Un sueño bajo la luna || Rei- Asuka - Misato x Lector

Capítulo 2: Un nuevo hogar

Se escuchaban los estruendos a espaldas de la ambulancia, era obvio que aquella pelea entre el ángel y el Eva piloteado por Shinji era algo de otro nivel, y/n apenas pudo ver la primera parte de la pelea antes de que la ambulancia tomara una ruta totalmente alejada de la ciudad, aprovechando las montañas para viajar sin que el ángel pueda detectarla. Así viajarían un buen rato, y/n no sabía si habían pasado tan sólo unos minutos o si ya llevaban una hora de viaje, el chico estaba totalmente concentrado en aquella chica de ojos rojos que se encontraba en la camilla sujetada por el joven para que no se tambaleara por la brusquedad del viaje.

Finalmente habían llegado al hospital, ayudando a bajar la camilla con la chica encima de ella, y/n seguía a las enfermeras que llevaban a la chica herida hasta lo que él suponía, era el quirófano, llegado cierto punto de los pasillos, se le prohibió la entrada ya que la siguiente área era sólo para heridos y para el personal del hospital, sin nada más que hacer, el chico esperaría cuanto tiempo fuera necesario para recibir noticias de la chica herida, después de todo, le encomendaron la misión de acompañarla y vigilarla.

Y/n: (ya ha pasado un buen rato... ella ya había sido atendida antes por las vendas que llevaba, sólo debe ser un chequeo de rutina, ¿por qué tardan tanto?)

???: ¡Hola! Tu debes ser el chico que vino con la paciente, ¿no?

El joven dejaría de lado sus pensamientos para prestar atención a quien le hablaba, era una figura adulta con una bata blanca, era obvio que se trataba del doctor que atendía a la chica.

Y/n: Hola, soy y/n y si, vengo con ella, ¿Cómo está, se lastimó?

Doctor: Bueno... antes de hoy ella ya se encontraba herida, parece que la caída de hoy no fue nada grave, sólo le causó dolor por el impacto y porque su cuerpo no había descansado y se encontraba débil, si descansa esta noche, estará lista para irse cerca del mediodía de mañana.

Y/n: ¿Eso es todo? Tengo que decírselo a mi... superior, así que si hay algo más necesito saberlo...

Doctor: Tranquilo, sólo es eso, aunque lo más recomendable es que no se esfuerce mucho los siguientes días ya como te dije, su cuerpo sigue débil.

Y/n: Entiendo, gracias, una cosa más, ¿Cuándo podré verla?

Doctor: Bueno... ella ya fue llevada a su habitación, la llevaron por otro camino, ve por ese pasillo, gira la izquierda y la primera puerta que veas, es en donde se encuentra tu amiga, nos vemos...

Y/n: Adiós... bueno... eso fue fácil, ¿Misato dijo que vendría cuando se desocupara? No lo recuerdo...

Siguiendo las indicaciones del doctor, y/n llegaría hasta la habitación de la chica, entrando con cautela para no hacer ruido, el chico pudo ver el interior de la habitación, tenía un tamaño normal, ni tan grande ni tan pequeña, había un par de asientos, una mesilla junto a los asientos y en medio de la habitación, había una cama que estaba pegada a la pared, encima de ella se encontraba aquella chica de nombre desconocido, parecía estar durmiendo así que era algo menos de lo que preocuparse.

Y/n: (Es ella... no sé cómo pudieron pensar en mandarla a luchar con esa bestia, tiene un brazo enyesado y un vendaje en el ojo... al menos está dormida, aprovecharé para descansar un poco, sólo espero que ese asiento sea más cómodo de lo que se ve...)

El chico había perdido la cuenta de las horas que llevaba despierto, se había levantado muy temprano para ser puntual en su viaje y ya debía ser más de medianoche, si no se había desmayado del cansancio debía ser por pura suerte, sin perder más tiempo, y/n fue a descansar a aquel asiento y al poco tiempo, cayó rendido por el cansancio.

Varias horas habían pasado, el sol ya se colaba por la ventana de la habitación, dándole directo en el rostro al chico despertándolo de su sueño, tardando varios segundos en distinguir la realidad del mundo onírico, el chico recapituló todo lo que había pasado, el ataque del ángel, el viaje a NERV y la chica herida que debía vigilar... "¡la chica!" pensó y/n mientras se levantaba abruptamente de aquel asiento, haciendo ruido suficiente para despertar a quien se encontraba encima de la cama.