Low Blow

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Narrador omnisciente

El día de la entrega todo parecía ir bien, Lis se levantó más temprano que de costumbre y preparo un termo con su té favorito, un sándwich de queso y el otro de pollo, había descubierto que Vance tenía cierta preferencia por la carne en altas proporciones.

Luego de acomodar todo en la mochila, tomó la maqueta y salió de la casa, su madre apenas se estaba levantando cuando ella ya estaba saliendo. La mujer la observo confundida, pero no dijo nada al respecto.

Usualmente Lis siempre era la última en bajar a desayunar, incluso Bruce intentaba despertarla temprano para no llegar tarde, pero al final solo era una perdida de tiempo.

Mientras caminába por el césped, el rocío de la mañana mojaba un poco sus zapatos, no le dio importancia a aquel detalle.

Había acordando encontrarse con Vance temprano para ir juntos a la escuela. Ella se detuvo a dos cuadras de la escuela, estaba emocionada y no comprendía el por qué, después de todo Vance le dejaría de hablar apenas entregaran el trabajo.

Su reloj dio siete y media cuando sintió una mano apoyarse en su hombro, apenas volteo pudo observar los rizos rubios desordenados y el pálido rostro  con algunos golpes, la preocupación se reflejo en todo su cuerpo, pero no pregunto nada. Sin embargo le entregó la maqueta al más alto, ninguno dijo nada en todo lo que quedaba de camino.

Vance era reservado, en cambio Lis hablaba de absolutamente todo, contenerse era imposible. Se sentia como si el cerebro dejara de funcionar y simplemente dijera todo lo que estaba pensando, no entendía bien porque era así pero sus padres no soportaban eso, realmente nadie lo hacía.



























La exposición fue durante la primera hora, todos sus compañeros habían llevado las maquetas y el profesor se asombro cuando los dos chicos más desastrosos llegaron con el trabajo en tiempo y forma, nadie esperaba eso.

Vance y Lis tomaron asiento en la mesa del fondo, la que estaba cerca de la ventana, pero el rubio no dejó que ella se sentará cerca del cristal, si la dejaba luego lo llenaría de preguntas sobre lo que habían dado en clase.

El profesor se acercó mesa por mesa, estaba calificando las maquetas y las carpetas, ellos eran un poco desastrosos para lo teórico pero se habían esforzado.

Cuando llego su turno, el profesor examino a detalle el trabajo, como si buscara alguna falla para reprobarlos, pero al final tuvo que colocar un "aprobado" en el proyecto. Vance contuvo sus ganas de gritarle al profesor, pero acabo tomando la mano de su compañera por la emoción de cerrarle la boca, ese viejo estúpido no volvería a reprobarlo.

En cambio Lis no podía dejar de pensar en la mano del rubio sobre la suya, su estómago estaba hecho un desastre, solo esperaba que nadie lo notara.

Claramente toda la clase noto sus manos unidas y para el segundo receso el rumor ya había corrido por los pasillos.




























Bruce se había enterado de un pequeño escándalo amoroso, pero no esperaba que se tratara de su hermanita, mucho menos con el rey de los cavernicolas. El chico no demoro mucho en salir en busca de su melliza, quería explicaciones y que le desmintiera aquel rumor, grande fue su sorpresa cuando los encontró almorzando juntos en el patio del instituto.

–¡Tú, maldito simio, te quiero lejos de mi hermana!– Lis rodó los ojos, dejando el termo con té, tanto Vance como ella estaban de pie ahora. El rubio estaba dispuesto a llegar a los golpes, sin embargo Lis pensó tontamente en detener la pelea.

Bruce se acerco con la intención de atinarle un golpe, pero su hermana lo empujó antes, la gente comenzaba a aglomerarse a su alrededor y para ese momento todos gritaban aclamando por una pelea.

–¡Ya deja de comportarte como un idiota!– Ahora el enfrentamiento era entre ambos Yamada, Bruce estaba furioso y por primera vez Lis también lo estaba –No eres mi niñera, mejor solo deja de meter tu nariz en todo–

Vance intento detenerla, pero ella solo aparto su brazo y le mantuvo la mirada a su hermano.

–Pues si no fueras tan cabeza hueca no tendría que sacarte de tantos problemas– Él escupió aquellas palabras con rabia, pero a Vance de verdad no le estaba gustando por donde iba la discusión, en el fondo sabía que Bruce acabaría diciendo algo estúpido.

La chica solo cruzo sus brazos y sonrió con malicia –Pues al menos no tengo que meterme en los problemas de los demás para sentir que tengo algo que hacer–

–¿Segura? Porque te recuerdo que tu vida es tan miserable que ni siquiera a nuestros padres les importa– Apenas las palabras abandonaron su boca, Bruce quiso golpearse, de inmediato intento disculparse, pero Vance ya estaba sobre él golpeando su rostro.

Al final los tres habían acabado en dirección, pero esta vez sus padres debían ir a buscarlos.

¿WHERE?  Vance Hopper Donde viven las historias. Descúbrelo ahora