Capítulo 18

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Al llegar abajo lo primero que visualizo es un cartel colocado en la pared. En este hay escrito la palabra " Zona X " en letras grandes y negras.

Me giro para continuar por el pasillo recto. Hay habitaciones de cuarentena a los lados de este, esta es la zona de aislamiento. No sé por qué me ha traído aquí, no se debería bajar sin autorización y mucho menos sin protección.

Estas salas se utilizan como en la UVI, por lo que hay que tener mucho cuidado al entrar en ellas. Ya que, puede ser un riesgo tanto para el personal sanitario como para el paciente aislado.

Intento no tocar nada ni acercarme a las puertas, aunque la curiosidad me mate por querer asomarme a estas salas. Llego al final del pasillo, donde me está esperando el susodicho sentado frente a una de las puertas.

Al estar junto a él, me señala con la cabeza la sala en la que nos encontramos. En la pared de esta hay un tarjetero que indica el número de la habitación y el nombre del paciente que se encuentra en ella.

Me acerco a este con la linterna para poder leer lo que pone y quedo un poco confundido. En este se puede leer : " Habitación 6 / Emily Adames " . ¿Quién es esa?

Devuelvo mi vista al lobo a mi lado y este sigue en la misma posición. Entonces se levanta para acercarse y empujarme ligeramente por la espalda en dirección a la puerta. Insiste en que entre aquí, creo que no tengo muchas opciones ahora mismo.

No entiendo que es lo que quiere de esta persona y mucho menos que pinto yo aquí. Pero supongo que la única manera de saberlo es entrando a la habitación. Pongo mi mano sobre el picaporte y lo giro lentamente, abro la puerta con sumo cuidado para hacer el menor ruido posible. No es cuestión molestar al paciente, ya bastante hago colándome en su habitación.

Entro por completo en la habitación y espero a que el lobo pase también, para después cerrar la puerta de nuevo. Hay una cortina que nos impide ver a la persona en la camilla, me acerco sin más esperas y la aparto.

Y allí está ella. Sobre esa camilla hospitalaria, llena de cables y tubos conectados a las máquinas que la mantienen estable, se encuentra la chica que ayudamos Abi y yo esa noche del ataque. Parece estar mucho mejor de sus heridas, aunque solo han pasado unos días desde eso parece que está bastante bien.

Supongo que todavía no está consciente para contar lo que siente, lo que le ocurrió esa noche o cuanto tiempo llevaba así. Lo que no entiendo es que hace en la planta de aislamiento, ¿tan mal está en realidad? Pero en ese caso, Benjamín me lo habría comunicado ¿Verdad?

Me da mucha pena ver a la gente en este estado, debatiéndose en muchas ocasiones entre la vida y la muerte. Ella, por suerte, solo está en coma temporal por el agotamiento físico y mental que sufrió. Aun así, siento la necesidad de apoyarla.

Estiro mi mano para poder acariciar la suya pero un toque en mi brazo me detiene. Me sobresalto ante el contacto repentino, se supone que no había nadie más a parte de mí y el lobo misterioso. Al girar la cabeza, me encuentro con la cara de Zack.

- ¿Qué haces aquí? ¿De dónde has salido? - le pregunto acelerado, intentando controlar mis nervios por ser descubierto.

Zack comienza a reírse de repente y yo quedo desconcertado. No entiendo que parte de esta situación le hace gracia, si mi cara de pánico o el hecho de haberme pillado con las manos en la masa. Lo veo mientras sigue partiéndose de risa.

- No me puedo creer que me hayas preguntado eso. Andrew, yo te he traído hasta aquí. - me responde fingiendo secarse las lágrimas y es entonces cuando me percato de que lleva una bata y guantes.

- ¿Tú eres ese lobo? ¿Qué os pasa a todos? Podrías simplemente haber venido así y pedírmelo como una persona normal. -

- No podía dejar que me reconocieran. Me he colado en la casa del Alfa, te he llevado conmigo y te he metido aquí sin autorización. Si me pillan, se me caería el pelo. -

Shadow WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora