Ni la tierra , ni la luna.
Ni el bien , ni el mal.
Ni el cielo , ni el infierno.
Nada es comparable a lo que siente el corazón de una bestia con sus instintos más primarios a flor de piel. Te escoge, te persigue y cuando te atrapa...es inútil r...
No puedo moverme ni un centímetro porque sé que si lo hago me arrepentiré más tarde. Además no puedo hacerlo, no con él. Consigo a duras penas girar la cabeza para evitar errores, ahora su respiración pausada la siento en mi oreja.
En medio de mi trifulca mental noto como Elian baja su mano para agarrar mi barbilla y devolver mi cabeza a su posición anterior. Antes de que pueda resistirme empieza a hablar de nuevo :
- ¿Estás seguro de lo que dices? - me quedé sin palabras.
No puedo más con esta situación, con cada segundo que pasa siento mi corazón salir de mi pecho. Por lo que me armo de valor y quito su mano de mi cara para después empujarle lejos de mí. Solo consigo que se eche un poco hacia atrás, lo suficiente para que pueda recobrar la compostura.
Me muevo de donde me tenía arrinconado para dirigirme a la puerta esquivándole, pero antes de salir de la sala paro en seco para decirle unas últimas palabras :
- No juegues conmigo, no soy parecido a nada de lo que hayas podido ver antes. Tus jueguecitos habrán servido con alguna niña tonta pero conmigo no funciona. Déjame en paz. - dicho esto salgo de la consulta dando un portazo.
Cuando llego a la calle expulso todo el aire que estaba conteniendo, siento mi cara arder como si la hubiera metido en el horno. Tengo una mezcla de emociones ahora mismo en mi interior que no tengo muy claro cuál es la principal. Una notificación llega a mi móvil, es un WhatsApp de Jayden diciendo que está en el parking para devolverme el coche. Me dirigí hacia allí para verlo apoyado en el capó de este viendo su móvil.
- Hola Jayden. - levanto mi puño para saludarle.
- Hola Andrew, mira te lo devolví de una pieza. - choca su puño con el mío para después señalar el coche.
- Eso ya me lo esperaba. ¿Nos vamos? -
Antes de que podamos subir al coche escuchamos la bocina de otro. Miramos al frente para ver un Tesla S Killer drako GTE rojo brillante precioso el cual tendría que vender la mitad de mis órganos para comprarlo.
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La ventanilla del coche se baja dejando ver a una chica de pelo castaño oscuro, ojos verdes con largas pestañas y un aro en la nariz.
- Perdona, ¿vais a salir? - nos pregunta.
Su cara me resulta familiar.
- Si si, enseguida te dejamos el aparcamiento. Jayden dame las llaves. - extiendo la mano en su dirección aún con la vista puesta en el coche. Pasa unos segundos sin que ocurra nada. Aparto la vista de la joya roja para mirar a Jayden y no me creo lo que veo. Se ha quedado embobado mirando a la chica, tiene la boca abierta y las gafas dobladas.
Vamos a ahorrarle más humillación.
- Jayden, que me des las llaves del coche. Que está esperando. - le repito más alto para que despierte de su ensoñación.
