Capítulo 7

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Era de noche, salí toda la tarde con mamá buscando vestidos y maquillaje. Por horas recorrimos las calles en una hermosa tarde madre e hija.

Shane iba a pasar por mí para irnos a la recaudación. Tocó la puerta y al abrir lo vi de negro, camisa y pantalón, su cabello estaba pinado pero sin exagerar, estaba elegante estilo Shane.

—Hola. —estaba nervioso.

—Hola. —respondí con el mismo nerviosismo contagioso.

—Te ves asombrosa.

—Gracias por darme una excusa para arreglarme. —le sonreí.

...

Llegábamos a la fiesta, mi brazo se entrelazaba con el suyo. Sus padres se acercaron, Harold y Jules se casaron cuando Shane y Vince eran solo unos niños. La madre de Vincent murió cuando él era un bebé y del padre de Shane no sé nada.

—Lis, te ves hermosa. —me abrazó su madre —Es bueno verlos juntos.

—Mamá, ya te he dicho que entre Lisa y yo no hay nada.

—Pero miren que bonita pareja harían.

—Además ella es muy quejosa. —le di un pequeño codazo que lo hizo sonreír.

—Tenemos que seguir saludando a los invitados pero prueben los canapés de camarón, están riquísimos.

Ellos se fueron y nos fuimos a la mesa de comida. Estaba por tomar esos tan mencionados canapés de camarón pero Shane tomó mi mano.

—Si quieres parecer pez globo comete uno. —lo dejé en la bandeja —Eres alérgica, demasiado como para describirlo.

—Oh.

—Salimos a comer una noche y te pediste un plato con mariscos, diez minutos después estábamos en urgencias.

—No te creo.

—Pruébalo. —miró los canapés —Pero no me culpes cuando te diga te lo dije en sala de urgencias.

—Hola. —llegó Vince con Sabana y al verlo tenía el pómulo hinchado y el ojo negro.

—¿¡Qué te pasó!?

—Me golpeé con la puerta.

—¿Era de concreto o qué?

—Lis, te compenso lo de los canapés bailando. —Shane no quería hablar —¿Vienes? —asentí y tomó mi mano.

Shane me llevó con él hasta el centro de la pista de baile, pocas personas lo hacían así que decidimos iniciar nosotros la fiesta.

—Te advierto que no recuerdo si soy buena bailando.

—Eres decente, solo no me pises. —sonrió.

Pasó una de sus manos a mi espalda baja y me acercó a él, miraba hacia abajo y Shane pasó su mano libre a mi mentón dirigiendo mi mirada a la suya.

—El no pisarme era una sugerencia, no debes mirar el suelo. Y si lo llegas a hacer resistiré.

—De acuerdo.

Con su mano libre tomó la mía y la otra la apoyé en su hombro. Bailamos pegados una canción entera, Shane sonreía y me quedé perdida en esa hermosa sonrisa que jamás había visto tan pura.

—¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?

—Una sonrisa.

—Eso, eso es porque esto es agradable. Gracias por acompañarme.

—No hay problema, me gustó el haber venido.

—Mi hermano es un idiota por haber perdido a una mujer tan hermosa. —me sonrojé —Es cierto, eres preciosa. No desperdicies tu tiempo pensando en él, no te merece. —le sonreí —Busca a alguien que quiera solo estar contigo, que en la cabeza de ese chico pases las veinticuatro horas del día. —besé su mejilla.

Olvidando mi primer amor (+18🔥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora