Capítulo 9

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Tengo la sensación de que esto va a acabar mal pero ya es demasiado tarde para echarme atrás y cambiar de tema.

- Vamos, se nota bastante que eres un gay de esos. - afirma Elian con firmeza.

- ¿Cómo un gay de esos? - le pregunto con un atisbo de molestia en mi voz.

- Por ejemplo babeas con los enfermeros como si fueras un perro en celo, las sonrisitas tontas a algunos pacientes y te he pillado mirándome fijamente más de una vez. Eres el típico gay pegajoso que le sirve cualquiera mientras le echen un polvo.- me responde para después darle un bocado a su comida.

- Como puedes ser tan idiota, no me conoces de nada y tú precisamente no eres quién para juzgar a nadie. Eres un chico pretencioso y borde que se cree superior con sus aires de bad boy de instituto, haciéndote el rebelde para que tus papis te hagan un mínimo de caso porque no te soportan. - digo alzando mi voz en progresivo.

- No hace falta que te pongas así, yo respeto los gustos de cada uno pero por favor no me metas a mí en el mismo saco que tú. - dice mientras le da un sorbo a su bebida.

- ¿Pero que narices estás diciendo? - me estoy empezando a alterar.

- Solo digo que hagas lo que quieras con los demás, pero yo no tengo el menor interés en los tíos y mucho menos me fijaría en alguien como tú. Asique no me vengas con tus cosas raras. - no me suele molestar estos comentarios pero este último me ha dolido. Me levanto del taburete de golpe dejando el dinero de mi comida sobre la barra.

Me puedes decir muchas cosas y dejarme en claro tu sexualidad de machito básico las veces que quieras, pero lo he pasado muy mal anteriormente con mis pensamientos intrusivos sobre el por qué nadie quiere tener nada sentimental conmigo, como para que un ser como este me lo restriegue.

No me percato de que estoy llorando hasta que dos lágrimas se escurren por mis mejillas, subo por las escaleras a toda velocidad para que nadie me vea así mientras seco todo rastro de lágrimas. Entro a la consulta con la mala suerte de que Benjamín ha vuelto del descanso antes de tiempo.

- ¿Qué te pasa Andrew? - me dice con tono preocupado levantándose para acercarse a mí.

- No me encuentro muy bien, me quiero ir a casa. - le respondo sorbiendo mi nariz.

- Está bien no te preocupes, nos apañamos bien. - me pone una mano en la cabeza y me acaricia el pelo. Me reconforta un poco ese acto tan paternal. Me suelta para que pueda cambiarme y recoger mis cosas.

Cuando ya lo tengo todo guardado me despido de él con un abrazo para acto seguido dirigirme a la puerta. Cuando estoy por coger la manilla para abrirla, esta ya lo hace dejando ver la cara de Elian. Nos miramos a la cara fijamente por unos segundos hasta que reacciono propinándole un golpe con mi hombro al pasar por su lado para salir.

Me dirijo a toda velocidad hacia la salida sin mirar a nadie. Bajo las escaleras sintiendo la brisa de la tarde en mi rostro. Me quedo en medio de la acera sin saber muy bien que hacer ahora.

- ¿Andrew? - escucho una voz familiar junto a mí.

Giro la cabeza para encontrar a Mirta parada allí vestida con su uniforme del trabajo. Al ver mi cara se acerca colocando su mano en mi hombro.

- ¿Necesitas ayuda? ¿viene Abi a por ti? - me pregunta preocupada.

- N-No le he dicho nada todavía, ha sido muy rápido. Solo quiero irme a casa. - le digo para después derrumbarme en sus brazos.

- Está bien no te preocupes, yo te acompaño a casa. -

- No quiero molestarte de verdad. -

- No pasa nada, no tengo nada importante que hacer. Acabo de salir de trabajar hace un rato y me iba a casa dando un paseo. - me dice mientras me agarra del brazo empezando a caminar en dirección a mi casa.

Shadow WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora