CAPÍTULO 18

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- Basta - susurre separándolo de mi - lo conseguiste, ya me besaste. – sonreí para restarle importancia al momento.

- Con ese beso me demostraste que no me has olvidado. – me devolvió la sonrisa.

- Puede ser, pero igual me voy a casar - extendí la mano hacia la puerta - ve y ocupa el mejor lugar junto a tu novia.

- Cady si me quiere por lo que soy más no por lo que le puedo ofrecer, está a mi lado verdaderamente y lo estoy intentado con ella. - con esa sola frase literalmente mato mi corazón y las lágrimas querían brotar de mis ojos.

- Te felicito, pero yo nunca tendré comparación con ella y lo que viviste conmigo jamás lo vivirás con nadie - me acerque a la puerta con el orgullo herido - si no te vas tú, me voy yo. - salí por la puerta y por fin respire normalmente, arregle mi tocado y mi velo y seguí caminando apretando mis manos para que el dolor de alguna manera se fuera.

- Isabel - apareció Fernando - es hora de entrar a la iglesia, los invitados están haciendo preguntas.

- Por supuesto, vamos. - tome su brazo y salimos a la gran puerta, las escaleras estaban adornadas con una gran alfombra blanca y ahí nos detuvimos.

- Te deseo la mayor felicidad del mundo, hija.

- Gracias. - empezamos a subir las escaleras y al llegar a la puerta de la iglesia las campanas de la marcha nupcial se hicieron presentes, los asistentes se pusieron de pie y a lo lejos vi a Luis Fernando con su traje negro y la marcha comenzó.

Todos los presentes ovacionaron y yo camine lentamente del brazo de Luis Fernando, los flash de las cámaras me alumbraban y en mi mente pasaban todas las imágenes de mi vida hasta ahora, ¿realmente quería esto? Las palabras de Cony vinieron nuevamente a mi pensamiento.

Llegue al altar sin darme cuenta y al mirar a la derecha ahí esta Juan Pablo junto con Cady, su beso aún estaba latente, mis labios podían sentirlo ¿cómo estar entre sus brazos nuevamente? El único lugar que anhelaba, Luis Fernando extendió su mano y yo la tome, inmediatamente el cura empezó a hablar.

Las imágenes de mi boda parecían como de película, mi cuerpo estaba al lado del hombre que iba a ser mi esposo pero yo era como si pudiera ver todo desde arriba, no sé en qué momento la misa transcurrió cuando el cura ya estaba preguntando por segunda ocasión - Isabel Arismendi ¿aceptas a Luis Fernando de la Vega como tu esposo?

Mire a todos lados y vi a Juan Pablo observándome, atento a la respuesta que daría, todos los presentes estaban igual más que todo la prensa - Si acepto. - dije en un impulso, deje de mirar a todos directamente pero vi la reacción de Juan Pablo cuando abrazo a Cady.

El inesperado beso llego y oficialmente era la esposa de Luis Fernando, bajamos del altar ante los aplausos de todos, salimos de la iglesia y las flores y el arroz nos llenaron completamente, todos los invitados se acercaron a darnos las felicitaciones y la prensa buscaba las primeras entrevistas, busque a Juan Pablo pero por ningún lado lo vi, al fin y al cabo ya todo estaba hecho, una vida sin complicaciones me esperaba pero también una vida sin amor.

- Oficialmente eres la señora De La Vega. - me dijo Luis Fernando dándome un beso en la mejilla haciendo que volteara mi vista hacia él y dejara de mirar la carretera.

- Lo sé - sonreí - soy la señora De La Vega. - le tome de la mano y volví a mirar hacia la ventana, la limusina iba despacio por lo que podía pensar todo lo que quisiera, íbamos rumbo a la casa para la fiesta, después de eso me esperaba la luna de miel.

- Bienvenida a tu casa, hija.

- Gracias, Fernando.

- Puedo enviar a alguien de mi personal para que cuide tu casa. – ofreció.

EL ROSTRO DE LA AMBICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora