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Había pasado al rededor de una semana desde la cena, Joaquin había comenzado a hablar con Jieun por mensaje y descubrió que era exactamente lo que no quería.

Una chica interesada.

Lo descubrió con tan solo días de comenzar a hablar, la chica le había preguntado absolutamente todo acerca de sus bienes y las cosas que poseía.

"¿En que zona vives"

"¡Genial! Una vez me invitó a salir un chico de una zona residencial sin clase, ¿cómo se atreve?"

"Si quieres una cita conmigo deberías regalarme algo cono muestra de cortejo"

"Uh yo pensaba que Emilio vivía con sus padres, que sorpresa que viva en gangman"

Esos y más comentarios similares fueron los que hicieron que inmediatamente le desagradara la chica. Pero aún quería molestar a Emilio, así que ignoraba los comentarios y le cambiaba la plática a la chica.

"Emilio me invitó a salir y me regaló flores, yo creí que me impresionaría más con algún bolso costoso"

Joaquín quiso reír, esa chica creía que él activaría su modo competitivo y le daría lo que quería con tal de su atención. Ni en sus sueños.

—Salí con Jieun ayer.— Emilio apareció de la nada interrumpiendo su paz mental mientras esperaba a su mejor amigo.

Quiso decirle que lo sabía y reírse en su cara. Pero en cambio alzó sus cejas.

—Que rápido. No te la vaya a quitar antes.— Se burló.

—En realidad solo venía a decirte que no lo sigas intentando. Ayer conoció mi departamento y me dijo que sería genial hacerme visitas a menudo.— Presumió.

—Claro, cualquier chica se impresionaría de un apartamento en gangman.—Comentó indiferente.

—¿Qué insinúas?

—Nada, Emilio.

—Agh, te crees mucho, Gress. Como sea, saldré con Jieun y no tengo tiempo para perder hablando contigo.

—No fui yo el que inició esta conversación.

Y con una mala mirada fue que el peli negro se marchó.

• • •

Emilio había pasado por la chica justo a la hora acordada, pues irían a comer a un restaurante que era muy lujoso por la zona donde este vivía.

La miró salir. Llevaba puesto un vestido celeste que lucía costoso. Su cabello perfectamente peinado y el sutil pero elegante maquillaje.

Era bonita al menos, pensó Emilio.

—No sabía que tenías un mercedes.— Comentó la chica cuando se subió al auto.

—La vez pasada tomé el auto de mi madre porque este lo tenía sucio. Pero es mío.— Alardeó.

—Eres muy impresionante, Mailo.— Dijo poniendo su voz insoportablemente aguda.

El sonido de un mensaje interrumpió su plática, la chica miró su celular y lo volteó.

—Uh, es Joaquín Gress.

—Oh, ¿son amigos?

Ella negó.— Él trata de pretenderme. Pero lo ignoro. Ahora mismo me interesa cierto alfa peli negro.

En tu cara, Gress. Pensó el chico para sus adentros.

Por supuesto que se iría a burlar de Joaquín utilizando las palabras de la chica.

Alfa Dominio/OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora