Capítulo 9:Shinso

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⚠️Antes de empezar, no quiero que me funéis por la escena que vais a leer más abajo. No sé si vais a querer pegarme un putazo a mí, o al personaje que va a aparecer en breve. Os he avisado. Disfrutad vuestra lectura⚠️

⛔️Este capítulo contiene escenas lime y un pequeño lemmon(es cortito y no creo que sea muy explícito, pero aún así lo aviso) ⛔️

Denki fue por el centro de la estancia, apenas estando parado más de un minuto en el mismo sitio. Se estaba cansando de estar en aquel lugar. Deseaba volver ya con Eijiro, volver a esos brazos cálidos, y temía encontrarse con ÉL, su matelotage.

Al parecer, la suerte no estaba de su lado, ya que escuchó una voz a sus espaldas.

—¿Denki? ¡Qué sorpresa más grata!—dijo Shinso mientras miraba a Denki desde su asiento en una mesa cercana al rubio—.

Shinso—dijo Denki sin expresión alguna en su rostro mientras se alejaba—.

El pirata pelimorado lo agarró de la muñeca con fuerza, haciendo presión.

—Suéltame, me haces daño—Denki estiró, pero sólo logró hacerse más daño—. Déjame en paz.

Shinso hizo que Denki se sentara en sus piernas. Lo agarró de la cintura para que no se pudiera levantar y apoyó su cabeza en su pecho. Denki se resignó, y se dejó agarrar.

—Te he echado de menos—Shinso sonrió—.

—Tú también estás ebrio—dijo Denki con desagrado mientras olía el aliento de Shinso—. Te huele el aliento a alcohol. Repugnante—se tapó la nariz, asqueado—.

—Claro, claro, a ti sólo te gusta el vino—dijo Shinso mientras apretaba el agarre en la cintura de Denki—. Bueno, que haces aquí, ¿querido matelotage?

—No me llames así—Denki se puso rojo—. Y lo que hago aquí no es asunto tuyo.

—¿Y por qué no? Hablemos de algo. ¿Cómo te ha ido la vida sin mí?—el pirata miró al rubio a los ojos—.

—Mejor de lo que tu creída mente puede pensar. No te he necesitado en ningún momento—Denki miró a otro lado, evitando la mirada de su ex capitán—.

—Eso es porque te has buscado a otro, ¿cierto?—Shinso frunció el ceño—. Te has olvidado de mí porque has caído en los brazos de algún hijo de perra.

—¡Eh! ¡Aquí el único hijo de perra eres tú!—dijo Denki mientras se levantaba de las piernas de Shinso—. Sabía que no merecía la pena hablar tranquilamente contigo—el rubio se comenzó a ir, pero Shinso lo volvió a coger de la cintura, y se situó a su lado—. ¡Suéltame!

—¿Te vas tan rápido? ¿No quieres divertirte un rato?—el pelimorado sacó un pañuelo empapado en un líquido sospechoso, e hizo fuerza en él sobre la nariz y boca de Denki—.

El rubio se revolvió, pero pronto el líquido comenzó a hacer efecto, y lo fue calmando hasta quedar semiinconsciente. Shinso lo cargó en brazos, y lo llevó a una de las habitaciones de "placer".

 Shinso lo cargó en brazos, y lo llevó a una de las habitaciones de "placer"

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El bárbaro y el príncipe durmienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora