Capitulo Diescisiete

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[NARRA STEVE]

Todo había salido maravillosamente bien, tenía a mi linda chica a mi lado preocupada por mi.

Sin saber que la fiebre y demás síntomas fueron planeados por mi.

Estaba recostado en su pecho, mientras ella jugaba con mi cabello, veíamos una película, se supone que de terror.

Empiezo a moverme, tratando de recostarme aún mas en ella, escucho un leve quejido de su parte.

-¿Pasa algo?- me volteo a verla

-Estas... Estás aplastando mis...

Bajo mi mirada a sus senos y rápidamente me muevo aun lado.

-Lo siento, no quise hacerlo

Era obvio que si, pero tampoco quería que se diera cuenta.

Su teléfono empieza a vibrar encima de la mesa que teníamos al lado.

-Es Jonathan...- Susurra

Rápidamente pongo mi mano sobre su muslo, la veo voltear a verme

-Creo que tengo fiebre, de nuevo...

Me sentía mal mintiendo especialmente a ella, pero no podía permitir que se viera con el chico ese.

Toma mi mano y la acaricia suavemente, si supiera lo que provocaba.

-Espera, solo atiendo está llamada...

La veo levantarse y tomar su celular, yéndose directo a su habitación.

-Mierda...- Susurro

Subo a su habitación, tratando de escuchar algo de la llamada.

-Lo siento, de verdad, Jonathan, perdón. Steve está enfermo y no puedo dejarlo solo...

Sonrió y vuelvo mi atención nuevamente a la llamada. Escucho como minutos después cuelga el celular y camina hacia la puerta.

Rápidamente corro hacia el sofá y me siento en este.

[NARRA ______]

Regreso a dónde se encuentra Steve y me siento a su lado.

-Steve, ¿Cómo te sientes?- tocó su rostro

-Estoy mejor, creo

No lo sé, pero algo en su voz no me convencía mucho.

Me recuesto en su pecho y el pasa su brazo por mis hombros.

-¿Quieres que vayamos al doctor?

-No,no,no, estoy bien

Lo miro confundida, pero esas ideas se esfuman al sentir su otra mano deslizar por mi muslo.

Y carajo, extrañaba mucho esos tiempos, bueno, esos días...

Algo raramente me estaba preocupando, y no solo era la repentina fiebre de Steve.

Pero tal vez solo sobrepensaba las cosas ¿O no?...

𝗟𝗮 𝗘𝗱𝗮𝗱 ; Steve HarringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora