Capítulo X: Saudade.

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"Te voy a añorar cada instante, cada momento del día, porque te has convertido en el sol que ilumina mi vida." (Megan Maxwell)

En un libro de idiomas; hallé una palabra de origen romance, Saudade. Su significado complicado de describir captó toda mi atención; un sentimiento profundo y arraigado al amor, naciendo de la añoranza por un ser amado que por circunstancias adversas, se encuentra lejos de nuestro lado. Nunca imaginé que en mi vida podría concederle tal sentimiento a otro ser humano más que mis padres; sin embargo, fue conocerte en esta ciudad lejana a mi natal país y entregarte parte de mi corazón; para que al partir te quedarás con él ¿Lo conservaste contigo, atesorandolo?.

Quizás es el brillo en tus ojos, o la sonrisa que me regalas; podría el tiempo correr y mi mirada nunca se apartaría de la tuya. Fue sencillo hundirme en tus brazos, perfectos para mí cuerpo; cálidos y suaves… el lugar donde pertenezco o una vez lo hice.-Apo.- tu voz susurrando en mi oído un llamado, un delicado soplo que eriza la piel y desbloquea un sin fin de recuerdos.

Fue una noche hace tres años; cuando aún vivía en New York, trabajando en la barra mientras entregaba cócteles y bebidas; entraste por la puerta bajo el indomable frío invernal que azota la ciudad y la nieve blanca llenando calles dificultaba el paso. Tan blanco como un papel pero labios y nariz rojos como tomates, habría dado gracia si tus ojos verdes y sonrisa amable no hubieran eclipsado toda mi atención, sentado en la barra mientras con esmero frotabas tus manos para calentarlas, pediste algo que calentará el cuerpo helado.-Ahí afuera está helando…

Con una sonrisa, entregue un whisky seco esperando que así de alguna manera el calor de la bebida concediera un poco de temperatura en tu cuerpo. Pasaron tal vez, 10 minutos mientras atendía la barra y tu mirada no se apartaba de mi cuerpo, cuando sobre el bullicio me hablabas de nuevo.- en LA hace frío pero aquí, es peor… ¿Cómo lo soportas?.

Aún con dificultades en el idioma, con lo poco que entendía y lo mínimo que hablaba, logré responder.- tampoco lo soporto, necesito varios abrigos para poder sobrevivir.

-hahaha… como un malvavisco.- Su risa, personalidad sencilla y carisma increíble, resultó lo que aquella noche me atrajo de él; partiendo sólo al amanecer y con la promesa de volver para conocerme. Con los días transcurriendo, las noches que regresaba se convertían en las mejores en el bar; hasta que sin darme cuenta lo esperaba, aguardando que cruzará la puerta y se sentará frente a mí, para hablar de todo y de nada. Entonces, pasando de un simple conocido a mi mejor amigo y con el tiempo algo más.

Un abrazo puede durar milenios o segundos, más si es un abrazo esperado. Siendo tan simple como el cuerpo reacciona ante otro bien conocido; un pedazo de vasto mundo dónde sólo reconocemos nuestra existencia. Sin embargo; el ronco carraspeó de Tida… como alerta nos despertó del sueño.- haha….- bajo el sin fin de ojos que curiosos analizaron la interacción entre ambos; procure mirar solo aquellos que extrañe tanto.

-Mmm, Apo… no nos vas a presentar.- P'Tong interesado y coqueto entonces se recarga en mi cuerpo sin pena mirando directamente a Susan y Aiden.- ¿Son tus amigos?.

Susan tan sociable inmediatamente Tong cuestiona en un inglés entendible, responde con soltura y elocuencia.- por supuesto, sus mejores amigos; Susan Thompson un placer.- Mientras tendía su mano, apretando la de Tong y aquellos interesados, como Build y Us que se veían más atraídos por Aiden. Mis ojos recorriendo el grupo, se encontraron con los de Mile… poco interesados y tranquilos; fijándose en los míos.

¿Qué esperaba ver en ellos? ¿Celos? ¿Diversión? … Lo mejor es evitar semejante pensamiento y enfocarme en lo importante.- emm, él es Aiden Wright mi … mi mejor amigo.- ¿sería pertinente decir la verdad de lo que fuimos, a personas como los chicos? Tal vez, es mejor guardarlo solo para nosotros. Aiden aún más alto que yo, parece un foco de atención para muchas personas; fuerte y atractivo, suele generar admiración por muchos.

The LoserDonde viven las historias. Descúbrelo ahora