Without You

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Narrador omnisciente

Una semana, toda una semana desde que su hermanita no estaba en casa, se estaba volviendo loco sin saber nada de ella. Sus padres solo habían dicho que no había razón para pensar en ella, ¿cómo no pensar en su otra mitad?

El lunes por la mañana se levantó tarde, estaba ardiendo en fiebre y aún así se arrastro fuera de las mantas, no faltaba ni un solo día a la escuela con la esperanza de ver a Lis.

Todo estaba borroso a su entorno, prefirió caminar en esa ocasión porque no se sentía correcto estar en su bicicleta sin los brazos de Lis en su espalda, nada estaba bien sin ella.

Al llegar a la escuela sus amigos se acercaron a él, bromeando sobre lo mal que se veía, ahora entendía porque a ella jamás le gustaron. Simples idiotas que estaban cerca por dinero.

Se safo como pudo del grupo, recibiendo las quejas y tonterías de su parte, camino al salón de clase sin saludos ni bromas.

Cuando estuvo ahí pudo notar una cabellera negra, la reconocería incluso en el fin del mundo, de inmediato fue donde ella y sus brazos la rodearon, pero no hubo una respuesta de la otra parte. La chica lo aparto luego de unos minutos, su rostro estaba serio y podía notar que ya no utilizaba los colores brillantes que la caracterizaban.

–Lis...- Bruce insistió, más no recibió el cariño que esperaba de su hermanita, ya no era como antes -¿Donde has estado?–

–Debí suponer que ni siquiera me buscaron, es tan obvio- Su voz sonaba dolida, sin embargo Bruce sabía que eso no era ni la mitad de dolor que estaba sintiendo –Ahora vivo con los abuelos, así que ni te preocupes y solo finge que no somos familia, es más fácil de ese modo–

Para Bruce había sido un balde de agua fría, su hermana no lo quería y era todo su culpa, sus celos y envidia la habían orillado a alejarla de su vida.

La campana sono y la profesora le pidió que tomara asiento, así lo hizo, sin embargo su mirada estaba puesta en la espalda de su melliza. Ella ya no se veía frágil y pequeña, no podía encontrar un rastro de Lis Yamda en la chica que veía.

Tal vez se merecía todo lo que estaba pasando, lo merecía por no ser normal, porque era un celoso y anhelaba todo lo que su hermana era. Brillante, sensible y también porque tenia el cariño del chico que él amaba.

Su frente se apoyo en el pupitre, la temperatura parecía estar bajando porque el frío inundaba su cuerpo, de seguro la fiebre empeoró.

Luego de que la primera clase acabará, decidió ir a la enfermería, la enfermera le advirtió que no era bueno haber asistido a clases en su estado, lo último que supo antes de dormirse fue que llamaron a sus padres.

Ahora se preguntaba porque la vida parecía odiarlo, se maldecia por no ser un buen hermano mayor y solo dañar a la persona que siempre estuvo para él.

Porque Bruce Yamada no estaba "defendiendo" a su hermana el día de la pelea, él solo estaba celoso de que Vance Hopper no lo mirara como lo hacía con Lis.

...

Al finalizar las clases Vance fue donde Lis, era su primer día de clases luego de toda una semana de faltar, su abuela le había recomendado no asistir unos días mientras se adaptaba a su nueva casa.

–Hey, ¿qué tal tu día?–

Tal vez no era el mejor siendo amable, pero le gustaba la idea de estar junto a ella y su madre lo castigaria si sabía que era un bruto, así que se comportaba de la mejor manera posible.

–No lo sé, fue difícil ver a Bruce, me dolió verlo en ese estado–Ambos estaban caminando juntos hacia la salida, sus manos apenas se rozaban e incluso así era suficiente para que Vance estuviera nervioso –Mis padres ni siquiera me buscaron, ¿me entiendes? Yo no les importo–

El rubio asentía a lo que ella decía, aunque la realidad era que no estaba prestando total atención, porque no podía parar de pensar en el bonito perfume que ella traía puesto.

–Bueno, aquí nos separamos–

Ella se detuvo y él de inmediato volteo para verla, ¿por qué se despedía? Su mirada recorrió la casa frente a ellos, Lis lo observo con confusión.

–¿No me estabas prestando atención? Vance, llevamos caminando quince minutos–

¿Qué demonios le estaba haciendo Lis Yamada para tenerlo así? Se sentia en una nube con ella, quería estar a su lado incluso si eso lo hacía ver débil.

–¿Por qué aún no soy tu novio?–

El rostro de Lis enrojecio, sus manos cubrieron por acto de reflejo su boca y fue en ese momento que Vance noto lo que había dicho.

–Mierda, no...yo, carajo. No le digas a mi mamá que digo groserias–

Las palabras salían de forma torpe, una tras otras, ni siquiera podía entender lo que estaba intentando decir. Lis fue más lista, retiro sus manos para tirar de la chaqueta del rubio, dejando un beso sobre la mejilla del chico.

–Considera esto nuestra contrato–

¿WHERE?  Vance Hopper Donde viven las historias. Descúbrelo ahora