CAPÍTULO 14

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- Miren quien viene aquí - Macarena se paró delante de mi junto a sus clones - la prometida del arquitecto Moncada, ¿cuánto te va a durar este minuto de riqueza? - sus amigas empezaron a reír.

- Todo lo que yo quiera, Macarena, tienes envidia de que yo he logrado más que tú y eso que tenemos la misma edad.

- Tú eres una arribista, sedujiste al arquitecto para que te sacara del maldito barrio donde vivías, yo no presumiría eso. - gritó.

- Corrección - alce el dedo - fue Mauricio quien me saco de ahí, pero por su propia voluntad, nunca se lo pedí, esa es la diferencia, Macarena, a ti te hacen las cosas por obligación.

- ¡Idiota! - dijo con histeria.

- De idiota no tengo nada - reí - en cambio, mírate, tu papi tuvo que pagar para que no perdieras el semestre nuevamente y hasta yo te ayude con el arquitecto, deberías estar en deuda conmigo.

- Eso es mentira.

- Por supuesto que lo es, nunca abogaría por ti ¿sabes que? Ya me aburriste, debo entrar a un examen para el cual si estudie. - cruce por su lado y entre al aula, hay estaba Michelle repasando en su cuaderno, me senté a su lado y Katty atrás, salude a los demás compañeros quienes no perdieron oportunidad para alagarme.

- ¿Debes estar contenta, no? - hablo Michelle para mi sorpresa.

- ¿Disculpa?

- No me digas que no sabes.

- Se más específica, no tengo una bola de cristal que todo adivina.

- Mauricio, esta en rehabilitación, lo encontraron vagando por las calles con una sobredosis de alcohol en su cuerpo.

- No es mi culpa. - la mire

- Por supuesto que lo es, tú lo dejaste, como viste a un mejor candidato no te importo que le pasara, vendiste todo lo que te había regalado dejándolo a él sin opción a nada.

- No hables de lo que no sabes, Mauricio me dio todo sin yo pedírselo, lo dejo a mi nombre, es natural que tu vendas lo que es tuyo, no hice nada ilegal y si él quiso dedicarse a la bebida es por su falta de dignidad mas no por mí. - sonreí.

- Eres realmente mala, tu no quieres a nadie que no sea tu mismo.

- Tampoco es ningún pecado, Michelle, siento que te duela lo de Mauricio, pero ya que lo quieres tanto ¿porque no lo ayudas? Al fin y al cabo fue tu novio por muchos años y aunque él no te amara lo suficiente sé que tus sentimientos siguen intactos.

- Yo si se lo que es amar de verdad, lamento que el arquitecto no se dé cuenta de la mujer que tiene a su lado, no sabe lo infeliz que va a hacer, me pregunto que pasaría si a él se le acabara todo el dinero, lo más seguro es que inmediatamente a ti se te fuera todo el amor que dices tener por él.

- Cállate - susurre - el amor no te lleva a ningún lado.

- Buenos días, alumnos. - entro el profesor Alquimes y todo se tornó silencioso, desvié mi vista y saque mi bolígrafo para empezar el examen, la jornada paso tranquila y Michelle no volvió a dirigirme la palabra, pase con Katty y esta no dejo de importunarme, cuando el reloj dio la una de la tarde yo me dirigí al estacionamiento.

- Isa. - escuche mi nombre de una voz ronca.

Voltee para encontrarme con una imagen desagradable, lleve mis manos a la boca como gesto instintivo - ¡Mauricio! - exclame sorprendida al ver al muchacho andrajoso luchando por mantenerse en pie.

- Isabel - se abalanzo sobre mí - te amo, mi amor, no sabes cuánto he esperado este momento.

- Suéltame - me separe de el - estas enfermo, necesitas ayuda ¿te escapaste de tu centro de rehabilitación?

EL ROSTRO DE LA AMBICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora