Capitulo XIII: con una pequeña chispa.

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"La seducción de los sentidos es tan penetrante, los caprichos de la imaginación son tan violentos, que el espíritu se forja un sueño lleno de deleites, transportes y éxtasis o, por lo menos, una novela de sensualidad viva y variada; luego, en la ocasión propia, el torrente contenido se desborda, rompiendo los diques de la ley y el deber." (Hippolyte Taine)

El regreso a casa, siempre luce como un momento deseable despues de un viaje largo, más si este es de trabajo. El arribar en la tierra natal que recibe a sus hijos como un puerto a un marinero, feliz de pisar el llamado hogar; lucido bajo los encantos de la casa propia y no un hotel sin el cálido sentimiento de propiedad. Fue después de un mes y medio el retorno, el viaje de vuelta a Tailandia; Luego de terminar la gira por los países restantes de Latinoamérica.

Mi casa que al irme resultaba solo un escondite para refugiarme de lo que sentía por Mile, ahora volvía tener el color hogarero que me atraía al volver cada día después del trabajo, limpiando y organizando todo para regresar a mi vida normal congunto a un buen merecido descanso después de semanas de presentaciiones, aviones, hoteles y fans.

La primera semana después de volver resultó en un pequeño desorden para organizar los recuerdos de cada país; una figura del Big Ben, libros de tapa dura clásicos de la literatura inglesa como Sherlock Holmes por recomendación de Pond, una mini torre Eiffel y un arco del triunfo como pisa papeles, más una pequeña rosa guardada entre las páginas de un libro recuerdo de la noche aprovechada en mi soledad en aquel café parisino.

Castañuelas de España sonantes mágicas de exquisita cultura, obsequio de una fan encantadora que vestía un traje típico; con las castañuelas la foto de el junto a aquella de fan. Un sombrero mariachi y una botella de tequila, que aunque la emoción del lugar se vio ensombrecida por los acontecimientos disfrute recibir de las fan. Pequeñas alpacas con sombreros de colores, ponchos de tejidos tradicionales realmente hermosos de Perú.

De New York, no recolectó más que fotografías nuevas que ahora adornan cada rincón de la casa; no había nada más que quisiera. Las capturas de momentos hermosos con personas que lo hicieron feliz en segundos; varias fotos con Susan, Ralph y Nicole, una de la familia hermosa de Ross... Y el más importante, enmarcada junto a otra foto en su cuarto, el con Aiden.

Cada mañana al despertar, junto al buró de su cama; la foto dónde ambos felices sonreían lo recibe para iniciar el día. Poco a poco, su vida toma un tinte de colores y emociones positivas, dónde Mile ya no tiene cabida.

Retornan al trabajo luego de dos semanas de descanso, en espacial lo que trabajaban en la película. El tiempo de grabación volvería a dar inicio y con ello la importancia de un buen orden; beneficiándose de todo el trato ahora con reglas importantes, solo estipulaba la cercanía de ambos como compañeros de trabajo.

Las pequeñas oficinas con empleados de control de redes, recusos humanos y demas se abrirían paso al ingresar nuevamente después de casi mes y medio. Saludando a todos y cada uno de los miembros de BOC que sorprendidos alababan el cambio al regresar. Algunos incluso opinando que el cambio de aire sentó bien en mi semblante; agradecer tantos halagos solo resaltaría la obviedad del asunto…antes de irse solo era el reflejo de las emociones tormentosas que lo tenían desolado.

Al ingresar en la pequeña sala de juntas; el equipo de la película, aún con miembros faltantes lo recibió alegre… entre ellos Mile que solo asentiria a modo de reconocimiento. Después de Perú; aunque difícil ambos lograron mantener una actitud educada ante el otro, sin ignorarse y dirigiéndose la palabra mínimamente. Sentado al otro extremo de la silla junto a Bas charlan tranquilamente durante minutos en espera de los otros participantes de la junta, Mile por su lado procura evitar unirse a ellos inmerso en su teléfono.

The LoserDonde viven las historias. Descúbrelo ahora