𝐇𝐨𝐮𝐬𝐞 𝐨𝐟 𝐖𝐚𝐱 • ɪɴsᴀɴɪᴛʏ ʟᴏᴠᴇ

𝑪𝑨𝑷𝑰́𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑽

Paso una semana desde que la cercanía con Vincent había comenzado a ser más estrecha teniendo conversaciones solo hasta que él comenzara a sentir incomodidad en su garganta, Evelyn era la que se encargaba de seguir hablando sin tomarle importancia de tener que esperar cuando escribe en la libreta de notas y siguiendo esa rutina con él. Lester fue el primero en notar ese cambio venía a Vincent más veces de lo que había hecho antes, además de verlo descansar en su propia habitación y compartir más tiempo con ella. Bo tardo en ver lo cercano que su gemelo y Evelyn se habían vuelto lo que le molestaba escucharla la risa de ella con lo que sea que hablara con su hermano y ese mínimo de espacio que se quedaba entre ellos, pero solo apartándose cuando escuchaban a Bo acercarse.

Lo que llegaba a molestarlo sin saber por qué le molestaba esa cercanía, pero lo atribuía a que no confiaba lo suficiente en ella hasta el punto de vigilarla desde lejos y llegar a ver de manera superficial su habitación. No de una manera morbosa como se esperaría de Bo, pero rebuscaba algún tipo de arma o diario que expusiera lo que ella pensaba de sus hermanos y de él.

Pero mientras él buscaba algo con que tener control de ella Vincent y Evelyn no estaban solos Lester se encontraba con ellos recargado en la barra de la cocina mientras ella terminaba pelaba las zanahorias y papas para la comida, Vincent la ayudaba lavando las verduras para quitar el exceso de tierra. Los conversaban de cosas diversas hasta que Lester pregunto.

— Oye, Eve. —la llamo por el nuevo apodo que Lester y Vincent le pusieron. — ¿Qué paso? —pregunto concentrada en pelar las verduras.

— ¿Tienes familia? —respondió con otra pregunta que tomó por sorpresa a Evelyn, pero disimulo. — No, no tengo familia solo viejos amigos, pero no aquí. —respondió con una leve sonrisa.

— Olvide que habías mencionado que no eres de aquí, ¿Dónde era? —trato de hacer memoria, ella sonrió. — Oslo, Noruega. —le recordó ella a lo que Lester chasqueo los dedo y señalando al aire. — Ese mismo, casi no hablas de tu vida ahí solo nos has dicho que te mudaste a New Orleans y luego andar vagando por carretera. —comento rascando su barbilla.

— Supongo que podría contarles después de todo yo conozco sobre el pasado de ustedes. —esta vez vio a ambos hermanos, Vincent se acercó con el resto de los vegetales limpios. — Genial entonces, ¿tienes fotografías tuyas de pequeña? Apuesto a que eras muy graciosa. —se burló Lester.

— Si tengo, llevo algunas conmigo después de la cena les mostrare. —prometió comenzó a cortar y picar dejando el trabajo de pelar para Vincent. — ¿Y tus padres? Seguro fuiste tratada como princesita. —la pregunta la puso tensa, Vincent se dio cuenta. — No diría como princesa, pero —estaba por hablar, pero se quedó callada al ver a Bo entrar y se veía de mal humor.

— Vamos no te detengas, princesa. Dinos como tus padres te mimaban por ser una princesita educada y buena. —su voz era firme. — Así no fue mi infancia. —aclaro Evelyn volviendo su atención a cortar.

— ¿Ah no? Sabes me preguntaba como supiste atender mis heridas y es que la princesita educada tiene un título en medicina. —revelo con voz más molesta como voz fuera veneno. — ¿Entraste a mi habitación? —dirigió su mirada al mayor.

— Es mi casa puedo entrar a donde me dé la gana. —puso más autoridad en su voz. — Es mi privacidad. —Evelyn se había puesto tensa y esta vez tanto Vincent como Lester se percataron.

— No me interesa, ¿Qué más ocultas? Anda sigue hablando de tu infancia de cuento de hagas, no te sientas culpable por la de nosotros y no olvides hablar de tus padres. —aunque no había gritado en ningún momento la forma en la que sus palabras salían de su boca parecían cuchillos abriendo en ella.