[CAFÉ DULCE] • Omegaverse• TODODEKU

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Dejando que brille la oscuridad. Pt2

"Sólo necesito tiempo para poder seguir. Detenerme y ser abrazado."

Había pasado dos meses desde la partida de bakugou, el pecoso parecía empezar a superar las adversidades, aquel brillo en sus ojos había vuelto, aquel brillo que su rostro daba cada mañana hasta el anochecer había vuelto.

Por momentos el omega se opacaba y era de esperarse, es obvio extrañar a alguien, más si ese alguien pasó casi toda su vida junto a izuku.

Había perdido a toda su familia.

El dolor era grande, sin embargo ¿acaso no es mas fácil ayudarse?, lo es, lo difícil es tomar iniciativa. 

Muchas veces, dar un paso de valor, toma días, semanas, meses e incluso años. 

Negación.

Ira.

Negociación

Depresión 

Y por último aceptación 

 Esas son las etapas que izuku está pasando. se encontraba en la antepenúltima. Pensaba mucho en el pasado, queriendo buscar la manera de poder negociar inútilmente con la vida. Pedía sin parar que le devolvieran a kacchan.  Buscaba alguien que se pareciera a bakugou, alguien que fuera gruñón, protector y buen amigo. 

Sin embargo nadie jamás seria igual a katsuki. Un izuku desesperado por volver a los viejos tiempos. Un shoto preocupado por su omega, temía que hiciera alguna estupidez y lo pierda para siempre. 

Debe hacer algo, convencerlo de ir a un psicólogo, que hable de todo lo que le atormenta, sus dolencias, su pasado, necesita a su omega bien, que tenga buena salud tanto física como emocional y mental. 

por lo que se encontraba yendo a casa. Hablaría hoy mismo con él intentaria convencerle y acompañarlo los días en que tuviese tiempo. Abrió la puerta y la cerró con cuidado, se quitó los zapatos en la entrada y se puso las pantuflas, dejó el saco en el perchero y camino hacia el interior de la casa. Miraba a los lados en busca de su omega, todo estaba en silencio y con luces apagadas, olfateo en busca del aroma y al percibirlo, empezó a caminar por donde provenía el aroma el cual estaba siendo más intenso. 

Abrió la puerta de la habitación encontrándose con un bulto bajo las sábanas. Suspiro aliviado de que estuviera ahí y no en el baño haciendo quien sabe que. Dejó su portafolios en la mesita de noche y se acostó en la cama con cuidado y se apego al omega abrazandolo por encima de las cobijas. 

- Cariño...

apenas dijo eso, el omega se giro y se descubrió el rostro el cual estaba pálido, ojeroso y los ojos hinchados e irritados, aquella imagen le partio el corazon al alfa. Poso su mano en la mejilla pecosa del omega y la acarició con cariño. 

- Bebé... mira como estas..

el omega absorbió su nariz y bajo la mirada.

- Lo se.. estoy feo-

- No izuku, no estas feo. Eres hermoso incluso llorando, pero ese no es el punto. Cariño, debemos hablar.