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Pov Chaeyoung:

Desde que ví la terrorífica mirada de la mujer que era la madre adoptiva de Mina, sentí miedo, no por mí, sino por ella. Fue peor cuando la tiró con violencia hacia el interior de la casa, ni siquiera me importó que me tirara la puerta en la cara, me quedé un rato ahí por si escuchaba algo pero me resigné, luego llamaría a Mina para saber cómo estaba, mi madre me hizo muchas preguntas pero solo dí respuestas vagas porque, sentía una gran preocupación.

Llamé y mandé montones de mensajes a su celular hasta que el sonido indicó que estaba apagado. Al principio pensé que Mina podría estar enojada y culpandome de lo que sea que le pudo haber pasado luego de que me fuí, pero cuando comenzó a faltar a clases me alerté. Fuí a su casa, la misma señora me atendió, su primera respuesta fue "Está resfriada" luego me cerró la puerta en la cara como la primera vez que la ví.

Seguían pasando los días y volví a ir, parecía aún más hostil esta vez pero, ante mi pregunta dijo "sigue resfriada". La desesperación ya era demasiada, cada vez que el recuerdo de los golpes en el torso de Mina volvían a mi mente era peor la sensación.

La tercera vez fue un "Irá mañana" pude tranquilizarme un poco pero al día siguiente tampoco llegó. Casi dos semanas pasaron y mi corazón se destrozó cuando escuché la última respuesta, no pude hacer más que resignarme, "Volvió a Japón con su madre biológica".

Ni siquiera fue a despedirse, no contestó ninguna llamada ni mensaje... Ni siquiera sabía que Mina provenía de Japón, después de todo no la conocía pero ¿por qué sentía tanto dolor?

4 días fueron suficientes para creer que lo tenía todo y en 2 semanas se derrumbó.

Me dijo que no se alejaría, pensé que lo intentaría, pero tal vez ahora podría ser feliz.

Estaba dispuesta a volver a ser yo, pero no podía dejar de pensar en Mina aunque Dahyun, Tzuyu y varios amigos intentaron subirme el ánimo, de cualquier manera necesitaba tiempo. Seguí sentandome en el mismo banco que compartía con ella y en la tercera semana, justo el día miércoles, cuando todos estaban hablando mientras hacían una actividad en grupo, mi celular vibró, era extraño, pensé que tal vez sería de la compañía telefónica y hacer una broma me relajaría un poco, pero cuando ví el nombre que salía en la pantalla, mi corazón se detuvo y simplemente salí corriendo fuera de la sala.

—¿Mina?

—Te necesito

Fue lo único que pude escuchar antes de que cortara, me sentía desconcertada e iba a volver a llamar pero en ese mismo momento un mensaje de su celular llegó, era una dirección, en segundos le devolví una respuesta "Por favor espérame".

Entré a buscar mi mochila e ignorando el llamado de la maestra salí corriendo, me escondí de los cuidadores y cuando estuvieron desprevenidos logré escaparme. Seguí corriendo hasta llegar al paradero y por suerte justo venía un autobús en el momento en el que me detuve. Busqué la dirección por Naver Maps, estaba en el centro de la ciudad, no conocía mucho pero no podía pensar en nada más que en volver a ver a Mina.

Cada vez me ponía más impaciente, tenía un mal presentimiento. Cuando ya estaba cerca, la congestión de vehículos era demasiada así que me bajé y seguí corriendo hasta llegar a un hotel de mal aspecto, entré y pregunté en recepción por Mina, el encargado era tan lento que seguía desesperandome pero al fin me dijo que estaba en la habitación 21.

Llegué y toqué varias veces con desesperación, alcé la voz, dije su nombre y mencioné que era yo, luego de seguir golpeando unos segundos, la puerta se abrió y quedé en shock. Enseguida sus brazos me rodearon y comenzó a llorar, le correspondí el abrazo y también lloré, no podía creer en las condiciones en las que estaba, no podía creer que estaba ahí, no podía creer cuanto la había extrañado.

20 Cosas que Hacer Antes de Morir - MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora