Capítulo XVI: a mi primer amor.

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"¿Recuerdas el sentimiento? Aquel tan profundo cuando observas a la persona que alguna vez amaste; en el ruso existe una palabra para ello Razljubit, que dichosos de tener una palabra para semejante sentir; yo lo llamaría añoranza."

El impacto de cualquier palabra sobre nosotros, incluso si no tiene ninguna relación con la verdad puede destruir mucha confianza en la que trabaja el cerebro por crear; nadie puede hablar correctamente de los sentimientos que abundan en nuestro corazón. Sin embargo; la duda es suficiente para cuestionar la realidad de aquellos emociones, con una palabra la confianza en lo que sentimos cae bajo la lupa crítica ¿Acaso lo que percibimos puede ser un error?.

Es tan sencillo como una palabra destruye cada pequeña luz de esperanza; creía que mis sentimientos por Aiden lograrían eliminar lo que aún resguardaba mi corazón por Mile, que error. Ahora es cuando aquellas 5 letras tenían más peso, era tan fácil… cayendo rápidamente en la seguridad ofrecida por Aiden y el amor que sabía aún posee por mi.

Sin embargo; ahí en lo profundo escondidos bajo un sin fin de excusas, una fe ciega y un enojo dirigido al hombre; los sentimientos por Mile fuertes como si no hubiera forma de hacerlos borrar para siempre siguen aferrados a mi corazón, no es justo. Caminando a dónde el rubio aguardaba, todos sus pensamientos eran una cadena de acusaciones sobre sí mismo; autodesprecio por el juego cruel con los sentimientos que sabe tiene su ex amante por él.

Que cínico eres Apo, prometiendo palabras de amor aunque tú corazón ya no le pertenece ¿Cómo no odiarme por semejante crueldad? Acaso no es similar a lo que Mile sin consideración le hizo también. Justo ahora mirando al perfecto hombre de ojos verdes, resulta más difícil ignorar la culpa sobre sus hombros y el no poder amarlo como se merece. Fue su mirada sobre el otro, que atrajo su atención acercándose hasta él; tan pronto aquellos iris mezcla de un sin fin de matices verdes con algunas salpicaduras de ámbar, se posaron sobre su rostro; la mirada feliz cambió a una preocupación inmediata.- Estabas llorando.

-¿Ah?...

-Estabas llorando.- no hay una interrogación, afirmando aquello vuelve a repetirlo. Las pruebas del llanto seguramente quedaron grabadas en su rostro; algo innegable considerando que Aiden bien conoce cada expresión mía.

La única forma de calmar al hombre preocupado, una mentira no le hará mal.- Era por mi personaje.- esperando que aquella actuación fuera suficiente para evitar preguntas y continuar como si nada hubiera pasado.- se aprovechó una locación y grabamos rápido algo.- difícilmente tal mentira podría engañar a su ex novio; aún con pena de decir el porqué de su llanto o quizás temor, continuó su camino directo al estacionamiento.

La voz de aquel, suave y con matices de preocupación llegó de inmediato junto a él.- Apo…- evitando la mirada profunda, aquella que bien podría revelar cada secreto; siguió caminando con la vista baja.

-Es en serio.- rogando a los dioses que de aquella forma el otro hombre sin hacer más preguntas quedará satisfecho, incluso si la explicación carecía de alguna lógica.-Es solo que debía llorar mucho y por eso estoy así.- nunca le ha gustado jugar con mentiras, aquellas son solo una forma cruel de engañar a las personas; nadie las merece.. mucho menos alguien tan importante para él como Aiden.

Si aquel no logrará leerlo tan fácilmente podría engañarlo con sus palabras mediocres. No obstante; el rubio amante con su personalidad pasible, con su gran corazón solamente dijo.- Sabes que me puedes contar todo.- teme su reacción ante la razón de su llanto ¿Cuánto le dolerá el saberse utilizado?.

Haciendo uso de su mejor cara y actuación, dijo.- claro, no te preocupes.- Quizás no fue suficiente pero Aiden prefirió callar alguna queja para sí mismo, mientras caminaban juntos al estacionamiento contando anécdotas graciosas del alto extranjero a modo de aliviar la deprimente expresión que mi rostro tenía.

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