[Malditos fanfics]

746 64 61
                                    

Advertencia: Es un One-shot crack. ¿Smut maybe...?

Feliz April fools (atrasado)

Feliz April fools (atrasado)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era de noche. Probablemente eran las dos de la mañana. Pero Sara seguía despierta en su habitación, viendo de manera muerta la luz de su celular mientras escribía como si estuviese poseída.

Sonrió sin mucho ánimo cuando, luego de un rato, pudo detenerse.

— Lo logré... Luego de casi un año, terminé de publicar el fanfic. – La chica colocó un brazo en sus cansados ojos. — No quiero volver a saber de este shipp por mucho, mucho tiempo... ¿De quién escribo ahora?

La rubia sabía que debía descansar. Tenía clases mañana, pero todavía tenía energías de escribir lo que sea.

"Al diablo, elegiré a alguien y lo voy a emparejar con Gumball"

Usando su celular, buscó entre sus contactos la lista de sus compañeros de clase, bajó con el dedo las opciones en la pantalla y detuvo el desfile de letras en un toque al azar.

— Espera, ¿Desde cuándo tengo el número de Ocho? – Sara entrecerró sus ojos, pensando que su cerebro le estaba jugando una broma.

Pero sus retinas quemadas se lo confirmaron. Ocho sería la siguiente víctima (junto con Gumball) de sus delirios literarios.

— Gumball... Ocho... Casi no interactúan, ¿Qué se supone...? – La rubia comenzó a hablar sola, cabeceando por el sueño. — Bah, veré qué sale. No puede ser tan malo.

La chica se levantó perezosamente de su cama, con las sábanas cubriéndola, y buscó su libreta de borradores. Si seguía viendo su celular, se quedaría ciega.

Tanteó su escritorio con los ojos medio abiertos, como si fuese un zombie buscando cerebros. Hasta sus sonidos de estarse muriendo y su aspecto por el insomnio la hacían ver como tal.

Tomó una libreta con cubierta negra de cuero y un logo dorado.

Cierto. Seguía teniendo esa libreta especial.

Olvidó botarla a la basura.

Sara rió a lo bajo.

— No. Sería una tontería... – La rubia tomó la libreta y la abrió en las primeras páginas que tenían algunos espacios en blanco. — Pero...

Encendió la luz de la lámpara, tomó un lapicero cualquiera y comenzó a escribir.

"Por conveniencias de la historia, la libreta mágica puede producir más hojas en blanco para que no se termine nunca"

— Muy ambiguo. – Sara estaba dispuesta a borrar. Pero el libro se sacudió y cayó de sus manos.

Todavía asustada, y ahora algo despierta, volvió a abrir la libreta con la leve esperanza de que hubiera funcionado. Se sintió rápidamente estafada al ver las últimas hojas todavía llenas de letras.

[GumOcho One-shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora