AMAPOLA [Edmund Pevensie]

Regreso a la monotonía

-¡Ataquen!- Gritó Peter para iniciar la batalla por completo.

Todos los Narnianos corrieron hacía los telmarinos, comenzando a pelear con sus espadas y por su propia mano. Los gigantes mandaban a volar a los hombres con su gran fuerza, los minotauros golpeaban intensamente y los centauros atacaban con espadas.

Yo estaba junto a Susan y los demás arqueros, atacando desde la altura.

Creíamos que eso era todo, pero pronto llegaron más tropas, eran de demasiadas personas, armadas y supongo entrenadas, eran incluso mucho más que nosotros.

Pronto los enanos sobrevolaban en hipogrifos por encima de nosotros, con un arco y flecha atacaban a todo telmarino que se cruzara. Lastimosamente eran disparados fácilmente por su tamaño, cayendo de grandes alturas, muriendo en su mayoría.

-¿Y Lucy?- Preguntó preocupado Peter, su hermana menor estaba en el bosque, dónde posiblemente pasaron los telmarinos

Susan se quedó helada, ¿algo malo pudo haberle pasado a Lucy?

Peter dió la orden de detención, los telmarinos se negaron, no querían que huyamos.

Pronto comenzaron a atacar la fortaleza, justo dónde estábamos Susan y yo, junto a los demás arqueros.

-¡Avancen a sus lugares!- Gritó Susan.

Veía todo desde donde estaba, todos peleaban y se herían mutuamente. De golpe un grupo de telmarinos se acercó a mí, directo a atacarme.

Con mi arco comencé a lanzar flechas y golpear a algunos que se acercarán, aunque eran demasiados, tantos que mis ataquen no eran lo suficientemente rápidos, uno de ellos me golpeó fuertemente en la cara.

Susan vino a ayudarme y peleamos juntas.

Entonces, maravillosamente, los árboles comenzaron a moverse, atacando a los contrincantes cruelmente, quien diría que los papeles se invertirian en este mundo.

-¡Por Aslan!- Gritó Peter para que todos volvamos a conectar con la pelea.

Al comenzar a atacar corríamos hasta la orilla cerca de un lindo lago, lastimosamente las circunstancias de la batalla arruinaban el paisaje, por más lindo que fuera.

De la nada todos pararon en seco, me hundí entre la multitud, hasta llegar dónde todos estaban viendo. Era Lucy y no estaba sola, Aslan la acompañaba, mientras ella sacaba con una sonrisa su daga.

-¡Atacar!- Gritaron los telmarinos para comenzar a cruzar el puente que nos unía con Aslan y Lucy.

Entonces Aslan rugió fuerte, haciendo que el agua tiemble y emerja del suelo, luego de eso una figura humanoide subió desde el agua ¿o supone que se creó del agua?, pasando eso comenzó a atacar a los telmarinos, hundiendo sus cuerpos y golpeando con grandes olas a todo lo que se le cruzará.

Luego de atacar al un traidor de Miraz se deshizo en sí y volvió a fluir como líquido.

Caminamos de manera dificultosa por el río hasta llegar frente a Aslan, el nos miraba expectante con su frente en alto.

Llegamos y automáticamente nos arrodillamos frente a él, quedándonos así unos segundos antes de que el comenzara a hablar.

-De pie, reyes y reinas de antaño- Habló en alto.

No me moví, pero sentí como los hermanos Pevensie se levantaron.

-Todos ustedes- Dijo, hablándonos a mí y a Caspian.

Sonreí y me puse de pie junto a los demás, pero Caspian no se levantó.

-No me siento listo- Musitó inseguro.