Frog Buddies

2.1K 232 12
                                    

Vance Hopper

Desde la pelea con Bruce Yamada he intentando mantenerme alejado, no solo porque me suspendieron tres días, si no porque le prometí a mi madre alejarme de cualquier problema que ameritara una expulsión.

Cumplí mi promesa durante una semana, sin contar los tres días que estuve en casa, pero el destino parecía odiarme o una mierda así, porque mientras comía unas papas fritas pude ver como un grupo de chicas abrían un casillero a la fuerza.

Deje mi bolsa de frituras sobre las manos de mi amigo, él me observo confundido pero yo opte por ignorarlo. Solo intervine porque estaba aburrido, no es como si me importa realmente.

Camine hasta ese pequeño grupo de niñas, golpeando el casillero que habían abierto, el de Lis Yamada, se notaba a  kilómetros que era de ella por las pegatinas que tenia.

-¿Qué mierda creen que hacen?- Al menos los chicos teníamos las agallas de solucionar las cosas a golpes, de frente, pero la mayoría de las chicas eran cobardes -Si las veo molestar a esa enana, juro que iré por ustedes, ahora quiero que se larguen-

Ellas dejaron caer los cartones de leche, corriendo como si de verdad yo les fuera a hacer algo, mi política era clara, no golpeaba niñas.

Tome los tres cartones de leche y los bote a la basura, de seguro estaban podridos. Porque además de ser unas gallinas, tampoco eran originales, de seguro Lis podía hacer una broma mejor que esa, después de todo se la pasaba el día entero hablando.




















Últimamente la escuela estaba bastante tranquila, evitaba encontrarme con Bruce, pero me era imposible no hacerlo con Lis. Esa niña parecía estar en todas mis clases, podía decir que era aún más bruta que yo, lo cual dice bastante.

En biología nos pedían trabajar en equipos, para variar nadie quería sentarse conmigo y usualmente me da igual, pero al profesor no. En contra de mi voluntad, me obligaron a formar equipo con Lis, ella tampoco parecía muy feliz con aquello pero no se quejo.

Tire mi mochila en el suelo, sentándome en el banco, ella dio un pequeño brinco en su asiento pero aun así no alejo la mirada de mí, quise insultarla, pero no tenia lógica que lo hiciera.

-Yo corto al animal, tú dibuja las líneas en su estómago- No quise que sonará como una orden, pero de todos modos ella obedeció. Lo único chistoso de la situación era ver una rana con un dibujo de corbata rosada. fue inevitable no reírme -¿Es qué tienes la cabeza vacía?- Ella me golpeó en el hombro, pero por alguna razón no me desagrado o incómodo, tal vez si hubiera sido alguien más ya estaríamos en el suelo golpeandonos.

-Tú dijiste que lo dibujara...- Ella rodó los ojos y luego tomó mi mano para dejar el marcador en mi palma, entonces note lo pequeña que era a comparación de mí.

Lis Yamada, por lo que sabía de ella no destacaba en los estudios y mucho menos en algún deporte, se decía que participaba del club de arte y que de verdad era buena.

Solte un suspiro para disimular mi falta de atención -Mira y aprende, niña- Había algo en lo que era bueno y eso era cortar ranas, ¿por qué? Fácil, en los restaurantes caros puedes vender las ranas que encuentres y pagan bien por ellas.

Destape el marcador rosado, haciendo pequeñas marcas en la mitad del abdomen y luego, con mucha paciencia, tomé el bisturí para hacer el primer corte. Lis parecía asombrada y luego de unos minutos me pidió intentar, ella lo consiguió aunque no fue un corte del todo limpio.

Creo que en toda mi vida, fue la primera vez que un profesor no me echo de su clase y en cambio me felicito, esas cosas no pasaban seguido.

-Tenemos que hacer una maqueta de los órganos de la rana, ¿deberíamos juntarnos luego de clases?- Cuando la campana de salida sono, Lis se me acercó para preguntarme aquello, por un momento quise reír y decirle que ni lo soñara, pero acabe aceptado.

-¿Donde nos juntamos? No podemos hacerlo en la escuela y no creo que sea buena idea ir a mi casa- Bajo ningún concepto llevaría a una chica a mi casa, no con mi padre ahí, no era seguro.

Ella sonrió y escribió algo en un trozo de papel, ¿todos los útiles de Lis tenían brillantes? Sonaba como una pregunta tonta, pero era interesante ver como todo estaba minuciosamente decorado para que combinará con lo demás. Cuando acabo de escribir, dejo el papel en mi mano y me sorprendí a mi mismo por no alejarla, pero para variar no me dio tiempo a responder cuando ya se había ido.

¿WHERE?  Vance Hopper Donde viven las historias. Descúbrelo ahora