- Buenas tardes, Claribel ¿Juan Pablo dónde esta?
- En la oficina con su hermano, Isabel.
- Señorita Arismendi, para ti.
- ¿Y tu por qué me tuteas a mi, entonces?
- Porque puedo, por favor tráeme tres tazas de café a la oficina de Juan Pablo, gracias. - le sonreí y seguí caminando, toque la puerta y escuche la palabra habitual.
- Buenas tardes, arquitectos ¿interrumpo algo?
- En lo absoluto, pasa, Isabel. - Juan Pablo respondió sin mirarme, lo que sí hizo Emiliano que no dudó en sonreír con galantería, asentí lentamente.
- ¿Cómo estás, Isabel? - preguntó esté jugando con el lápiz entre sus dedos.
- Muy bien, gracias, le he pedido a Claribel que traiga café, ¿están de acuerdo?
- Por supuesto, no sé como haces para saber lo que necesito. - esta vez Juan Pablo me regalo una sonrisa.
- Es mi trabajo. - me dirigí a mi escritorio dejando sobre este algunas carpetas, encendí el ordenador y ellos volvieron a lo suyo, Claribel entro a la oficina segundos después con las tres tazas de café sobre una charola, cuando salió sentí su mirada asesina, sonrei discretamente.
- Creo que hemos terminado esta parte, hermano, me voy, te dejo trabajar - guardo varias cartulinas en una carpeta roja - nos vemos después, Isabel.
- Hasta luego, Emiliano.
- ¿Cómo estuvo la mañana de clases? - Juan Pablo llevo varios planos hacia los armarios laterales.
- Muy bien, arquitecto, no lo vi por la facultad.
- Solo fui la primera hora, tuve que regresar a la oficina porque el proyecto del parque tuvo complicaciones.
- ¿Graves? - le di toda mi atención.
- No, solo un mal cálculo de financiamiento. - sonrío.
- ¿Se soluciono?
- Si, error del departamento financiero, pero ya todo está bien y también el responsable esta fuera.
- ¿Tanto así? - pregunte un poco sorprendida.
- Por supuesto, los pequeños detalles son los que muestran la excelencia, por ejemplo, en tu caso tu eres una verdadera muestra de excelencia.
- Gracias, arquitecto ¿puedo pedirle un favor? - lo mire con inocencia.
- El que sea. - ocupó la silla de su escritorio.
- El trabajo en el que usted me está ayudando esta perfecto, pero Michelle a encontrado un excelente material en Colombia para adjuntar y desea que yo este allá para trabajar juntas, por lo que tendría que ir para allá mañana.
- ¿Y no podrás venir?
- Así es, pero si usted dice que no, yo no iré y le diré que lo haga sin mí, usted tiene la última palabra para mi decisión. - el tono de voz que use fue cautivador pero mi mirada seguía siendo la misma, el miro hacia abajo ¡perfecto!
- Isabel... - me miro como jamás lo había hecho, algo me quería decir, asentí como para darle pauta a continuar pero no lo hizo, volvió a mirar hacia los papeles que reposaban en el escritorio y cuando la alzo está ya no decía nada - puedes ir, no te preocupes por el trabajo, para mañana no tenemos mucho, es sábado, ¿cuándo regresas? - su tono profesional había regresado.
- El domingo en la noche. - esta vez era yo la desarmada.
- Ve, no te preocupes, solo ten cuidado.
![](https://img.wattpad.com/cover/38909768-288-k967271.jpg)
ESTÁS LEYENDO
EL ROSTRO DE LA AMBICIÓN
RomanceEl dinero es todo lo que ella busca y es lo único que tomara en cuenta cuando conozca a su profesor de arquitectura, su objetivo es claro, desea ser millonaria al precio que sea. Isabel Arismendi es bella, inteligente, talentosa y decidida, la muje...