The Loser

Capítulo XV: fácil.

"Nunca confíes en nadie, Daniel, especialmente en las personas que admiras. Esos son los que te harán sufrir los peores golpes." (Carlos Ruiz Zafón)

Ocultar lo que sientes bajo la cara de la felicidad, incluso si  es difícil; parece más fácil que enfrentar el posible veredicto del rechazo. Muchos temen expresar sus sentimientos, otros actúan con libertad sin ningún miedo porque es más sencillo para ellos soltar el peso que cargan encima. ¿Qué podría esperar si confieso los tormentos de mi mente? ¿Podrías odiarme o serías amable? Confío en que mi corazón no sufra tanto por tu desprecio.

Desde México, alejado por miedo como un cobarde evitó la constante cercanía de mí nong; la vergüenza me ataca sin compasión recordando el descaro que cometí en aquel carro. Qué desvergonzado al tomar algo que solo le pertenece a esa mujer, algo que no quisiste darme a mí; con pena constantemente esquivando la mirada confundida de Bible.

Que poco hombre actuando como un cobarde sin admitir los crímenes que he cometido bajo el título de amor. No tengo el derecho de sentir  compasión por mis sentimientos cuando he causado tal desastre; desearía simplemente que no me aborrezca si sabe lo que hice. Pasaron semana tras semana con el peso sobre los hombros; recordando mi grave falta, evitando cualquier contacto, sometido al autocastigo; esperaba que luego de meses al superar aquello podría vivir tranquilamente. Sin embargo; está noche con la llegada del americano a Bangkok por fin acorralado debía enfrentar las exigencias, las dudas.

El carro luego de dejar en casa a un Ta lleno de energía aún; vacío a excepción de la presencia de Bible y mía, continúa en silencio el camino hasta la casa del menor. Con solo poco para llegar al destino y liberarse de la presión y el corazón asustado que no paraba de palpitar excesivamente; la voz tranquila del estudiante de ingeniería cuestiona de repente.- ¿Por qué me has estado evitando, Phi?.

Apretando el volante para mantener la poca calma que mi cuerpo apenas posee, sonriendo sin apartar la vista del camino oscuro entre árboles y calles; respondo.- ¿Evitarte?... Nunca lo he hecho, Bible.- riendo aunque suene tan falso, realizó el precario intento de dispersar los nervios e incomodidad en el carro.

-Phi lo ha hecho... Desde México.- tranquilo, es mi único pensamiento. Falta poco para llegar solo una cuadra más y  huyendo podré evitar semejante interrogatorio. El silencio del auto sin espera de una respuesta resulta más tenso cada vez, con la mirada de ambos al frente.

El alivio al estacionar el vehículo pronto se vuelve un caos en mi mente con la pregunta que no tenía ningún deseo de escuchar, aquella que el temor acosaba con frecuencia en su presencia.- ¿Porqué me besaste?.- no había respuesta, mi boca seca como desierto mientras las manos firmemente puestas en el volante apretaban y el deseo fuerte de vomitar atacaba mi cuerpo.- ... Esa noche en México luego del concierto,me besaste y murmuraste algo... Después de eso has estado actuando esquivó conmigo.

Aquella noche... Que idiota; seguro  bajo el encanto y el deseo de cumplir un sueño, con los ojos velados no admití nada más en el panorama; que gran error. Estaba despierto y yo felizmente creía ser un gran ladrón ¿Cómo bajo la tentación cometí tal estupidez? Ahora, prosigue evitar o aceptar el castigo.- ¿Qué ocurre P'Buble?.- pregunta nuevamente con calma y sin un tono enojado.

-No quiero hablar de esto...- aquellas palabras cortas en el más bajo decibel, son pronunciadas con el nudo en la garganta buscando soltarse pronto.- Por favor olvídalo.- y sin más, se quiebra resultando en un lastimero susurro, doloroso para quien lo escuché.

Una mano que cae suavemente hasta posarse en mi hombro, como consuelo acaricia lentamente el hueso que allí se siente.- No puedo, porque también me concierne.- expresa con calma y sin resultar grosero ¿Seguirás así después de decirte el porque? Mientras las manos lentamente dejan el volante cayendo en mis piernas hasta observar cada pequeño detalle bajo los ojos aguados que nublan mi mirada.- ¿Fue una broma?.