

"¿Un rubio rapado...?"

— ¡Naruto! — exclama Sakura-Chan — ¡Eres Hokage! ¡Lo lograste!

"¿Soy Hokage?"

— Felicidades Naruto — dice Kakashi sensei.

"¿El Hokage?"

— ¡Ese es mi alumno! — grita el sabio pevertido.

"¿Yo?"

— Sospechaba que lo lograrías — comenta divertida y con ironía la vieja Tsunade.

— ¡VOY A SER HOKAGE! — gritó emocionado. — SE LO DIJE — me levanto de un salto — ¡Te gane, pulgoso!

Kiba rueda los ojos.

— La pregunta aquí es, ¿qué pasó para que tengas esa cara de enfermo? — cuestión Neji.

No creo que sea tan malo como dices habla una gorda morena.

— Mhm, curioso — murmura Neji.

— ¿Qué cosa? — pregunta Lee.

— Es piel morena, no creo — comenta Ino.

— Y del futuro — contradice Shikamaru — no podemos asegurar nada hasta tener más información.

Si lo es— responde el rubio de su edad.

— Kami-Sama — dice Sakura-Chan aterrada.

— Necesito unos lentes — pide Konohamaru.

— Jiraya, creo que estoy viendo doble — comenta preocupada la vieja, pero mi maestro no contesta.

Reaccionando a futurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora