20 Cosas que Hacer Antes de Morir - Michaeng

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—No... No lo hagas

Aún así no me hizo caso, cerré los ojos antes de que terminara de levantar mi rostro con su delicado toque.

—¿Sabes que eres muy mala mintiendo?... ¿Te duele?

—No... Ya no

—¿Quieres... Quieres contarme qué pasó?

—Me-Me caí

—¿Era necesaria la mascarilla?

Me aparté y nuevamente bajé el rostro, no podía hacerlo, tal vez quería contarle pero no estaba lista. Al sentirme tan abrumada con todos los pensamientos y recuerdos no pude controlarme más y lágrimas silenciosas comenzaron a salir, no quería que alguien viera lo rota que estaba. Me levanté rápido y me fuí corriendo al baño más cercano para esconderme en el último cubículo, obviamente ella me siguió.

—Minari, por favor. Abre la puerta... Prometo que no preguntaré más pero por favor, sal de ahí

No podía escapar, así que abrí la puerta y apenas lo hice, ella se acercó y sus brazos me rodearon, no había recibido un abrazo en años, menos uno tan reconfortante y que se sintiera tan sincero. Mis lágrimas dejaron de ser silenciosas y los sollozos comenzaron a salir, me estaba derrumbando lentamente como otras veces, pero esta vez el dolor era opacado por la calidez del cuerpo de Chaeyoung.

Solo se quedó ahí, en silencio, sin soltarme, incluso acarició mi cabello con suavidad, quiso saltarse la penúltima clase pero la convencí de no hacerlo. Con papel higiénico limpié mi nariz, luego lavé mi cara, mis manos y las sequé, todo ante su atenta mirada.

Fuimos a clases, permanecí perdida en mis pensamientos, en nuevas realidades, pero noté que incluso en el receso ella no se alejó de mí, a pesar de permanecer en silencio. La última clase fué reemplazada por un consejo de curso, nada de lo que decían podía importarme, de un momento a otro una hoja se deslizó hasta mí y ví la caricatura de un tierno pingüino con un globo de texto que decía "Hola! me estoy congelando, solo mírame con tus cálidos ojos" y sonreí.

Pensé que podía lucir horrible como siempre aunque ahora me sentía destrozada y tal vez era peor, aún así giré mi rostro y por primera vez, me perdí en los profundos y hermosos ojos de Son Chaeyoung. Si pudiera navegar en una taza de café, si pudiera ahogarme en ellos lo haría. No sé cuánto tiempo su mirada estuvo conectada con la mía, porque el mundo se detuvo, pero el timbre sonó y el trance se desvaneció. La ví arreglar sus cosas con una sonrisa, guardé las mías y al ver el dibujo del pingüino también sonreí.

—¡Cha-e!

Jeon Somi, una de sus tantas amigas se acercaba un poco mientras los demás compañeros iban saliendo rápidamente.

—Que-é

—Hoy es vi-er-nes

—Lo-sé-e

—Eres una idiota jajaja, ¿rechazaras otra fiesta de viernes?

—Sabes que trabajo

—Pero no toda la tarde. Además, es en la noche... Si quieres puedes ir con Myoui

En ese momento entré en pánico, de alguna manera me estaba invitando pero ni siquiera se dirigía a mí.

—No, tenemos otros planes

—Bueno, sabes donde vivo por si cambias de opinión. Buen finde bae

—¡Goodbay! — Me había paralizado aunque escuché los pasos alejarse — ¿Vienes Minari?

Mientras caminaba junto a ella por el pasillo hacia la salida me volvía a sentir como un estorbo, así que después de todo lo que había hecho por mí, quería expresarselo.

—¿No... No quieres ir a esa fiesta?

—¿Tú quieres ir?

—No... Me sentiría totalmente fuera de lugar... Lo digo por ti... No quiero ser un estorbo

—¿Eh? Minari, jamás serías un estorbo, ni siquiera lo pienses, incluso si no tuviéramos planes, porque... ¿Siguen en pie verdad? — Asenti sintiendo un poco de aflicción — ¡genial! Y para que quedes más tranquila... Las fiestas en general no me agradan, llego hasta las reuniones tranquilas... No lo sé, refrescos, comida chatarra, una película y una larga conversación, hasta ahí es ideal. Pero un ambiente desenfrenado no lo puedo disfrutar y justamente eso es lo que pasa en una fiesta de Somi

Asistir a una fiesta de ese tipo estaba en mi lista de 20 cosas pero no sabía si podría soportarlo.

—¿Fuiste a alguna?

—Síp y resistí 30 minutos jajaja

—¿Tan terrible es?

—Alcohol, cigarrillos, droga, música extremadamente alta, baile, besos sin motivo y sin sentido y escenas subidas de tono... Para mí eso no es diversión, prácticamente todo es inconsciente... Pareces curiosa, ¿te gustaría ir a una?

—En algún momento pensé en infiltrarme a alguna pero desde tu perspectiva no suena bien, tendré que tacharlo

—¿Tacharlo?

Estaba hablando demás, rayos... Si tan solo ella supiera lo que planeaba hacer.

—Ten-tengo una lista de... Cosas por hacer antes de morir

—Eso es una buena idea, ¿cuántas cosas hay en tu lista?

—20

—M mh te quedan 20 o...

—No... Son 20... No he logrado ninguna

—De seguro lo haces. Oh, ¿crees que yo podría ayudarte con alguna?

—No-no lo sé.

—Me dió mucha curiosidad... Sabes que seguiré preguntando por ello ¿Verdad? — Jamás debí abrir la boca — bueno, y ¿qué planeas hacer luego de que lo logres todo?

¿Qué hay después de la muerte? ¿Cuál sería mi destino? ¿me iría al cielo o al infierno?¿Reencarnaria? o ¿existía algo más?

—¿Qué-qué harías tú si tuvieras una lista así y lo lograras todo?

—Mmh... Pues tal vez seguir agregando cosas a medida de que voy viviendo... Entonces, ¿tú qué tenías en mente?

—Es una lista a largo plazo... No sé si logre algo, tal vez muera antes de hacerlo

Y era la verdad, cada vez que lo pensaba, todo parecía más inalcanzable e imposible y el tiempo avanzaba cada vez más rápido.

—¿Qué cosas tan difíciles hay en tu lista para no poder lograrlo?

—Tal vez... Tal vez algún día lo sepas

—Rayos, la intriga me perseguirá hasta entonces