Después del aterrizaje, pasamos a la sala de desembarque a cumplir las formalidades relativas al control de llegadas.
Poco a poco pasábamos a la barra de equipaje, veo las maletas sobre la banda transportadora en forma de pista de mini cross.
Todos los aeropuertos cuentan con señalizaciones claras, y lo agradezco ya que facilita mi salida dentro de todo el caos que con llevan viajar.
Sólo seguía las flecha que indicaban a donde tenía que ir para llegar a cada área y así salir a la sala de espera.
Recordando las palabras de mi madre, busque con la vista a la persona que me recogería para llevarme directo al instituto.
Al frente de la banda estaba una señora castaña, parecía tener la edad de mi madre, sostenía un pequeño letrero en sus manos que decía "Bienvenida Scarlet Ferrer". Claramente ella era la persona que esperaba por mi llegada.
- ¡Hola! buenas noches señora.... - deje mis palabras al aire ya que no recordaba el nombre que mamá me repitió varias veces.
"Si mamá te falle. Si se me olvido el nombre, lo siento." - pienso -"disculpas no aceptadas."
- Hola pequeña soy la Rectora Saenz, un gusto conocerte - asentí con la cabeza en forma de saludo y ella prosiguió. - Tu debes ser la señorita Ferrer. Eres mas linda en persona que en la foto que me venia en tu currículo - me aprieta en un gran abrazo de oso - Vamos cariño ya es tarde, vamos al carro que imagino debes estar exhausta del largo vuelo.
La Señorita Saenz es una persona que emana un aura alegre y cariñosa, aunque no la conozco, me brinda confianza ese tipo de calor maternal al instante.
Puedo decir que ha sido muy atenta.
Conforme vamos introduciéndonos a la hermosa ciudad, veo como es totalmente diferente a mi pequeña ciudad.
Los grandes edificios se ven a kilómetros de distancia. Mi gran asombro es notable y siento que estoy soñando, la vista es maravillosa.
Vamos cruzando un gran puente metálico y puedo ver en el otro extremo las tiendas departamentales, el gran parque perfectamente organizado con millones de luces y decoraciones, haciendo mágica la bienvenida que me brinda este lugar, que están a la orilla del que parece ser un gran malecón infinito, la cantidad de yates y embarcaciones que se mueven al compás de las pequeñas olas lo hace ver la postal mas maravillosa que mis ojos hayan visto.
-¿Te gusta? Espera conocer mejor la ciudad, realmente te encantará.- dice la Srta. Saenz emocionada. -Y el instituto es mucho mejor.
Nos alejamos de ahí y seguimos el camino por la carretera a un costado de mar. La brisa marina impregna mis fosas nasales y uno de los mayores placeres de la vida.
Poco después puedo ver unas grandes puertas de acero con un gran logo en la entrada.
Justo cuando el carro se detiene frente a ellas las puertas se abren de par a par, pasamos dejando atrás la caseta de seguridad y por fin llegamos a la entrada del instituto.
- "Hogar, dulce hogar" - mi conciencia siempre tan optimista.
Una hermosa jardinera con fuente al centro me recibe, un retorno hecho con buganvilias de distintos colores hacen la guía de entrada y salida al rededor de las puertas.
Ahora entiendo el porque es uno de los colegios más elegantes y un difícil programa de becas, aunque mis nervios siguen latentes, no me intimida la grandeza del lugar. Es como estar en una escuela de película.
Bajo del automóvil y camino sin perderle el paso a la Srta. Saenz.
Dentro del lugar me recibe un gran lobby y me hace sentir como si estuviera dentro de un hotel de cinco estrellas y no en el instituto.
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ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ʟᴏꜱ ᴄᴏʀᴀᴢᴏɴᴇꜱ ᴄʜᴏᴄᴀɴ 💕 ¡En corrección!
Romance-¿Acaso fue amor a primera vista? - bufa - Claro... a ustedes las chicas les gustan esas cursilerías del amor eterno y almas gemelas. -Pues a mi, no. - lo encaró - Eso es ridículo, patético y sexista. En este siglo ya nadie muere por amor, ignorante...