Desperté en el suelo, al perecer Ed y yo nos habíamos quedado dormidos luego del beso.¿Beso?, besos querré decir.
El también estaba acostado con tranquilidad a mi lado, estábamos comodos en unas cobijas en el suelo, extrañamente el ambiente era cálido y un poco escuro.
Lo miré por unos segundos, acerqué mi mano a su rostro y comencé a dibujar todas sus facciones, pasado delicadamente mi dedo por cada detalle.
Luego de varios toques comenzó a abrir sus ojos, al parecer no reconociendome al principio pero su expresión cambió y sonrió volviendo a cerrar sus párpados.
Aún era de madrugada y apenas se escuchaba algún ruido.
-Oye, creo que es mejor que vayamos a nuestras habitaciones- Dije susurrando mientras me iba sentado para poder levantarme.
-No quiero- Abrazó mi cintura sin abrir sus ojos.
Reí y deshice su agarre.
-Peter va a matarnos- Hablé, aún riendo.
-A este paso moriría así... Quédate un minuto más, ¿si?-.
Volví a recostarme y abrazarlo durante algunos minutos.
Y aunque Ed no quisiera tuvimos que irnos cada uno por su lado.
En la mañana Peter me llamó, al parecer habían creado un plan para los telmarinos, una en la que él tenía que pelear con Miraz.
Ed y yo teníamos que ir a informar en persona esto, lo cuál no me parecía en absoluto, caminábamos junto a dos Narnianos, casi estábamos por llegar.
-Yo creo que cuando lleguemos no se da a esperar y nos corta la cabeza ahí mismo- Hablé bastante asustada, mientras hacía un gesto como si tuviera una espada.
-Caspian dijo que es como una especie de tradición que no puede romper, tal vez no nos haga nada- Dijo Ed, caminaba a mi lado con un pergamino que pronto tendría que leer frente a Miraz.
-"Tal vez", Tal vez le importa tanto la tradición como su sobrino, ¿querer matar familia también es tradición?- Le pregunté.
El sonrió mirándome de reojo y con los ojos entrecerrados debido a que el sol golpeaba su cara.
-Quizás los telmarinos tienen maneras extrañas de señalar tradiciones-.
Frente ya se podían ver algunos Telmarinos, ellos observaban como nos acercábamos.
-Yo, Peter. Por el don de Aslan, por elección y por conquista gran rey de Narnia, señor de Cair Paravel y emperador de las Islas Solitarias. Con el fin de prevenir el abominante derramamiento de sangre, me permito desafiar al usurpador Miraz a un combate cuerpo a cuerpo en el campo de batalla, será un combate a muerte, La recompensa será: La rendición total- Leyó Ed, frente a Miraz y su compañía.
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AMAPOLA [Edmund Pevensie]
Teen FictionLas preguntas que perseguían al rey Edmund desde su última visita a Narnia obtienen respuesta al conocer a Acalia, una vieja visitante de esta tierra, que lo acompaña a él y a sus hermanos a un nuevo viaje por el lugar. Cualquiera que tenga respuest...